La ciudad europea en la que se refugian los periodistas exiliados rusos
Más de 300 periodistas rusos han huido de su país con destino a Riga, capital de Letonia, desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania.
Más de 300 periodistas rusos han huido de su país con destino a Riga, la capital de Letonia, desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania hace este viernes un año. En este país, que tiene frontera con Rusia, ya vivía mucha población de origen ruso, pero la guerra desencadenó el exilio.
Ahora, tras doce meses de guerra en Ucrania, no solo trabajan en Letonia reporteros rusos, también hay ucranianos —pocos, comparados con los rusos, que se encontraban en las regiones ocupadas de Donbás, Zaporiyia y Jersón y abandonaron el territorio antes de la ocupación— y medios internacionales que antes tenían su sede en Moscú.
También se encuentran en la ciudad periodistas ucranianos que, por la labor que hacen, se han trasladado para garantizar la conexión a Internet y eléctrica que en Kiev, por los ataques rusos, no tienen asegurada y puede impedir su trabajo. El Kremlin los ve a todos como agentes extranjeros. Así lo ha explicado el periodista de El País Carlos Torralba, que ha acompañado a un grupo de periodistas rusos exiliados en la ciudad.
En los últimos meses, Letonia ha cogido una importancia a nivel europeo mayor que la que tenía antes, ya que junto al resto de países Bálticos son los que tienen una postura más dura con Rusia, ha señalado. El periodista ha conocido a una decena de periodistas exiliados en el país.
El Riga Media Hub, una fundación que recibe fondos de varias organizaciones internacionales europeas cuya función es permitir a los periodistas exiliados en el país seguir ejerciendo su trabajo e informando desde allí, ha sido la encargada de poner a Torralba en contacto con estos periodistas.
Medidas de seguridad
Así, según ha relatado, estos trabajadores han escogido la ciudad de Riga por varias razones: si ubicación cercana a la parte europea de Rusia, porque es una ciudad accesible económicamente y, sobre todo, porque la mayor parte de la población habla o entiende el ruso al haber una minoría étnicamente, de casi el 25% de los habitantes, y aún más gente que tiene el ruso como lengua materna.
Para saber más de la situación de algunos de los periodistas que decidieron moverse a Letonia, el periodista se ha acercado al Riga Media Hub, un espacio de trabajo moderno con equipos informático de última generación, varias salas de reuniones y un estudio para grabar podcasts por el que los periodistas no tienen que pagar nada.
Llegar hasta allí, sin embargo, no fue tarea fácil para este periodista, ya que le dijeron que la ubicación era secreta y "bajo ningún concepto podía transmitir la dirección a ninguna persona". Lograr el acceso le costó muchos correos con la directora del espacio, que comprobó su historial para asegurarse de que era la persona que decía ser. Finalmente, en el último momento antes de la hora a la que habían quedado, fue cuando se le reveló la dirección.
Estas medidas de seguridad, señala el periodista, se deben a que resultan "incómodos" entre la población en Letonia y podría haber riesgo de que alguien quisiere "hacerles algo", además del peligro de que Rusia intente infiltrar espías que comuniquen información al Kremlin sobre estos trabajadores.