Madrid se merece los juegos olímpicos
Después de 12 años de intenso trabajo tenemos un proyecto excelente con un apoyo popular muy superior a nuestros rivales, un 80% de instalaciones construidas, una experiencia deportiva que garantiza éxito y un coste financiero sin riesgos en estos momentos de crisis económica.
Hace ya mas de doce años, siendo entonces alcalde de Madrid Don José María Álvarez del Manzano, me propusieron encargarme de la dirección de la candidatura olímpica. Después de haber vivido muy de cerca la experiencia de Barcelona 92 y haber trabajado en diferentes puestos para el Movimiento Olímpico Internacional me pareció que era el momento de dejar mis cargos internacionales y comenzar a trabajar en un proyecto tan ilusionante como traer a tu ciudad unos juegos olímpicos.
Como cualquier doctor a la hora de diagnosticar a un paciente, con un gran equipo de profesionales, nos pusimos a analizar mediante test comparativos con otras potenciales ciudades rivales, el estado de salud deportiva de Madrid y nos dimos cuenta que el enfermo estaba muy pero que muy mal.
Por un lado, no se habían celebrado acontecimientos internacionales deportivos desde el campeonato del mundo de natación del año 1986. Sus instalaciones estaban totalmente obsoletas y el único palacio de deportes que existía se quemó.
Nos pusimos manos a la obra en tres direcciones:
a) Organizar el máximo de competiciones deportivas internacionales. En un plazo de cuatro años celebramos más de dieciséis campeonatos del mundo de deportes olímpicos y masters series de Madrid. Además de celebrar reuniones internacionales de alto nivel como la primera edición de Sportaccord o la asamblea de la Agencia Mundial Antidopaje. Madrid durante estos años fue el centro de atención mundial del deporte.
b) Construir instalaciones deportivas que tuvieran homologación olímpica como el Palacio de deportes de Madrid, Caja Mágica o Madrid Arena.
c) Diseñar un proyecto olímpico como le gusta al COI, sólido, compacto, con una distancia de no más de diez minutos entre aeropuerto, villa olímpica y el 75% de las instalaciones olímpicas.
La propuesta era difícil de superar, pero había que pasar la reválida del Corte Olímpico. En mayo del 2004 nos jugábamos el ser o no ser, la credibilidad de nuestro proyecto o el fracaso si no pasábamos el Corte Olímpico.
Además, había nueve ciudades de los países más importantes del mundo. París, Londres, Nueva York, Moscú, Río de Janeiro, Estambul, La Habana y Leipzig.
No hacía mucho tuvimos la desgracia del 11-M y pocos apostaban a que pasaríamos el Corte Olímpico. La comisión de evaluación del COI nos dio una nota excelente, 8,3, muy cerca de París. A partir de ese momento y con el visto bueno del proyecto solo quedaba hacer lobby internacional con los miembros del Comité Olímpico Internacional.
En Singapur, a pesar de la cercanía de Barcelona y de luchar con las ciudades más importantes del mundo, estuvimos peleando por ganar en cada una de las votaciones y muy cerca estuvimos de conseguir traer el sueño olímpico.
En la candidatura de 2016 se mantuvieron los 32 votos conseguidos en 2012 aunque siempre pensé que era muy difícil que se rompiera la norma no escrita después de más de sesenta años, la rotación de continentes.
Después de doce años de intenso trabajo tenemos un proyecto excelente con un apoyo popular muy superior a nuestros rivales, un 80% de instalaciones construidas, una experiencia deportiva que garantiza éxito y un coste financiero sin riesgos en estos momentos de crisis económica.
Por eso creo que si no ocurre nada extraño en el último momento, estamos en unas condiciones óptimas para que el presidente del COI diga la famosa frase: "To the city of Madrid". Nuestro deporte, Madrid y España se lo merecen.