El Ejército de Sudán y las milicias FAR acuerdan una tregua de siete días, la más larga en el conflicto
Este miércoles terminará la tregua de 72 horas, la tercera consecutiva, que las dos partes acordaron, aunque han violado en repetidas ocasiones.
Una tregua de siete días que comenzará el 4 de mayo y el nombramiento de representantes de los dos bandos del conflicto sudanés para unas conversaciones de paz son los dos compromisos que ha conseguido este martes Sudán del Sur, uno de los principales mediadores en esta crisis, para intentar llegar al final de esta lucha entre rivales que ha provocado una tragedia humanitaria.
En un extenso comunicado, el Ministerio de Exteriores de Sudán del Sur ha anunciado que el líder del Ejército sudanés, Abdelfatah al Burhan, y el comandante del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), Mohamed Hamdan Dagalo, alias "Hemedti", han aceptado "un acuerdo de principio" para detener los combates durante una semana, la que sería la pausa humanitaria más larga desde que comenzó el conflicto, el pasado 15 de abril.
Este miércoles terminará la tregua de 72 horas, la tercera consecutiva, que las dos partes acordaron, aunque han violado en repetidas ocasiones, para permitir las evacuaciones de extranjeros y sudaneses que huyen de los combates en Jartum y en otras zonas del país, como en la conflictiva región de Darfur.
Hacia unas conversaciones de paz
El presidente sursudanés, Salva Kiir, que encabeza la mediación de los miembros de la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD) —un bloque económico del este de África—, ha urgido a los dos líderes sudaneses que "propongan una fecha para comenzar las conversaciones lo antes posible".
También les ha instado a aprovechar precisamente estos siete días para nombrar a los que serán sus representantes de las dos delegaciones y el lugar en el que se llevarán a cabo estas conversaciones, que será donde "ellos propongan".
El Gobierno sursudanés "continúa comprometido con el liderazgo sudanés para explorar los caminos y estrechar esa brecha entre las dos partes con la esperanza de conseguir un alto el fuego duradero y el cese de hostilidades que puedan llevar al camino de un acuerdo político amistoso".
En estos últimos días han sonado Arabia Saudí y Sudán del Sur como dos de los lugares en los que se podrían llevar a cabo estas negociaciones, aunque no serán directas, sin que ninguno de los dos países confirme su disponibilidad para su organización.
Por su parte, el enviado de Al Burhan, Dafa Allah al Haj Ali, ha dicho este martes en una rueda de prensa en El Cairo que no habrá negociaciones "directas" con las FAR, a las que ha llamado "terroristas".
Este anuncio abre un camino de esperanza para comenzar el proceso que lleve a un posible alto el fuego permanente en el país africano, duramente castigado durante estas tres semanas de combates y bombardeos, una crisis que las fuentes humanitarias han calificado de "sin precedentes".
Según el último recuento del Ministerio de Salud sudanés, al menos 528 personas han muerto y más de 4.500 han resultado heridas desde el inicio de los combates.
100.000 refugiados y sin cese de hostilidades
La ONU ha señalado este martes que más de 100.000 personas han cruzado ya las fronteras de los países vecinos de Sudán para salvar la vida. Chad y Egipto son los países a los que están llegando más refugiados sudaneses, en particular mujeres y niños, pero también están huyendo a la República Centroafricana, Etiopía y Sudán del Sur.
En la capital sudanesa, Jartum, donde se multiplican también las advertencias sobre el deterioro de la situación humanitaria y sanitaria, han proseguido este martes los enfrentamientos durante el segundo día de la tregua.
Varios testigos ha dicho a EFE que oyeron explosiones en los alrededores del Palacio de la República, en el centro de Jartum, mientras que salían intensas columnas de humo en el norte de la capital, donde se encuentran posicionadas las FAR.
El día de hoy ha sido más tranquilo que el de ayer, y se han completado otras evacuaciones de extranjeros atrapados en el fuego cruzado. Según ha constatado EFE, el tráfico ha aumentado en las calles de la capital y se ha desplegado más policía en el sur y centro de Jartum ante las quejas de actos de pillaje.