Detenido el general ruso Surovikin, acusado de ayudar al jefe de Wagner en su rebelión
'The Moscow Times' alude a dos fuentes del Ministerio de Defensa. El espionaje de EEUU ya había apuntado al alto mando como posible cómplice del motín.
Una fuente cercana al Ministerio de Defensa de Rusia ha informado esta noche a diversos medios la detención del general Serguei Surovikin, comandante adjunto del grupo conjunto de tropas rusas en Ucrania. Este alto mando es muy próximo al jefe del Grupo Wagner, Eugeny Prigozhin, y su máximo interlocutor en las Fuerzas Armadas de su país, cuya cúpula está enfrentada al líder de los mercenarios. Al parecer, el general ha sido arrestado concretamente en relación al motín de Wagner del sábado, cuando sus tanques empezaron a avanzar hacia Moscú.
La noticia la confirmado The Moscow Times basándose en dos fuentes cercanas al Ministerio de Defensa, pero los primeros rumores sobre el arresto de Surovikin ya fueron publicados previamente por el bloguero militar Vladimir Romanov. Según este analista, el general fue arrestado el 25 de junio, esto es, sólo un día después del intento de golpe militar o planteamiento de guerra civil, en palabras del presidente Vladimir Putin. Las fuentes de este medio confirman que Surovikin eligió el lado de Prigozhin durante la rebelión.
El martes, según altos cargos y fuentes de inteligencia anónimas de EEUU citadas por The New York Times, ya se supo que esta cercanía iba más allá de ser un canal de comunicaciones con Moscú: estaba en el ajo del levantamiento, decía Washington. Por su parte, el también neoyorquino The Wall Street Journal añadió que Prigozhin planeaba hacerse con el control de las fuerzas militares rusas tras capturar al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al jefe militar, Valery Gerasimov, pero que tuvo que adelantar su movimiento al ser descubierto, indican fuentes de inteligencia occidentales.
El conocido como "general Armagedón" por su mano dura, actuó hasta el sábado de enlace en el frente entre la cúpula militar en Moscú y el jefe de Wagner, pero también fue de los primeros mandos que emitió aún el viernes por la noche, cuando comenzó la rebelión, un llamamiento a los mercenarios para que desistieran de sus planes.
El Ministerio de Defensa no ha comentado nada oficialmente sobre estas informaciones tan graves.
Putin retoma su agenda
Putin, precisamente, retomó hoy su agenda normal tras dedicarse cuatro días a apagar las consecuencias de la rebelión armada de Prigozhin y su gente, mientras surgen las primeras informaciones sobre una purga en las filas de las Fuerzas Armadas; Surovikin es la cabeza más alta de cuantas habrían rodado hasta ahora.
El conocido canal de Telegram de información sobre la guerra en Ucrania Rybar señaló hoy que la rebelión armada "se convirtió en el motivo de purgas a gran escala en las filas de las Fuerzas Armadas". "Desde hace varios días investigadores y representantes del Servicio Federal de Protección (encargado de la seguridad de altos cargos, incluido Putin) entrevistan a jefes de mando militar y a comandantes de unidades", aseguró.
Otros blogueros militares aseguran que la supuesta purga también afecta a los pilotos que se negaron a atacar las columnas de Wagner que se acercaban a Moscú el sábado y a los guardias fronterizos que tampoco frenaron a los wagner en la región de Rostov.
Tras pasar la mañana en el Kremlin, el mandatario voló a Daguestán, en el Cáucaso Norte, para hablar de turismo y reunirse con el jefe de esta república, Serguéi Melikov, en una señal de que Putin quiere pasar página a este episodio, al menos en público.
Sin embargo, las consecuencias de la sublevación aún perdurarán. El presidente mismo dio la víspera indicaciones de que así será. Pese a haberse cerrado el caso penal contra el empresario de 62 años de San Petersburgo, Putin sugirió que Prigozhin puede no estar tan libre de persecuciones judiciales en su exilio en Bielorrusia.
Insinuó que se investigarán sus negocios y si hubo "robos" en los contratos multimillonarios de cáterin para el Estado y las Fuerzas Armadas que se adjudicó una de sus empresas, Concord. Prigozhin tiene registradas a su nombre seis empresas, mientras que otras compañías están vinculadas a él y negocios como restaurantes y hoteles a su familia.
Putin "está tratando de presentar al financiero del Grupo Wagner como corrupto y mentiroso para destruir su reputación entre el personal de Wagner y dentro de la sociedad rusa", indicó hoy el estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).
Y es que Prigozhin ha ganado en apoyo popular desde que empezó a denunciar en audios y vídeos el "caos" ruso en la guerra en Ucrania y a criticar la gestión y "corrupción" de los "burócratas" de Defensa.
Según un sondeo del centro Levada, el único independiente y declarado "agente extranjero", la confianza de los rusos en el jefe de Wagner fue en mayo del 4 % frente al 1 % de abril.
Por primera vez se situó entre los diez primeros políticos con mayor confianza de los rusos y solo por detrás de su enemigo, el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú (10 %).
Que el empresario goza de cierta popularidad entre los rusos ya se podía ver cuando decenas de ciudadanos despidieron con aplausos a los mercenarios y Prigozhin en el momento de su retirada de la sureña ciudad de Rostov del Don, que habían tomado durante el motín.
La "limpieza" del Grupo Wagner iniciada por el Kremlin y Defensa consiste en obligar a los mercenarios a firmar contratos con el Ejército regular o irse a sus casas o al exilio a Bielorrusia.
Pero algunos observadores militares rusos señalan que no será la única limpieza que acometa Putin después de la insurrección.