"Yo no he sido": los fieles a Trump tratan de contener su ira negando estar detrás del artículo
El presidente de EEUU encabeza una febril búsqueda del autor.
La Casa Blanca ha amanecido este viernes en el mismo clima de sospecha con el que se acostó. Todo el mundo se mira entre sí tratando de dar con ese gesto, ese detalle, que desenmascare a la persona que está detrás del artículo anónimo publicado en The New York Times. El presidente de EEUU, Donald Trump, ha pedido públicamente su cabeza: quiere el nombre de la persona que le ha dejado en evidencia, de nuevo, ante los ojos del mundo.
El presidente de los Estados Unidos, que durante la noche del miércoles ha estado escribiendo una serie de furiosos tuits sobre una posible "traición", ha denunciado este jueves el comportamiento de "la izquierda"y los medios a los que denomina "Fake News" y ahora encabeza una febril campaña para desenmascarar al autor del artículo, que una veintena de asesores del mandatario han negado haber escrito.
Uno tras otro, los miembros del gabinete y consejeros de Trump han ido difundiendo comunicados en los que negaban haber redactado la tribuna firmada por un "alto funcionario del Gobierno estadounidense" y que describía una campaña de "resistencia" al presidente por parte de varios miembros del Ejecutivo.
El presidente ha pedido que le imprimieran y trajeran a su despacho cada comunicado de los miembros de su gabinete y su equipo según se iban publicando, según ha informado la cadena CNN.
El primero en llegar ha sido el del vicepresidente de EEUU, Mike Pence, que había encabezado las especulaciones debido a su gusto por la palabra 'lodestar' ('estrella polar' o 'inspiración'), de uso muy poco común y que aparecía hacia el final de la tribuna.
"El vicepresidente pone su nombre en sus artículos de opinión", ha afirmado en un tuit Jarrod Agen, el director de Comunicación de Pence.
El propio vicepresidente opinó después, en declaraciones a los periodistas desde Orlando (Florida), que el autor de la columna "debería renunciar", tal y como ha exigido el miércoles la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.
El director nacional de Inteligencia de EEUU, Dan Coats, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, no han tardado en seguir el ejemplo de Pence, y a media tarde, más de 20 funcionarios se habían desvinculado del texto, ya fuera directamente o mediante sus portavoces.
Mattis, Sessions, Nielsen...
Entre ellos estaban los secretarios de Defensa, James Mattis; Justicia, Jeff Sessions; Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen; Tesoro, Steven Mnuchin; y Comercio, Wilbur Ross; además del asesor económico de Trump Kevin Hassett; su consejero de Seguridad Nacional, John Bolton; y el abogado jefe de la Casa Blanca, Don McGahn.
En la lista ha habido una ausencia notable: la del jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, quien esta semana sí refutó públicamente el contenido del libro de Bob Woodward, pero que este jueves ha guardado silencio, como también hicieron la hija y asesora de Trump, Ivanka, y su esposo Jared Kushner, aunque pocos en Washington sospechan de ellos.
Hasta la primera dama, Melania Trump, se ha pronunciado sobre el escándalo para instar al funcionario en cuestión a "defender públicamente sus palabras". "Al autor del artículo de opinión: Usted no está protegiendo este país, usted está saboteándolo con sus acciones cobardes", ha dicho Melania Trump en un comunicado enviado a la agencia Efe.
La reacción más extrema la ha tenido la portavoz de la Casa Blanca, quien ha publicado en Twitter el número de teléfono de la sección editorial del diario The New York Times —la única que conoce la identidad del funcionario—, y ha animado a los estadounidenses a llamarles para exigir que desvelen quién es la fuente.
"Si quieren saber quién es este cobarde perdedor, llamen al despacho de opinión del fracasado NYT (New York Times). Ellos son los únicos cómplices de este acto fraudulento", ha sentenciado Sanders.
Algunos periodistas del rotativo han asegurado haber recibido furibundas llamadas de seguidores de Trump, aunque al periódico también han llegado mensajes de apoyo por su decisión de publicar el texto.
La especulación sobre el tema ha llegado a tal punto que algunos sitios de apuestas por Internet lanzaron envites relacionados con el autor del artículo: en la web MyBookie.com, con sede en Costa Rica, la mayoría de los usuarios optaron por Pence; mientras que en la canadiense Bovada, el sospechoso principal era Sessions.