El aliado de Putin pide parar la guerra inmediatamente
"Debemos detenernos ahora, sentarnos a la mesa de negociación. Sin condiciones previas".
El máximo aliado de Vladimir Putin, y protagonista inesperado durante el levantamiento provocado por Prigozhin a finales de junio, Alexander Lukashenko, ha elevado el tono para solicitar a todas las partes implicadas que se sienten en la mesa de negociaciones y pongan, aunque sea de forma provisional, final a la guerra.
En su intervención, Lukashenko ha pedido que de producirse esas conversaciones, se hagan sin precondiciones establecidas, al mismo tiempo que aseguró que la contraofensiva llevada a cabo por Kiev no tendrá resultados.
"Hoy tenemos que pensar de nuevo. Hay un paquete de negociaciones sobre la mesa, todo un paquete de temas que se pueden acordar. "Hoy podemos hablar con Ucrania y llegar a algún tipo de acuerdos de paz. Mañana será imposible", afirmó el líder bielorruso durante un encuentro con medios extranjeros, según informa la agencia BELTA..
También tuvo unas palabras para Volodimir Zelenski, al destacar que "se ha dado cuenta finalmente de que no ganará esta guerra", aludiendo a las consecuencias que acarreará continuar con el conflicto con "la muerte de miles y miles de personas":
Importancia de la cumbre de la OTAN
Pese a mostrarse más apaciguador que en la mayoría de sus apariciones públicas, Lukashenko también recordó que para la cumbre de la OTAN en Vilna el próximo 11 de julio, Ucrania debe "demostrar algo" ante sus aliados, y destacó que, a día de hoy, Ucrania cuenta con grandes reservas estratégicas.
"Debemos detenernos ahora. Ya hemos hecho muchas cosas malas. Pero podría ser peor. Por lo tanto, debemos detenernos ahora, sentarnos a la mesa de negociación. Sin condiciones previas. Debemos decidir todo en la mesa de negociaciones", destacó el líder bielorruso.
Kiev no está receptiva
Por su parte, el país liderado por Zelenski no termina de ver con buenos ojos estas declaraciones de Lukashenko, ya que según argumentan, no pueden ver en Bielorrusia un país ajeno al conflicto y que medie en la guerra, debido a que se trata del más estrecho aliado de Rusia.
Además, Kiev considera que en estos momentos no hay nada que hablar, ya que la prioridad es "recuperar los territorios ocupados" y lograr la retirada del ejército ruso del país, incluyendo Crimea.
Otro de los aspectos que Ucrania teme son las condiciones de cualquier tregua o cese del fuego, ya que en caso de que se cierre en falso, puede tratarse de una estrategia del Kremlin con la que congelar la guerra y ganar tiempo, descanso y provisiones de cara a los siguientes ataques.
Rusia se muestra 'tranquila', y avisa a Ucrania de que las condiciones para un alto al fuego no pueden ser las mismas que hace más de un año, y que cualquier tipo de negociación deberá tener en cuenta "las realidades" del terreno, por lo que Ucrania debería reconocer a Crimea, Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón como territorios rusos.