Jordi Xammar y Nicolás Rodríguez conquistan el bronce en la clase 470 de vela
Los regatistas entregan a España su décimo metal en Tokio.
Jordi Xammar y Nicolás Rodríguez lo han conseguido. En aguas de Enoshima han conquistado el décimo metal, un bronce en la clase 470 de vela. Los regatistas han completado una dura Medal Race que supone un broche a la actuación demostrada durante las jornadas anteriores de los Juegos Olímpicos de Tokio.
La pareja ha finalizado quinta en la regata de oro y defendiendo la tercera plaza en el cómputo global de regatas. En Enoshima, sede de la vela, el catalán y el gallego han defendido con garra esa tercera plaza con la que llegaron a final y han logrado igualar el bronce de Joan Cardona en la clase Finn.
A su llegada al puerto, Xammar y Rodríguez han sido recibidos por la delegación española entre vítores y aplausos por traerse un bronce que sabe a oro. Ambos conocían muy bien el campo de regatas donde han pasado a la historia del deporte español, entre esas mismas olas se colgaron una plata mundialista en 2019.
Defendiendo el bronce hasta el final
En la clasificación final de 470, Xammar y Rodríguez sumaron 45 puntos, por los 41 puntos de la pareja sueca y ambas embarcaciones lejos de los 21 puntos que sumaron los australianos Belcher y Ryan, medalla de oro totalmente inalcanzable para el resto.
Los españoles llegaron a ir terceros en las dos primeras de las cinco marcas de la regata final. Y pese a ser quintos, tuvieron controlada en todo momento a la embarcación de Nueva Zelanda, la única que podía quitarles el bronce.
Los neozelandeses Snow-Hansen y Willcox necesitaban que dos embarcaciones se colasen en medio de la pareja española, y tan solo McNay y Hugues, la pareja estadounidense, ha logrado superar al catalán y al gallego, que han sabido dominar la situación en todo momento.
Una relación clave
La historia de Xammar y Rodríguez tiene anécdota incluida. El vigués había terminado sus estudios de odontología y se disponía a marcharse a Países Bajos para trabajar allí. Una llamada del barcelonés lo cambió todo. En 2016 durante los Juegos de Río, Jordi Xammar finalizó su relación con el anterior compañero de vela los últimos 12 años.
Entonces fue cuando le propuso a Nicolás Rodríguez formar dúo. Aquel fue el comienzo de una serie de entrenamientos y horas y horas de trabajo que les llegaron a aupar hasta varios podios mundiales y europeos, hasta mirar de cerca al número uno del ranking mundial.
Con su participación en Tokio, el guion de la preparación no ha variado un ápice. La pareja ha estado trabajando duro en una antigua base militar, en la isla de Zamami, para entrenar ante el que ha sido uno de los momentos cumbre de sus carreras en la vela.
Esta la segunda medalla olímpica para la vela en estos Juegos Olímpicos y la décima en total para la delegación española, tras las de Joan Cardona y la plata de la palista Teresa Portela en K-1 200 que se han colgado este martes.
La victoria del dúo, además, ha servido para alejar las malas sensaciones que ha dejado la jornada anterior, donde Támara Echegoyen y Paula Barceló se quedaron a un suspiro del bronce en 49er. Al igual que Iago López Marra y Diego Botín, que empatados a puntos en el tercer puesto, tuvieron que conformarse con un cuarto.