Bruselas propone dejar entrar en la UE a viajeros vacunados
La Comisión Europea aboga por permitir la llegada de personas con la pauta de dosis completa.
La Comisión ha puesto sobre la mesa una relevante propuesta, en lo que a la entrada de viajeros de fuera de la Unión Europea se refiere. Bruselas ha pedido a los Estados miembro que apuesten por dejar entrar a aquellas personas que hayan recibido alguna de las vacunas aprobadas por Agencia Europea del Medicamento (EMA).
La Comisión Europea ha formulado esta petición para los usuarios de vuelos que no sean esenciales, lo que dejaría la puerta abierta, en gran medida, a la llegada de ciudadanos estadounidenses. Los sueros autorizados por la EMA se corresponden con los de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen.
“Esto podría extenderse a las vacunas que hayan completado el proceso de inclusión en la lista de usos de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, ha adelantado también el organismo comunitario en el comunicado publicado. Además, la Comisión Europea ha puntualizado que su propuesta está dirigida a “aquellas personas que hayan recibido, al menos 14 días antes de la llegada, la última dosis recomendada de una vacuna que haya recibido la autorización”.
Por otro lado, Bruselas ha concretado que la medida debería tener en cuenta la puesta en marcha del Certificado Verde Digital -el proyecto de pasaporte europeo de vacunación- y que “si los Estados miembros deciden renunciar a los requisitos para presentar una prueba de PCR negativa y/o someterse a cuarentena para las personas vacunadas en su territorio, también deben renunciar a tales requisitos para los viajeros vacunados de fuera de la UE”.
Entrada de niños
La Comisión también se ha pronunciado sobre las medidas de control para los menores, puesto que de momento no están siendo vacunados. Bruselas ha sugerido que deben poder viajar con sus padres vacunados si tienen una prueba de PCR COVID-19 negativa tomada como mínimo 72 horas antes de la zona de llegada.
Además, ha dejado la puerta abierta a que sean los Estados miembro los que decidan si los niños también deberían realizarse una nueva prueba PCR a la llegada a sus aeropuertos.