Biden le dice a Qatar que Israel está listo para seguir con la propuesta de tregua en Gaza
El plan de alto el fuego en la franja palestina se convierte en un mortal juego de supervivencia entre las partes, cuando los muertos superan los 36.000 y se acumulan los ataques en camps de refugiados y la muerte por hambre de menores.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está asumiendo personalmente los avances de las negociaciones para una tregua en Gaza, sabedor de lo que suponen los 36.000 palestinos muertos sobre la mesa, tanto para la estabilidad de Oriente Medio como para la suya propia en pleno año electoral. Por eso, es él quien está informando de los pasos que se van dando alrededor de la última propuesta, en apariencia la más esperanzadora.
Esta noche, en una llamada con el emir de Qatar, Amir Sheikh Tamim Bin Hamad, que Israel está "listo para seguir adelante" con su propuesta para la liberación de los rehenes, a pesar de las críticas que ha hecho el Gobierno israelí. Biden aprovechó la conversación para pedirle a Qatar que utilice su influencia sobre Hamás para que el grupo islamista palestino también dé el visto bueno a la propuesta de alto el fuego.
"El presidente confirmó la disposición de Israel a seguir adelante con las condiciones que ahora se han ofrecido a Hamás", detalló la Casa Blanca en un comunicado.
"Ambos confirmaron que el acuerdo de alto el fuego integral y liberación de rehenes que está ahora sobre la mesa ofrece una hoja de ruta concreta para poner fin a la crisis en Gaza", aseguró el comunicado.
Biden aseguró en la llamada que "esta es la mejor oportunidad para un acuerdo" y responsabilizó a Hamás de prolongar el sufrimiento de los civiles en Gaza por su rechazo a liberar a los rehenes capturados desde el ataque del 7 de octubre pasado.
Estados Unidos reiteró que trabajará con Qatar y con Egipto para garantizar la implementación del alto el fuego y su mantenimiento, pese a que Israel ha dicho que no cejará en su ofensiva hasta que Hamás haya sido destruido por completo.
En opinión de Biden, "Hamás es el único obstáculo para llegar a un alto el fuego completo", así como para dar un respiro a la población de Gaza, que lleva meses bajo asedio y sufriendo hambruna y falta de servicios básicos.
El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Matthew Miller, dijo este lunes en una rueda de prensa que un "conflicto interminable en Gaza en busca de algún tipo de victoria total no hará que Israel sea más seguro" porque "exacerbará" las tensiones en la Cisjordania ocupada y en la frontera con el Líbano.
Según el portavoz de la diplomacia estadounidense, el Ejército israelí ya ha logrado desmantelar las capacidades ofensivas de Hamás, de manera que el grupo islamista palestino no podría repetir un ataque contra Israel como el del 7 de octubre del año pasado.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha insistido en que quiere una "victoria total" sobre Hamás, evitó este lunes comprometerse con la propuesta de tregua y aseguró que el plan detallado el viernes pasado por Biden estaba incompleto.
Por ahora, esta noche se ha dad otro paso importante: el Gobierno de Estados Unidos ha presentado una resolución al Consejo de Seguridad de la ONU expresando su apoyo a la propuesta de alto el fuego. Su texto considera que "llevaría al fin de la guerra de una manera que garantice la seguridad de Israel y brinde alivio inmediato a los civiles de Gaza".
La representante de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, ha realizado el anuncio, destacando que "la propuesta que ahora está sobre la mesa para poner fin a los combates en Gaza" incluye un alto el fuego y un acuerdo sobre rehenes. "Los miembros del Consejo no deben dejar pasar esta oportunidad. Debemos hablar con una sola voz en apoyo a este acuerdo", ha manifestado.
Un juego mortal de supervivencia
Para los líderes tanto de Hamás como de Israel, poner fin a la guerra en Gaza se ha convertido en un juego mortal de supervivencia. Los términos en los que finalmente termine la guerra podrían determinar en gran medida su futuro político y su control del poder. Para el líder de Hamás, Yahya Sinwar, incluso su supervivencia física, dicho sea de paso.
En parte, esa es la razón por la que las negociaciones anteriores han fracasado. También es la razón por la que la cuestión de cómo poner fin permanentemente a los combates se ha pospuesto para las últimas etapas del plan esbozado por el presidente Biden el viernes pasado.
Biden reconoció que esa transición entre conversaciones sobre un acuerdo limitado de rehenes por prisionero y discusiones sobre un alto el fuego permanente sería “difícil”. Pero también es de donde probablemente dependa el éxito o el fracaso de este último acuerdo.
