Cazas alemanes y suecos paran los pies a Putin a las puertas de Europa

La creciente tensión entre Europa y Rusia, que se ha acentuado todavía más después del estallido de la guerra en Ucrania, ha escrito un nuevo episodio, esta vez, desde el espacio aéreo internacional situado sobre el mar Báltico. Allí, el despliegue de varios aviones de combate alemanes y suecos lograron paran los pies a Putin a las puertas de Europa. 

Según recoge el portal European Pravda, el pasado 3 de agosto, dos Eurofighter de la Luftwaffe y dos aviones suecos se vieron obligados a desplegarse en la zona para tratar de establecer contacto con alguno de los aviones rusos que se aproximaban a la costa de Letonia, al parecer, mientras realizaban un ejercicio de maniobras conjuntas con buques de guerra como parte de un ejercicio que Rusia había programado con antelación.  

De acuerdo con el portavoz de la Fuerza Aérea Alemana, "los aviones rusos llevaban los transpondedores apagados y no respondían a las llamadas radiales de nuestros pilotos, lo que ha elevado la preocupación sobre la seguridad aérea". Además, los cazas de Rusia no  comunicaron su plan de vuelo, un protocolo estándar en el Báltico para evitar problemas derivados de malentendidos y garantizar la seguridad en la región.

Mientras tanto, la presencia militar estadounidense en la región también se ha reforzado. Dos bombarderos estratégicos B-52H de la Fuerza Aérea de Estados Unidos llegaron a Rumanía, listos para afrontar el que será su primer despliegue desde el país. Esta medida refuerza la postura de EE.UU. en Europa del Este, subrayando el compromiso con la seguridad de la región.

El patrón de intervenciones se ha vuelto recurrente en la región del Báltico; en julio, los pilotos finlandeses y los suecos también se habían enfrentado a varios aviones rusos que surcaban los cielos cerca de las fronteras del continente. “Nuestra prioridad es garantizar la seguridad y la estabilidad en la región, y estamos preparados para actuar cuando sea necesario”, concluyó el portavoz.