Venezuela, hacia al abismo
Venezuela se aproxima peligrosamente hacia el abismo. Inmersa en un contexto de riesgo pre bélico, el Gobierno es incapaz de gestionar la actual crisis global que vive la ciudadanía. La nula voluntad para alcanzar acuerdos y la evidente dejadez por parte de las autoridades hacen muy difícil una salida que afiance los Derechos Fundamentales y que apueste de un modo proactivo por la paz.
La grave escasez de medicamentos junto a los problemas de abastecimiento de alimentos, han hecho que el Derecho a la Salud y al sustento y alimento hayan sido fuertemente menoscabados; el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores informó que la cesta de la compra para una familia de 5 miembros era 60 veces menor al Salario Mínimo.
50 emisoras de radio, además de CNN, RCN y Caracol han sido cerradas. 120 personas perdieron la vida en manifestaciones a favor y en contra del Gobierno, tribunales militares se dedican a juzgar a civiles, y un sinfín de atropellos contra las libertades están siendo cometidos por Nicolás Maduro y su Gobierno. Venezuela está sumida en el caos más absoluto, y con la firme convicción de que el conflicto no termine.
Las torturas y las detenciones arbitrarias están, desgraciadamente, a la orden del día en Venezuela. Reclusiones y detenciones donde los tratos inhumanos, crueles y degradantes son parte del repertorio político normativo de Nicolás Maduro, parte de la propaganda política de su Gobierno. Maduro señala al disidente, lo expone, lo nomina para ser lapidado en la plaza pública; el Presidente se alimenta de la violencia para seguir legitimando un conflicto, para seguir calentando la calle con el fin de perpetuarse sine die en el poder. Acuso a Nicolás Maduro de ser un auténtico destructor de los Derechos Humanos y Fundamentales en Venezuela, de estar comportándose como un líder decididamente tirano, autárquico, despótico. Lo acuso de ser un peligro para conseguir una Venezuela en paz.
Distintas ONG como Cáritas Venezuela, Amnistía Internacional o Human Rights Watch llevan meses denunciando estas situaciones, inquiriendo a la comunidad internacional a actuar en consecuencia. Naciones Unidas no puede quedar impasible un segundo más, lo que está ocurriendo en Venezuela es de una gravedad tal que necesita una intervención decidida y rotunda. La reprobación del Comité de Derechos Humanos el pasado julio fue y es necesaria, pero lamentablemente no es suficiente. La situación es realmente grave y la ciudadanía de Venezuela lleva soportando demasiado tiempo los recortes en libertades y derechos de un Gobierno que hace tiempo que decidió dejar de representar a los intereses de los venezolanos.
Los defensores de Derechos Humanos no podemos guardar silencio ante la injusticia, más bien al contrario, debemos alzar la voz, por aquellos a los que los gobiernos y las tiranías silencian. Desde aquí, desde esta tribuna, les digo a los activistas de Derechos Humanos de Venezuela, a los ciudadanos, que sigan en la defensa de la dignidad, que sigan en el camino de la defensa de los Derechos Humanos. Somos conscientes de la ardua tarea que hay por hacer en Venezuela, y es por eso que estamos con vosotros, y estaremos. Denunciando, alzando la voz, exigiendo el escrupuloso cumplimiento y ejecución de los Derechos Fundamentales. Por Leopoldo López, Daniel Ceballos, Gilber Caro, Wilmer Azuaje, Villca Fernández y tantos otros presos de conciencia de un Gobierno indigno. Porque la libertad no tiene precio ni está sujeta al mercadeo, y mucho menos al menudeo. Seguimos, y seguiremos; en la defensa de las libertades, en la defensa de una Venezuela libre y autónoma.