Cruzada internacional para evitar la guerra en Sudán: EEUU llama a las partes y les pide tregua
Hay preocupación por la evolución del conflicto entre militares y milicias y por ataques a extranjeros, como el embajador de la UE y diplomáticos de Washington.
La situación en Sudán se descompone, para alerta del mundo. El choque entre tropas oficiales y milicianos, que durante años han colaborado para impedir un Gobierno civil democrático y que ahora pelean por el poder, ha puesto al país al borde de la guerra civil. Por eso, se acumulan los llamamientos internacionales a la calma, que esta noche han cristalizado en una llamada doble del mediador más fuerte que existe, EEUU.
Su secretario de Estado, Antony Blinken, ha hablado con las dos figuras militares importantes de Sudán, cuando los muertos por el enfrentamiento rozan los 200, para pedirles un alto el fuego. Blinken ha hablado por separado con el jefe del Ejército sudanés y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, y su número dos en el organismo y líder de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemedti.
El portavoz adjunto del secretario, Vedant Patel, ha indicado que Blinken ha trasladado a Al Burhan y Hemedti la "urgencia de alcanzar un alto el fuego que permita la entrega de ayuda humanitaria a los afectados por los combates, la reunificación de las familias sudanesas y permita a la comunidad internacional en Jartum asegurarse de que su presencia es segura".
"(El secretario de Estado) ha subrayado la responsabilidad de los dos generales de garantizar la seguridad y el bienestar de los civiles, el personal diplomático y los trabajadores humanitarios", reza un comunicado.
Asimismo, Blinken ha expresado "su grave preocupación" por la muerte de civiles sudaneses, así como por los heridos, como consecuencia de los combates "indiscriminados".
Por su parte, Hemedti ha agradecido al mandatario estadounidense su llamada y la "vital conversación" que han mantenido, asegurando que son "participantes reticentes de la guerra" pero que consideran "necesario proteger a nuestra gente y defender nuestros valores".
También ha reafirmado su "compromiso inquebrantable con la salvaguarda de los civiles inocentes en las áreas de nuestro control", según ha publicado en un comunicado a través de su cuenta en la red social Twitter.
Este compromiso, ha insistido, "refleja nuestro respeto por la dignidad humana y la santidad de la vida". Además, ha agradecido a Estados Unidos su apoyo y compromiso por "recuperar la estabilidad en Sudán", y ha asegurado que continuarán las conversaciones telefónicas con el país norteamericano.
EEUU no es el único que pide paz. Los ministros de Exteriores del G7 condenaron esta noche enérgicamente los enfrentamientos en Sudán y reclamaron un alto al fuego y el regreso al diálogo para "restaurar la transición democrática". "Instamos a las partes a que pongan fin a las hostilidades de inmediato y sin condiciones previas. Hacemos un llamamiento para que renuncien a la violencia, regresen a las negociaciones y tomen medidas activas para reducir las tensiones", recogió la declaración conjunta adoptada hoy al término de la reunión de Exteriores que el Grupo de los Siete celebró en la ciudad nipona de Karuizawa.
Los cancilleres de Japón, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos hicieron énfasis en la protección de los civiles en la zona, incluyendo el personal diplomático y humanitario.
Y es que se han producido, que se sepa, dos agresiones a personal de la UE y de EEUU. Por un lado, el embajador de la Unión Europea, Aidan O´Hara, está "ileso" tras ser atacado este lunes en su residencia en Jartum, dijo la misión de la UE en el país africano. "Nuestro embajador resultó ileso, Alhamdulilah (gracias a Dios, en árabe", dijo la misión de la UE en Sudán en su cuenta de Twitter.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo esta noche en la misma red social que O'Hara fue "atacado en su residencia", y afirmó que "la seguridad de las instalaciones y el personal diplomáticos es una responsabilidad primordial de las autoridades sudanesas y una obligación en virtud del derecho internacional".
Por su parte, Blinken ha confirmado este martes que un convoy diplomático estadounidense fue atacado en la víspera en Sudán, sin que resultaran heridos sus integrantes, por parte de la milicia paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido. "Todas las amenazas en las que se vieron involucrados nuestros diplomáticos han sido resueltas", dijo Blinken, quien también evitó dar más detalles sobre un incidente "que está aún bajo investigación para tratar de determinar qué ocurrió exactamente".
Todos los integrantes se encuentran "a salvo" tras un incidente "temerario e irresponsable" por tratarse de vehículos con matrículas diplomáticas, dijo Blinken, quien también señaló que sus milicias dispararon a banderas estadounidenses del convoy.
Este lunes, y por tercer día consecutivo, se han dado intensos combates entre las dos partes del conflicto en la capital del país, Jartum, así como en otros puntos de la geografía sudanesa. Tras el estallido del conflicto, la ONU, que ha señalado que intentará detener los combates por motivos humanitarios, ha cifrado en 185 los fallecidos y 1.8000 los heridos.
Las causas de la crisis
Los enfrentamientos han estallado tras semanas de tensiones entre el Ejército y las RSF en el marco de las conversaciones con organizaciones civiles de cara a la formación de un nuevo gobierno de unidad que devuelva al país a la senda de la transición tras el golpe de Estado liderado en octubre de 2021 por Al Burhan contra el entonces primer ministro, Abdalá Hamdok, quien asumió el cargo tras un acuerdo entre militares y civiles tras el derrocamiento en 2019 del entonces presidente, Omar Hasán al Bashir.
Las principales diferencias, que aplazaron el acuerdo sobre la nueva Constitución y la formación del Ejecutivo, giraban en torno a la integración de las poderosas RSF en las Fuerzas Armadas, así como sobre las reformas en el aparato de seguridad. Ambas figuras, anteriormente aliadas de Al Bashir y que ascendieron al poder tras la asonada de 2019, han mostrado su voluntad de garantizarse la mayor cuota posible de poder de cara a la futura transición.
Estados Unidos ha estado en contacto con el Ejército de Sudán y la poderosa milicia paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) para pedirles un cese inmediato de la violencia, reveló este lunes John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
"Hemos estado en contacto directo tanto con las Fuerzas Armadas de Sudán como con las Fuerzas de Apoyo Rápido. Les hemos urgido a que cesen esas hostilidades de manera inmediata y sin poner ninguna condición previa", explicó en una conferencia de prensa telefónica.