El apoyo encubierto de China a Rusia hace saltar las alarmas
China "podría considerar que la continuación del conflicto es beneficiosa para sus objetivos a largo plazo", por lo que se aprecia en su suministro de componentes para los drones militares de la Federación.
"Las empresas chinas están suministrando componentes para los drones militares rusos, lo que puede arrojar luz sobre los intereses de Pekín en prolongar la guerra en Ucrania y evitar presiones sobre el Kremlin para que ponga fin al conflicto". Es lo que afirma un informe del Robert Lansing Institute, un tanque de pensamiento de Estados Unidos. Lo que ha sido una sospecha desde el inicio de la guerra queda como afirmación en las palabras de sus especialistas.
Estas cadenas de suministro, indica el texto, "permiten a Rusia mantener su producción de vehículos aéreos no tripulados y sus operaciones militares, lo que plantea interrogantes sobre las verdaderas motivaciones geopolíticas de China", que siempre ha intentado nadar y guardar la ropa en esta guerra.
Al apoyar las capacidades rusas de drones, "China contribuye indirectamente a la agresión militar de Moscú, a pesar de su postura pública de neutralidad y sus llamados a la paz", constata. La renuencia de Pekín a ejercer presión sobre Rusia "podría indicar un interés estratégico en mantener a Occidente distraído y dividido", así como en "asegurar el acceso a los recursos rusos y mantener una alianza contra la influencia occidental", abunda.
Esta dinámica, a su entender, sugiere que China "podría considerar que la continuación del conflicto es beneficiosa para sus objetivos a largo plazo", evitando involucrarse directamente y, al mismo tiempo, obteniendo "beneficios de la inestabilidad geopolítica". Así "mantiene su influencia sin alinearse abiertamente con la agenda militar de Moscú", por más que Occidente le diga que lo que está haciendo, en el fondo, sí es tomar partido. Hasta ha llegado a lanzar una iniciativa de paz para salvar los muebles, que Kiev rechaza por partidista.
"Hoy, los productos fabricados en China ya no son sinónimo de imitaciones baratas, sino que son reconocidos por su innovación y calidad", confirma el Robert Lansing, y el creciente poderío económico de China ha suscitado "interrogantes" sobre su papel en el escenario mundial. Las naciones del G7 han reconocido "la necesidad de involucrar a las economías emergentes, en particular a China, en los debates y la toma de decisiones económicas globales", por ejemplo.
Su ascenso ha alterado el equilibrio de poder en la economía global, de ahí que cualquier posicionamiento, en cualquier conflicto del mundo, sea clave. Y ante las otras potencias que le hacen competencia, sobre todo EEUU, busca y encuentra "apoyo entre los países etiquetados como “malos actores” en Occidente, siendo Rusia el principal de ellos".
Por eso Pekín no ha condenado explícitamente la agresión de Rusia contra Ucrania, aunque "sí pide una solución pacífica y reconoce la primacía de la Carta de las Naciones Unidas". Sin embargo, "China desempeña un papel crucial en el apoyo a los esfuerzos bélicos del Kremlin en Europa", indica el informe. "China no puede permitirse el lujo de suministrar armas directamente a un agresor reconocido internacionalmente. No obstante, siguen llegando bienes críticos de China a Rusia, que ayudan a su maquinaria bélica", indica. Y de "particular preocupación" son los componentes necesarios para fabricar varios tipos de drones utilizados por las fuerzas rusas, convertidos en un factor clave en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Oficialmente, Pekín niega que suministre a Rusia drones o componentes de uso militar. En 2023, China impuso restricciones a la exportación de drones, lo que inicialmente complicó su suministro a Rusia y creó escasez de ciertas piezas. Sin embargo, como en otros sectores, Moscú "ha encontrado formas de eludir estas restricciones utilizando terceros países y aprovechando lagunas legales". El Ministerio de Comercio chino afirmó que estas restricciones no equivalen a una prohibición y que los productos pueden seguir vendiéndose para uso civil.
