Por qué 'West Side Story' debe ganar el Oscar a la Mejor película y por qué no
Steven Spielberg ha dejado el listón alto con su primer musical.
El West Side Story de Steven Spielberg deja una mezcla de sabores (y no malos): el de la revisión de un clásico que modernizar y el de homenajear a uno de los mejores y más famosos musicales de la historia (Robert Wise, 1961). Asimismo, se mantiene fiel al original de Broadway de 1957, inspirado en Romeo y Julieta.
De ahí que compita por el Oscar a la Mejor película, además de por el simple hecho de ser una cinta de Spielberg. Este es su primer musical y ha dejado alto el listón.
La historia ya se conoce: Tony y María, que viven en Nueva York en los años 50, pertenecen a los Jets (europeos) y los Sharks (puertorriqueños), respectivamente, bandas callejeras rivales. Ambos grupos coinciden una noche y se acaba desatando la violencia. Los protagonistas acaban enamorándose.
Esta es, visualmente, “la película más emocionante del director de ET en millones de años”, según el New York Post.
El responsable de Tiburón (1975) ha contado de nuevo, 60 años después, en su versión con Rita Moreno, para modificar uno de los personajes del musical original.
Este West Side Story 2.0 tuvo una acogida brutal por parte de la crítica. Una versión que “hace justicia a la original con fuego y gracia”, publicaba Vanity Fair. La taquilla no la acompañó tanto: apenas recaudó 10 millones y medio de dólares en su primer fin de semana, cuando la inversión en la producción fue de 100 millones.
Por qué SÍ debe ganar el Oscar a Mejor película
1. Por el realismo de las localizaciones: el Nueva York de los años 50 no puede estar más logrado.
2. Por cómo es capaz de asombrar visualmente.
3. Porque es una versión más real del musical, incluso en lo que se refiere a la violencia.
4. Porque conserva la música y la letra de Leonard Bernstein y de Stephen Sondheim, respectivamente. Las coreografías de Justin Peck son otra de las razones.
5. Porque incluye actores latinos, en lugar de maquillar a quienes no lo eran, como en su versión anterior. Y hablan en español, sin ser subtitulados.
6. Porque aporta algo nuevo, aunque no modifique demasiado el clásico: el contexto histórico es más amplio.
7. Porque hay escenas para todos los gustos y momentos: para deleitarse y trepidantes, para que se te disparen las pulsaciones.
8. Por la nostalgia (que siempre es un plus).
9. Por la forma en la que la cámara se mueve a la par que los personajes, como si también participara en las coreografías.
10. Porque, como buen musical que se precie, es un gran espectáculo.
11. Por el gran debut cinematográfico de Rachel Zegler (María).
12. Porque el giro que el director ha dado a Anybodys, a quien se referían en la anterior versión como “marimacha”. En su película, es un personaje no binario.
13. Porque Spielberg arriesgó al versionar un clásico querido (y eso podría parecer una osadía), pero ha salido ganando: no la ha destrozado, al revés.
Por qué NO debe ganar el Oscar a Mejor película
1. Porque, después de tanta delicia, el final te deja un poco frío.
2. Porque, cuando un musical (o una película) ya es un clásico... ¿Para qué un remake? El clásico seguirá siendo el de siempre, aunque Spielberg haya hecho un gran trabajo.