El verano de su vida… Begoña Villacís
De la primera sensación de libertad en Nueva York a los paseos por Rodalquilar y el sabor eterno del gazpacho.
“He tenido muchos veranos de mi vida”, confiesa Begoña Villacís echando la vista atrás. No se puede quedar con uno en concreto. A la cabea zle vienen muchos momentos estivales, pero se quiere parar en algunos especialmente. Y los recuerdos se van a los que pasó de adolescente en Estados Unidos.
La vicealcaldesa lo cuenta así: “Me fui un verano a Estados Unidos con trece años. Y con quince me fui a vivir a EEUU, fue la primera vez que viajé sola. La sensación de estar en el aeropuerto de Nueva York, la primera bocanada de libertad que tuve por primera vez en mi vida. Me encantó”.
La cabeza de la vicealcaldesa de Madrid no para durante esta conversación sobre las vacaciones de su vida… “Y el verano que estaba embarazada por primera vez. Tenía 27 años, estaba a punto de dar a luz. Fui a Almería, a Rodalquilar. Tenía la sensación de que cambiaba todo, son puntos de inflexión. Son muchos veranos”, reflexiona la dirigente de Cs, que tiene muchos recuerdos de la costa almeriense como poder bucear en el paraíso del Cabo de Gata o bañarse en El Playazo.
¿Qué imágenes le vienen cuando escucha la palabra verano? “La playa”, exclama Villacís, que explica: “Me encanta el mar, como buena madrileña. La noche de antes nunca podía dormir de la emoción. Siempre recuerdo que hacíamos la primera parada en la playa antes de llegar al apartamento. Me iba corriendo al agua”.
Son imágenes, recuerdos y muchos sabores. De pequeña, prosigue el verano le sabía a helados y a polo flash. “Siguen existiendo, los venden en el supermercado”, lanza para los más nostálgicos. “Ahora soy menos”, comenta, para revelar que le encanta el gazpacho. Con apostilla: “Y las frutas de verano, la sandía y el melón”.
Villacís hace otra parada, esta vez olfativa: “El olor de la crema protectora… eso te evoca el verano”. Un verano tampoco lo es sin sus sonidos. A ella le resuenan los que llegaban desde la piscina del apartamento: “¡La gente zambulléndose!”
Trasladarse a los veranos de su vida también es sumergirse en “las noches de verano”, cita enfrascada en sus recuerdos, para rememorar asimismo las terrazas y las caminatas por el paseo marítimo. A ponerle letra y música a todo esto: “No es muy alegre, pero recordaba estos días de sumo calor en Madrid Summer in the city, de Joe Cocker”. Pero un momento, que advierte al hilo: “Madrid mola bastante en verano”.
Ella ha sido también muy fan de las verbenas en agosto en la capital: “Siempre me han encantado Las Vistillas, La Paloma... Quedábamos todos los amigos”. Ha sido uno de sus planes favoritos antes del covid, y también explica que durante estos meses de estío le gustaba descansar, hacer visitas y viajar por el mundo.
Otro de los pequeños placeres que destaca durante los veranos es leer, especialmente durante el atardecer. “Desconexión”, lo resume, señalando luego que evita la televisión durante los periodos de televisión. Este año no tiene ninguna serie entre manos, aunque revela que ha visto con sus hijas hace poco Gambito de dama. Sí tiene libros sobre la mesita: acaba de terminar Dominio, de Tom Holland, y va a empezar con Sira, de María Dueñas.
Pues a leer todos y a intentar apagar el móvil, aunque la vicealcaldesa reconoce que no lo puede hacer. “Se puede disciplinar el teléfono, pero con mi trabajo no puedo apagarlo. Además de vicealcaldesa, soy madre de tres niñas”, dice entre risas. Pero sí hay un momento en el que no lo mira… cuando sale a correr algunas mañanas.