"Voluntad de compromiso" en el nuevo intento de salvar el pacto nuclear iraní
Trump se salió de un acuerdo histórico y siguió con las sanciones, Teherán avanzó en sus investigaciones y ahora las aguas podrían volver a su cauce.
Tras cinco meses sin contactos y con Irán presidida ahora por un ultraconservador, la voluntad de compromiso dominó hoy la primera reunión para intentar salvar el acuerdo nuclear de 2015 que busca impedir una bomba atómica iraní, a punto de colapsar por el abandono de EEUU y los incumplimientos iraníes.
“Me siento muy positivo en relación a lo que he visto hoy en la comisión conjunta (del acuerdo). Hay claramente una voluntad de compromiso”, resumió Enrique Mora, número dos del servicio diplomático de la Unión Europea (UE) y coordinador de la reunión.
Delegaciones de Rusia, China, Alemania, Francia y Reino Unido se sentaron en un hotel de lujo en Viena con un equipo iraní dirigido por Ali Bagheri Kani, su nuevo negociador.
La prioridad iraní: eliminar las sanciones
Gran parte de la primera reunión se fue en que Irán planteara lo que Mora calificó como la nueva “sensibilidad política” del Gobierno que preside desde agosto el ultraconservador Ebrahim Raisí.
“Básicamente, han insistido en su clara prioridad de levantar las sanciones”, explicó Mora acerca del asunto que dificulta cualquier avance y en el que tiene mucho que decir un actor que ni siquiera estaba hoy en la mesa común: Estados Unidos.
El embajador chino ante la ONU en Viena, Wang Qun, confirmó ante la prensa la insistencia iraní en hablar “primero sobre las sanciones”, aunque calificó las conversaciones como “muy constructivas”.
“La delegación iraní es muy pragmática y se centra en el levantamiento de sanciones como una prioridad. Pero al mismo tiempo ha reconocido que existen otros temas relevantes”, agregó el representante chino.
Satisfacción de Teherán
El propio Bagheri destacó en declaraciones a los medios de su país que se acordó que “punto inicial de la agenda” sea el levantamiento de las sanciones. “Mañana por la mañana (por hoy) comenzará a trabajar el grupo de trabajo para el levantamiento de las sanciones ilegales y crueles contra Irán. Es un logro considerable que el 4+1 (las cinco potencias) haya aceptado la demanda de Irán de que se traten primero las sanciones y después otras cuestiones”, dijo el negociador iraní.
Irán llegó a Viena reclamando que antes de hablar del tema nuclear o de cómo volver a cumplir sus obligaciones, EEUU debe retirar las sanciones que impuso en 2018, cuando su entonces presidente, el republicano Donald Trump, se retiró del acuerdo.
La nueva Casa Blanca, presidida por el demócrata Joe Biden, exige que Irán frene sus esfuerzos nucleares, que los llevó a saltarse los límites impuestos en 2015 y a acumular material y conocimiento muy cercanos al necesario para fabricar una bomba.
Contactos indirectos
De momento, los dos grandes protagonistas de este conflicto no expondrán sus posturas directamente. La negativa iraní a sentarse con el equipo estadounidense, que formalmente ya no es parte del acuerdo, hace que Washington participe sólo a través de la intermediación de la UE.
Con todo, Mora indicó hoy que el resto de países del pacto, conocido como JCPOA por sus siglas inglesas, están dispuestos a “escuchar la posición iraní” y que, al mismo tiempo, Teherán quiere hablar seriamente para reavivar el pacto.
Por ese acuerdo, logrado tras años de conflicto y negociaciones, Irán se avino a poner un límite al tamaño y el alcance de su programa que le hiciera imposible fabricar suficiente material nuclear en menos de 12 meses, lo que daría tiempo a la comunidad internacional a reaccionar.
Ese plazo, según algunos expertos, es ahora de un mes o menos, aunque necesitaría años para poder fabricar una bomba.
Pero el acuerdo también prometía a Teherán el progresivo alivio de las sanciones, políticas, económicas y financieras, un beneficio que el abandono de Trump echó por tierra.
En grupos de trabajo
De momento, Irán parece aceptar seguir los esfuerzos negociadores donde se quedaron el pasado junio, tras seis rondas de contacto en Viena que acercaron ya algo las posturas.
El problema es que, desde entonces, el programa nuclear ha avanzado mucho y la falta de transparencia, frente a los inspectores de la ONU que deben verificar sus actividades, han creado un clima de mutua desconfianza.
A partir de hoy, los contactos seguirán en forma de grupos de trabajo, primero para hablar del levantamiento de sanciones y luego de temas exclusivamente nucleares.