Así es 'bumerán': el dron suicida ruso invisible para Ucrania y que alcanza 170 km/h
Pero estos no vienen de vuelta. Todo lo contrario.
La guerra de Ucrania se ha convertido en el gran campo de pruebas de armamento de nuestro tiempo, al igual que ocurrió con otras contiendas más recientes como la guerra civil siria o en su día lo hicieron la I y la II Guerra Mundial. Sin embargo, la invasión rusa hace honor a su época y ha demostrado que en tan solo un año puede contar con distintas fases en las que se ha probado clave el uso de un gran abanico de tipos de drones.
El arma que está marcando la última serie de ataques rusos, bien contra edificios residenciales con población civil en su interior o bien contra infraestructuras energéticas, está demostrando su valía y capacidad de cara al futuro con oleadas de ataques que suponen un menor gasto para las tropas de Putin y que permiten realizar bombardeos cada vez más difíciles de detener para las defensas antiaéreas ucranias. También Ucrania los ha incorporado con éxito y ya han causado temor incluso en territorio ruso.
Primero fueron los drones kamikaze de fabricación iraní, pero lo que ahora Rusia ha dado un paso más con el denominado 'dron bumerán'. A pesar del nombre, también estamos ante un arma con billete solo de ida hacia la destrucción. Se trata de un dispositivo que también puede ser apodado 'suicida', puesto que su objetivo es penetrar velozmente en territorio enemigo portando una carga explosiva que estalla cuando alcanza el objetivo.
Sus virtudes: rápido, invisible y tan simple como explosivo
“El Búmeran es un sencillo drone deportivo con cuatro rotores, cuatro pequeños motores y una enorme batería de almacenamiento”, detalló el Ministerio de Defensa de Rusia, en declaraciones recogidas por 20 Minutos. ¿Su mayor ventaja? Es capaz de alcanzar una velocidad de unos 170 kilómetros por hora (KM/h), al tiempo que “lleva un contenedor lleno de elementos explosivos y un detonador”. Sencillo y simple.
Su versatilidad es tal que gracias a su diminuto tamaño es capaz de volar a ras de copas de los árboles lo que dificulta su identificación visual. No se queda ahí. En el plano de la localización vía electrónica también es prácticamente indetectable, gracias a que no cuenta con conexión satelital.
Esa carencia de conexión satelital que le blinda ante intentos cibernéticos del enemigo de hacerse con su control o desviar su ruta no quiere decir que flojee en su control por parte del soldado ruso que lo opera, no. Y de hecho hay que hablar de plural, porque para utilizar este pequeño dron 'bumerán' es necesario un asistente que va guiando y dando indicaciones al operador principal, que cuenta con una visión increíble gracias a las gafas de realidad virtual para manejarlo.