Sin embargo, "lo decisivo para garantizar el estricto cumplimiento de estas prohibiciones no son las declaraciones, sino las acciones concretas", recuerdan los especialistas. "Por consiguiente, dada la dependencia del ejército ruso de la electrónica china y la experiencia de Rusia en la obtención de productos a través de terceros países, sería un error suponer que otra prohibición china resultará eficaz", ahonda.
Los datos
No es nuevo: "hace tiempo que existen canales de suministro de componentes de China a los drones rusos que siguen funcionando con éxito". La pregunta que queda por responder es "hasta qué punto el gobierno chino conoce estos canales y hasta qué punto los supervisan los servicios de inteligencia chinos".
Uno de estos canales se evidencia en el análisis de los datos disponibles públicamente en línea sobre las operaciones de la empresa rusa SITEM, que fue registrada en 2019, tiene una oficina en Moscú y está bajo sanciones estadounidenses desde junio de 2024. En 2023, los ingresos de “SITEM” crecieron un 131,1% en comparación con 2022, acercándose a los 1.000 millones de rublos. Este aumento fue impulsado por el suministro de productos especializados desde China, según los datos recogidos por este think tank norteamericano.
En el mercado ruso, SITEM se posiciona como fabricante de soluciones técnicas y de software diseñadas para proteger a las empresas de amenazas relacionadas con incendios, desastres industriales, accesos no autorizados y violaciones de seguridad. Sin embargo, los datos de las bases de datos de comercio internacional revelan que SITEM ha estado involucrada en el suministro de componentes para drones desde China a Rusia, incluidos motores de combustión interna para aeronaves, cámaras de vigilancia y microelectrónica.
En 2023, los ingresos de SITEM crecieron un 131,1% en comparación con 2022, acercándose a los 1.000 millones de rublos. Este aumento fue impulsado por el suministro de productos especializados desde China.
Entre los proveedores de este tipo de productos se encuentran dos empresas chinas. La primera, GUANGZHOU DUPRE EXPORT & TRADING CO LTD, exporta exclusivamente a Rusia y presenta características de una empresa creada para facilitar la exportación de bienes de doble uso, eludiendo las sanciones. La empresa no está sujeta a sanciones internacionales.
Sin embargo, colabora con la firma rusa BESPILOTNYE SISTEMY, que se encuentra bajo sanciones estadounidenses desde 2022. Esta empresa rusa desarrolla vehículos aéreos no tripulados (UAV), sistemas optoelectrónicos y software bajo la marca SUPERCAM. El UAV de reconocimiento Supercam S350 se utiliza activamente en la guerra contra Ucrania, desempeñando funciones militares críticas en vigilancia, recopilación de inteligencia y selección de objetivos para sistemas de fuego.
Si bien SITEM se promociona como proveedor de soluciones técnicas y de software para la seguridad industrial y contra incendios, los datos de comercio internacional indican que importa componentes para drones de China, incluidos motores de combustión interna, cámaras de vigilancia y microelectrónica. Los productos de fibra de carbono para vehículos aéreos no tripulados también se encuentran entre las importaciones de China.
La importancia de los "sistemas no tripulados" para el ejército ruso quedó subrayada con la visita que realizó en febrero de 2024 el entonces ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, a la empresa. Uno de los fundadores de la empresa, Maksim Shinkevich, participa regularmente en las reuniones que organiza el Ministerio de Defensa ruso sobre tecnologías de vehículos aéreos no tripulados.
Una segunda empresa china, HMK TRADING COMPANY LTD, que tampoco está sujeta a sanciones, suministra motores de combustión interna con encendido forzado y motores de combustión interna de pistón rotativo a Rusia a través de SITEM.
