La historia de Villarta de los Montes, el pueblo extremeño con un 10% de vecinos infectados por coronavirus
El martes 4 de agosto se registró el primer contagio por covid-19 y acumulan ya más de 40 positivos. En la primera ola de la pandemia no hubo ningún caso.
“Hoy el local debería estar lleno de gente y ahora mismo estoy solo”, cuenta al otro lado del teléfono Miguel Ángel Grano de Oro, dueño del bar El Andaluz en Villarta de los Montes, el municipio extremeño donde 40 de sus 437 vecinos han dado positivo por coronavirus. “Fíjate si estoy aburrido que estoy cambiando unas bombillas”, añade con sorna.
Casi un 10% de la población de esta localidad de la provincia de Badajoz está infectada por covid-19, aunque la cifra puede crecer en los próximos días. Este lunes, el Ayuntamiento empezó a realizar pruebas PCR a todos los vecinos y seguirá haciéndolas durante este martes.
Miguel Ángel conocerá a lo largo de la mañana los resultados de su test. Confiesa que tiene cierto miedo porque supondría el cierre provisional del local y ya ha dejado de abrir sus otros dos negocios: una terraza que hace de bar de copas en verano y la piscina, la única de todo el municipio.
“Lo mantengo abierto casi por servicio público porque tampoco gano dinero”, dice sobre El Andaluz, que desde este fin de semana sólo puede servir en terraza y con un aforo del 40%. El sábado el municipio volvió a fase 2 y la Junta de Extremadura decretó 14 días de aislamiento social para frenar el avance de la pandemia. Seis días después de detectarse el primer caso de covid-19 ya sumaban 37 positivos.
“Es que aquí todos nos conocemos, todos nos relacionamos y todos estamos en contacto”, explica una vecina sobre la rápida expansión del virus, que no les afectó en la primera ola de coronavirus. Entonces no se registró ningún caso. “Ahora hay alguna familia grande con varios infectados de distintos grupos de edad”, continúa, y describe Villarta de los Montes como “cuatro calles, tres bares, tres tiendas de comida y una panadería”. Lo define como un círculo cerrado.
El paciente cero no tiene nombre pero sí parece que viene de fuera. Varias hipótesis circulan en la localidad: una habla de una pareja de asintomáticos sin residencia habitual en Villarta de Montes y, otra, de los asistentes a un funeral.
“Este es un pueblo que recibe mucha gente cada fin de semana. Hay caza, pesca y muchas familias de Madrid tienen aquí una segunda residencia”, añade para explicar que cada mes de agosto suman entre 1.000 y 2.000 habitantes y que cuando surgió el brote ya habían llegado unos 600 veraneantes. La gran mayoría ha vuelto a su lugar de origen sin haberse sometido a prueba alguna. “Como regresan a sus casas no se puede hacer nada”, lamenta al pensar que muchos podrían ser positivos asintomáticos y seguir expandiendo el virus.
Los datos de la Junta de Extremadura coinciden con las teorías que circulan por el pueblo: el miércoles comunicó que la localidad había registrado siete nuevos positivos “relacionados con un caso importado de Madrid”. Ahí podría estar el origen, aunque Antonio Chaves, alcalde de la localidad, prefiere no señalar. “Lo que está claro es que la movilidad ha sido un factor determinante, pero tampoco se podría decir si ha sido un vecino que lo ha traído tras haber salido o alguien que ha venido de visita”, cuenta el regidor, que estos días ha instalado el despacho en casa. “Nos han recomendado que aunque no demos positivo en la PCR minimicemos las salidas en los próximos 10 días”, añade.
Para ello trabaja en un plan que espera poner pronto en marcha. “La idea es movilizar a un grupo de voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil para que den servicio a las familias que tienen a todos sus miembros afectados [hay varias] y a las personas mayores para que no tengan que salir de casa”, explica Chaves, que celebra que este grupo de edad no está viéndose especialmente afectado por el brote. “Son personas más bien jóvenes y no presentan síntomas graves”, añade.
De los 40 positivos sólo hay dos ingresos hospitalarios y muchos infectado son asintomáticos, de ahí también parte de la expansión. Han seguido manteniendo vida social y luego han contagiado en sus casas. “Me lamento cuando veo los macrobotellones en televisión porque deberían darse cuenta de que esto puede pasar”, añade Chaves.
Villarta de los Montes es un municipio situado en la sierra de la Umbría, dentro de la comarca de La Siberia Extremeña, al noreste de la provincia de Badajoz, a sólo 243 kilómetros de Madrid. Cada verano duplica su población y ésta debería ser la semana más importante del año. “Se tendrían que celebrar las fiestas, pero ya habían sido canceladas”, cuenta esta vecina, que confiesa estar confundida y con cierto temor: “Esto se nos queda grande”.
Ella vive con sus padres mayores y no quiere salir de su domicilio por miedo a contagiarlos. “Son muchos los que nos quedamos en casa”, añade.
Las calles están vacías fruto de ese miedo y de la confusión. “Antes hablé con unas vecinas, clientas del bar, que pensaban que habíamos vuelto al confinamiento de marzo”, explica Miguel Ángel. Las temperaturas tampoco ayudan ya que la localidad ronda los 35ºC de máxima.
Para vigilar que se cumpla la norma y, sobre todo, que nadie salga del municipio sin permiso, la Guardia Civil vigila las dos salidas principales por carretera del pueblo y otra salida por un camino. Lo curioso es que quienes pueden hacerlo prefieren quedarse en Villarta de los Montes. “Me contaba un comerciante que no quiere salir a comprar productos fuera por temor a contagiarse. Si lo hace tendría que cerrar el establecimiento y eso sí le supondría un problema”, cuenta Miguel Ángel, que da la temporada por perdida y es consciente de que el miedo se va a quedar entre sus 437 habitantes, muchos mayores de 65 años. La media de edad del municipio es de 54,4 años.
Tampoco Chaves es demasiado optimista y duda que la situación pueda solventarse en 14 días: “Es que 40 casos son muchos casos”. A pesar de todo tiene una buena noticia que celebrar. El domingo se hicieron las 17 PCR y todas fueron negativas.