Trump eleva su victimismo y habla de la "mayor caza de brujas" mientras intenta desviar el foco en el arranque del juicio por presunto fraude en la Organización Trump
El expresidente de EEUU se defiende, a su modo, de la causa que investiga si mintió para inflar el valor de los activos de la Organización Trump. La fiscalía pide 250 millones de multa por unas acciones "continuadas", lo que podría asestar un golpe muy notable a sus negocios.
De sala en sala. Donald Trump ha vuelto a declarar su inocencia y ha elevado su condición de víctima ante lo que ha denominado como "la mayor caza de brujas" en la enésima causa judicial contra él. Este lunes ha sido ante el Tribunal de Nueva York (EEUU) donde ha comenzado el juicio por supuesto fraude continuado durante años en la Organización Trump.
El expresidente de EEUU se ha personado en la corte, como prometió, para "limpiar" su nombre y su reputación casi una semana después de que el juez Arthur Engoron dictaminase que mintió para inflar el valor de los activos de la Organización Trump.
Tras atender a la exposición de su defensa, él mismo ha insistido en la validez de sus declaraciones financieras y el valor de sus propiedades, apoyándose en las primeras intervenciones de sus abogados, que alegaban que no había "intención" ni "víctimas" en la actuación de la compañía, en un intento por desviar el foco.
Sin embargo, para el magistrado el objetivo del magnate era reducir su factura fiscal, tal y como alegó en su fallo, en el marco de una demanda civil presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James. Esta elevaría el castigo a 250 millones de dólares (238 millones en euros), lo que podría suponer un golpe muy severo al emporio Trump.
De momento, el relato le durará meses, algo que también ha criticado a su salida aprovechando la pausa para comer. El juicio civil se extenderá hasta el 22 de diciembre, tal y como ha anunciado el juez Engoron al comienzo de la primera sesión, el único momento en el que ha permitido que las cámaras capturasen imágenes. "Es ridículo que tengamos que perder nuestro tiempo durante meses, deberían investigar los asesinatos y los delitos violentos", ha espetado Trump, acusando al "juez demócrata" de haber tomado ya una decisión.
Este discurso responde a su ya repetida estrategia de victimización en el rosario de citaciones y comparecencias en los últimos tiempos. Poco antes de comparecer, lanzaba en su red, Truth Social, que acudía "para luchar contra una fiscal general corrupta y racista y contra un juez fuera de control que odia a Trump, que se niega a aceptar una decisión del tribunal de apelaciones que deja fuera de combate el 80% de su caso". Poco después y ante los medios, ha calificado de "estafa" y "vergüenza" el juicio, tras lo que ha accedido al interior de la sala.
A la sala le han acompañado su hijo Eric (encausado igual que su hermano Donald Trump Jr.), así como varios socios de la compañía. La entrada, sin embargo, no ha sido con idéntico foco mediático. Trump y sus acompañantes han accedido por una puerta lateral, para evitar la nube de periodistas, curiosos y contrarios al magnate que había apostados en la puerta principal, bajo un fuerte despliegue policial.
Según la Fiscalía, Trump infló su patrimonio neto personal ante las instituciones financieras en 3.600 millones de dólares (unos 3.300 millones de euros). El origen de la demanda se remonta a 2019, cuando el antiguo abogado de la empresa, Michael Cohen, planteó preguntas sobre su estado financiero ante el Congreso.
Ante esto, la demanda del ministerio público, fijada en 250 millones de dólares, pretende restringir severamente la forma en que la familia Trump hacen negocios en la Gran Manzana.
Las otras causas que aún colean (y colearán)
La causa es independiente a las otras cuatro que mantiene abiertas el magnate y que se han venido sucediendo en poco más de un año.
En Georgia, por su presunta injerencia en las elecciones de 2020; en Nueva York, por pagos irregulares para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels por un affaire
extramatrimonial; en Florida, por haberse llevado a su mansión en Mar-a-Lago papeles clasificados cuando dejó la Casa Blanca en enero de 2021 y, por último, y quizás el más grave, en Washington, por su potencial implicación en el asalto al Capitolio llevada a cabo por sus simpatizantes para intentar impedir la certificación de la victoria de Joe Biden.
A estas cuestiones se les suma una condena, ya en firme, por haber abusado sexualmente de la escritora E. Jean Carroll, así como de difamarla. En la sentencia, Trump libró la acusación mayor, la de violación, si bien tendrá que afrontar un pago millonario en concepto de indemnización.
Vía libre a su candidatura pese a todo
No toda la actualidad judicial es contraria al magnate. Este mismo lunes y en paralelo a su declaración, el Supremo de EEUU ha rechazado estudiar un caso que pedía su inhabilitación como candidato por la implicación en el asalto al Capitolio y por la que se le juzgará próximamente.
Para el Alto Tribunal directamente no hay caso y ha optado por desetimar la demanda planteada por aJohn Anthony Castro, un desconocido aspirante a candidato republicano a la presidencia, que intentó acogerse a la 14 Enmienda a la Constitución, como recoge EFE. Este texto recoge que cualquier funcionario estadounidense que jure respetar la Constitución de los Estados Unidos está descalificado para ocupar un cargo futuro si "participó en una insurrección o rebelión o ha prestado ayuda a los insurrectos".