Los que se quedan
En 2012 los suicidios aumentaron un 11% según las últimas estadísticas publicadas por el INE. Nos enfrentamos a un tema subestimado por factores sociales y políticos. El silencio solo contribuye, en muchos casos, a profundizar el sufrimiento de las familias de las víctimas y a su estigmatización.
Foto: OLMO CALVO.
En 2012 los suicidios aumentaron un 11% según las últimas estadísticas publicadas por el INE. Los expertos son prudentes a la hora de establecer una relación de causa efecto entre suicidio y crisis, pero si reconocen en ésta un factor detonante en el incremento de los casos de depresión y ansiedad.
Los datos son cuanto menos preocupantes y nos obligan a reflexionar sobre las consecuencias que la crisis en la que estamos inmersos tiene sobre la salud mental de la población.
Culturalmente el suicidio ha sido y es un tema tabú, aunque hoy sea según el INE la primera causa de muerte violenta en España con 3.539 casos. Antes lo eran los accidentes de tráfico, pero un exhaustivo trabajo de concienciación, educación y sensibilización ha hecho que el número de víctimas descendiera en la última década, hasta quedar por detrás del suicidio. A día de hoy, no se recuerda ninguna campaña educativa, informativa o de sensibilización impulsada por el estado que prevenga la muerte por suicidio.
Una gran parte de estas víctimas están relacionadas de alguna manera con la situación de crisis que sufrimos en España. No faltarán voces escandalizadas ante la fotografía de una anciana rebuscando en la basura o de una persona durmiendo en la calle, pero ¿cómo reaccionamos ante el suicidio por causas económicas? El desempleo, las dificultades para hacer frente al pago de hipotecas, los desahucios: situaciones que pueden empujarnos hacia el precipicio.
Foto: OLMO CALVO.
Nuestra actitud depende, entre otros factores, de la información que tenemos sobre un tema.
En España la realidad de los suicidios vinculados a la crisis económica se ha tratado con escasa profundidad y muchas veces con el sensacionalismo propio de la noticia del día. Los periodistas tenemos una gran responsabilidad al respecto. La Organización Mundial de la Salud reconoce en un documento de su programa SUPRE que "los medios pueden jugar un rol activo en la prevención del suicidio", y afirma que "informar de manera exacta, apropiada y potencialmente útil puede prevenir una trágica pérdida de vidas".
Nos enfrentamos a un tema subestimado por factores sociales y políticos. El silencio solo contribuye, en muchos casos, a profundizar el sufrimiento psicológico de las familias de las víctimas y a su estigmatización. Entendemos que es nuestra obligación visibilizar esta realidad de manera correcta y para ello vamos a producir Los que se quedan, un documental sobre los suicidios relacionados con la crisis económica en España. Queremos contribuir a la comprensión, debate y prevención de esta problemática afrontando el tema con rigor y honestidad y con el firme compromiso de huir de sensacionalismos.
Foto: OLMO CALVO.
Tras nuestro primer trabajo sobre la situación económica y social en España, No job land, un multimedia acerca del desempleo de larga duración que ha tenido amplia repercusión dentro y fuera de nuestro país, estamos decididos a seguir retratando las consecuencias de la crisis. Para ello hemos abierto una campaña de micro mecenazgo a la que se puede contribuir desde 5€, para reunir los fondos necesarios para hacer realidad este proyecto, el cual estará disponible online y de forma gratuita una vez terminado.
Queremos la implicación de la sociedad: hoy el periodismo lo construimos entre todos y todas.
Los que se quedan es un proyecto impulsado por tres periodistas freelance: Gabriel Pecot, Eva Filgueira y Olmo Calvo. Cada uno de nosotros con amplia experiencia en el fotoperiodismo, la fotografía documental o el multimedia. Juntos hemos producido No Job Land. Esperamos que, con vuestra ayuda, también Los que se quedan.
Hoy tenemos la oportunidad de apoyar y de hacer el periodismo que queremos.
No Job Land from No Job Land on Vimeo.