EEUU vuelve a desangrarse en las horas previas al Día de la Independencia con varios tiroteos mortales
El 4 de julio vuelve a mancharse de sangre, tras el mortal tiroteo ocurrido en 2022 al norte de Chicago.
La historia se repite y EEUU sigue desangrándose entre tiroteos. Al menos tres, en Baltimore, Filadelfia y Fort Worth han dejado, hasta el momento, diez víctimas mortales en las horas y celebraciones previas al 4 de Julio, Día de la Independencia del país.
En Filadelfia, Pensilvania, un hombre ha sido detenido tras abrir fuego de forma indiscriminada contra varias personas en el barrio de Kingsessing, en el suroeste de la ciudad. Allí asesinó a cinco personas y dejó heridos a dos menores, de 2 y 13 años. El autor llevaba un chaleco antibalas, un rifle de asalto, una pistola y varios cargadores en el momento de la detención, como informa EFE.
Lejos, en Forth Worth, en el estado de Texas, otras tres personas murieron y ocho resultaron heridas, entre ellas un menor, tras otro ataque armado. Los hechos tuvieron lugar en un un aparcamiento, sin que se conozcan más detalles de la identidad del responsable.
Previamente, en Baltimore (Maryland), dos personas fueron asesinadas a tiros y otras 28 quedaron heridas por un enfrentamiento en mitad de una fiesta en un vecindario.
Afectado por la nueva "ola de tiroteos trágicos y sin sentido", Joe Biden ha vuelto a pedir medidas más contundentes para atajar esta "pandemia". En un mensaje para los miembros del Congreso y el Senado, el presidente ha llamado a prohibir las armas de asalto y los cargadores de gran capacidad, así como ha pedido la universalización de los registros de antecedentes.
Biden ha reclamado al Congreso una reforma "significativa" y "de sentido común", poniendo como ejemplo al estado de Illinois, que ya ha adoptado alguna de las medidas que plantea a nivel federal el líder demócrata y candidato a la reelección.
Precisamente en este estado tuvo lugar el mortal asalto armado en mitad del Desfile por el 4 de Julio de 2022 que acogía la ciudad de Highland Park, al norte de Chicago. En él, un tirador llamado Robert Como se disfrazó de mujer para escaparse tras abrir fuego indiscriminadamente contra la multitud que asistía a los festejos.