Más de 40 detenidos tras los disturbios en Bruselas contra las restricciones por la pandemia
La policía ha utilizado cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a algunos de los 35.000 manifestantes.
Más de 40 personas han sido detenidas este domingo en Bruselas tras los incidentes registrados en el transcurso de una manifestación de unas 35.000 personas, según la policía, en contra de las restricciones adoptadas para frenar la pandemia del coronavirus, en la que tres agentes han resultado heridos.
Un total de 44 personas han sido detenidas por diferentes motivos, según ha informado esta noche la portavoz de la policía de Bruselas-Ixelles, Ilse Van de Keere. Los tres policías que han resultado heridos fueron trasladados a hospitales y uno de ellos tendrá que ser sometido a cirugía en una mano. Además, un manifestante también ha tenido que ser llevado a un centro hospitalario por una herida también en una mano, según la prensa local.
Los alborotadores han causado daños a seis vehículos y una moto policiales, así como a diversas propiedades públicas y privadas, entre coches, escaparates y terrazas de bares, entre otras.
La policía está analizando las grabaciones de las cámaras de vigilancia para tratar de identificar a los autores de los destrozos, al tiempo que se ha empezado a efectuar un inventario de los daños.
El alcalde de la ciudad de Bruselas, Philippe Close, ha condenado “enérgicamente” las acciones de los alborotadores y ha anunciado en Twitter que había dado instrucciones para “realizar detenciones y analizar los vídeos”.
La manifestación, autorizada por el ayuntamiento de la capital belga, ha partido en torno a las 13.30 hora local de la estación del Norte y ha recorrido el centro de la ciudad bajo el lema “Juntos por la Libertad”.
La policía ha utilizado cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a algunos manifestantes, que han protestado contra las medidas adoptadas a raíz del repunte de casos de covid-19 en el país. Convocada la marcha en principio para protestar contra el uso del pase covid, también ha habido manifestantes que han criticado la vacunación obligatoria para todo el personal sanitario acordada esta semana por el Gobierno o las vacunas en general, según ha indicado la televisión pública RTBF.
Los organizadores han denunciado en un comunicado “las medidas restrictivas de libertad, que no constituyen una solución estructural para la sanidad”.
El repunte de casos de covid-19 en Bélgica, donde la incidencia acumulada subió un 19% en la última semana analizada, hasta los 1.346 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, llevó al Gobierno a endurecer esta semana algunas restricciones, aunque no se han cerrado sectores económicos ni se ha confinado a ciertos colectivos, como en otros países europeos.
Las medidas pasan fundamentalmente por imponer el teletrabajo obligatorio cuatro días a la semana y ampliar el uso de la mascarilla en el interior de establecimientos y lugares culturales, como restaurantes o cines, aunque para acceder a ellos se haya solicitado el certificado covid.
Bélgica ya exige desde octubre presentar este documento –que prueba que el portador está vacunado, ha pasado la enfermedad o ha dado negativo en un test reciente– para acceder a la restauración y eventos culturales.
Además, el Gobierno ha introducido la obligación de vacunarse para todos los trabajadores sanitarios del país que, de lo contrario, a partir del 1 de enero verán suspendido su empleo hasta el 31 de marzo, fecha a partir de la cual su contrato será rescindido –con derecho al paro– o suspendido hasta que el trabajador se vacune si se opone al despido –en ese caso sin sueldo–.