Netanyahu, cmo se ha visto en las últimas horas, tiene fuertes razones internas para querer llevar este acuerdo paso a paso. La primera fase, como la describió Biden, supondría la liberación de decenas de rehenes, tanto vivos como muertos. Esto sería ampliamente bienvenido en un país donde el hecho de no liberar a todos los retenidos por Hamás es, para muchos, una mancha moral flagrante en su gestión de la guerra.
Pero es poco probable que el partido-milicia entregue a sus rehenes políticamente más sensibles –mujeres, heridos, ancianos– sin algún tipo de garantía de que Israel no reiniciará simplemente la guerra una vez que estén en casa.
Las filtraciones, citadas por los medios israelíes el lunes por la mañana, sugirieron que Netanyahu había dicho a sus colegas parlamentarios que Israel podría mantener abiertas sus opciones. Esa opción, reanudar los combates, hasta que Hamas sea “eliminado”, es, según algunos analistas locales, lo mínimo que exigirán los socios de coalición de extrema derecha de Netanyahu, nacionalistas y religiosos.
Sin su apoyo, el premier se enfrenta a la perspectiva de elecciones anticipadas y la continuación de un juicio por corrupción. Netanyahu necesita mantener abiertas sus opciones a largo plazo para tener una oportunidad de ganar su apoyo para cualquier acuerdo inicial con rehenes. Por otro lado, es probable que los líderes de Hamás quieran garantías permanentes de alto el fuego por adelantado.
Acuerdos anteriores se han derrumbado en este abismo, justamente. Salvarlo ahora dependerá de cuánto margen de maniobra tenga Netanyahu con sus aliados gubernamentales ultras para encontrar alternativas a la “eliminación” de Hamás, y hasta qué punto los líderes de Hamás están dispuestos a considerarlas.
Netanyahu habló durante el fin de semana sobre la destrucción de las “capacidades militares y de gobierno” del Movimiento de Resistencia Islámicoo y sobre cómo garantizar que el grupo ya no represente una amenaza para Israel.
Pocos cuestionan que Hamás ha sufrido pérdidas importantes en su infraestructura militar e incluso, dicen algunos, en su apoyo público dentro de Gaza y su control de las calles. Sin embarho, no hay señales de que Israel haya matado o capturado a sus principales líderes, el propop Sinwar y Mohammed Deif, y dejarlos libres en Gaza para celebrar la retirada de las fuerzas israelíes significaría un desastre político para el asediado primer ministro de Israel.
Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo esta noche que, aunque las capacidades de Hamás se habían "degradado constantemente" en los últimos meses, seguía siendo una amenaza y Estados Unidos no creía que el grupo pudiera ser eliminado militarmente.
Por otra parte, el portavoz militar, el contralmirante Daniel Hagari, dijo que el ejército israelí podría garantizar la seguridad de Israel en caso de que el gobierno acuerde cualquier tregua. Sin embargo, Yanir Cozin, corresponsal diplomático de la estación de radio militar de Israel, GLZ, cree que Netanyahu no pondrá fin a la guerra hasta que pueda presentarla como un éxito, cita la BBC.
"Un acuerdo que abandone a Hamás es un gran fracaso", afirmó. “Ocho meses después, cuando no se ha logrado ninguno de los objetivos de la guerra (no acabar con Hamás, traer de vuelta a todos los rehenes o asegurar las fronteras), entonces no quiere poner fin a la guerra. Pero también entiende que no puede dejarlo hasta las próximas elecciones israelíes en 2026”. “Si puede decir: 'Exiliamos a Sinwar y Deif, no viven en Gaza' -y si la gente que vive cerca de Gaza y la frontera norte puede regresar- creo que podrá mantener unido a su gobierno. Pero hay muchos 'si'”.
Es muy poco probable que Hamás acepte el exilio o la rendición de sus principales figuras. Pero están surgiendo claras divisiones entre los líderes de Hamás dentro y fuera de Gaza. El exprimer ministro israelí Ehud Barak, que también fue ministro de Defensa, dijo a la radio israelí ayer que el presidente Biden había anunciado el acuerdo "después de ver que Netanyahu sólo avanza cuando está seguro de que Sinwar se negará". "¿Cómo crees que reaccionará Sinwar cuando tiende a estar de acuerdo y luego le dicen: pero date prisa, porque todavía tenemos que matarte después de que devuelvas a todos los rehenes", enfatizó.
Mucha intrahistoria, pero un mismo objetivo: que pare la guerra.