El descomunal barco de EEUU se mete en el patio trasero de Rusia
La presencia norteamericana es entendida como una amenaza "injustificada" por parte del Kremlin.
La tensión entre Rusia y Estados Unidos se recrudece con el paso de las semanas. Si la guerra ruso-ucraniana está siendo el centro de todas las disputas en el plano geopolítico, ahora las tensiones se trasladan también al ártico como consecuencia del nuevo movimiento del país norteamericano.
La razón que ha motivado este nuevo episodio es la llegada del portaaviones estadounidense USS Gerarld R. Ford, el más grande del mundo, a Noruega, con el objetivo de realizar maniobras de entrenamiento con las Fuerzas Armadas del país nórdico, que involucrará a 150 aviones de 14 países en el Ártico a partir del 29 de mayo.
La postura de Estados Unidos no ha gustado nada en el Kremlin, que ha exigido explicaciones a través de su embajada en Noruega, asegurando que "no hay cuestiones en el norte que requieran una solución militar, ni temas en los que se necesita una intervención externa". El miedo de Moscú se produce ya que Noruega es miembro de la OTAN y además, hace frontera con Rusia, tanto marítima -mar de Barents- como terrestre.
Rusia interpreta estos movimientos como una amenaza directa a su territorio, ya que la presencia rusa en el Ártico no es cosa menor, ya que cuenta con tres millones de kilómetros cuadrados donde habitan alrededor de 2,5 millones de rusos, lo que supone un 40% de la población total del Ártico en todo el mundo, por lo que Rusia lo considera como su 'patio trasero'.
Se trata también de un enclave de enrome trascendencia, debido a que allí se encuentran el 25% de las reservas de gas y petróleo a nivel mundial. Todo esto hace que se trate de un punto de conflicto por su control por parte de las principales potencias.
No es la primera vez que ocurre
Desde EE.UU. se ha informado de que Oslo será la primera escala de un programa que durará unos seis meses, de los cuales, buena parte de ellos, transcurrirán en los mares del norte, en palabras del capitán de la Armada, Brian Metcalf.
La trascendencia de presencia norteamericana en este enclave es especialmente importante ahora por el conflicto armado en Ucrania, aunque hay que recordar que el país dirigido por Biden lleva realizando este tipo de maniobras con portaaviones desde diciembre de 2021, precisamente cuando la inteligencia estadounidense detectó movimientos de tropas rusas que se estaban preparando para la invasión de Ucrania.
En esa ocasión, el portaaviones en cuestión era el USS Harry S. Truman, que finalmente se dirigió hacia el Pentágono en lugar de continuar con la hoja de ruta prevista, por el Canal de Suez. Una vez llegó a su territorio, el USS Gerard Ford le tomó el relevo.
El ministro de Defensa de Noruega justifica esta presencia asegurando que "esta es la expresión concreta de nuestra estrecha relación con Estados Unidos y demuestra la voluntad de defensa colectiva y disuasión".
El USS Gerald R. Ford cuenta con 333 metros de eslora y 100.000 toneladas de desplazamiento con un sistema de propulsión nuclear. Se trata del barco más moderno de la marina norteamericana y puede llevar a bordo hasta 4.500 tripulantes, 90 cazas y helicópteros.
Esta visita tendrá lugar en un momento en el que se están produciendo las maniobras "Formidable Shield 2023" en el Oceáno Atlántico Norte, y que cuenta con la presencia de trece países de la OTAN.