Estos motores, etiquetados iFlight iPower GM5208-12 , forman la columna vertebral del UAV ruso Supercam S350 . Esto contrasta marcadamente con la especialización de la firma china, que es el "suministro integrado de una amplia gama de bienes de consumo, incluidas herramientas, materiales de acabado, electrodomésticos, autopartes, equipos y productos electrónicos". Rusia sigue siendo su mayor mercado.
Además de SITEM , los productos de HMK TRADING COMPANY LTD son importados a Rusia por la empresa rusa KVANTUM (9723041421). Esta empresa ofrece servicios de fabricación por contrato de placas de circuito impreso y opera en Rusia, Moldavia, Kazajstán, Bielorrusia, Uzbekistán, Azerbaiyán, Kirguistán, Tayikistán y Armenia.
Dos empresas chinas destacan como proveedores clave. De esta manera, la empresa rusa SITEM, sancionada , continúa importando sin problemas componentes de China que la empresa Unmanned Systems puede utilizar posteriormente en la producción de vehículos aéreos no tripulados, tanto de tipo avión como de tipo helicóptero. Cabe destacar que las empresas chinas implicadas no ocultan sus relaciones comerciales con las empresas rusas sancionadas.
"Es importante destacar que existen innumerables cadenas de suministro de productos sancionados de China a Rusia, con envíos que se cuentan por miles. Estas entregas abarcan no solo motores para vehículos aéreos no tripulados, sino también una base más amplia de componentes, que incluye placas electrónicas, microcontroladores y partes de carrocería, entre otros", detallan los expertos.
Desde el comienzo de la guerra, Rusia ha desplegado aproximadamente 14.000 drones de ataque y más de 15.000 misiles, lo que ha provocado una importante destrucción de infraestructura civil y numerosas víctimas civiles. Según informes de la BBC, los rusos están utilizando activamente drones de reconocimiento para infiltrarse profundamente en territorio ucraniano, donde atacan instalaciones críticas y lanzan ataques directos con misiles balísticos. Esta táctica ha sido posible gracias a la continua modernización y al uso masivo de drones Orlan, Zala y Supercam , en combinación con sistemas de misiles Iskander u otras plataformas. Por lo general, los ataques Iskander en Ucrania suelen provocar víctimas civiles y daños a la infraestructura civil, algo que un representante de China en la ONU instó específicamente a evitar.
El continuo flujo de suministros a Rusia que refuerzan su capacidad militar plantea interrogantes sobre los verdaderos intereses de China en la continuación de la guerra en Ucrania. A pesar de las tranquilizadoras declaraciones oficiales de Pekín, "los hechos indican que se sigue suministrando a Rusia bienes que se utilizan en el conflicto contra Ucrania". Para un país que aspira al liderazgo mundial y que "critica con frecuencia a Occidente por su doble moral", sería "prudente que China siguiera una política coherente y responsable". "Los próximos meses revelarán si China es un actor geopolítico lo suficientemente responsable como para cumplir su palabra y si seguirá apoyando a Rusia a cambio de las garantías de amistad de Moscú contra Occidente".
La existencia de estas cadenas de suministro, que permiten el flujo de productos sancionados desde China a Rusia, pone en duda la verdadera postura de China respecto de la guerra en Ucrania. A pesar de sus declaraciones oficiales en defensa de la paz, la evidencia sugiere una realidad más compleja, en la que los productos chinos desempeñan un papel en los esfuerzos militares de Rusia. "En su afán por posicionarse como un líder global responsable, China tendrá que abordar estas contradicciones. Los próximos meses revelarán si Pekín está dispuesto a cumplir con sus compromisos o a seguir apoyando a Rusia a cambio de garantías de amistad contra Occidente", señala.
"China debería recordar que su cooperación con Europa y Estados Unidos le ha reportado importantes beneficios económicos, mientras que las promesas de Rusia han resultado huecas. Después de todo, Moscú traicionó a Ucrania a pesar de décadas de amistad declarada", concluye.