Varios científicos piden a los españoles que adopten una nueva medida si están en interiores con mala ventilación
Afirman que no hay duda de que el coronavirus se transmite a través de los aerosoles.
Un grupo de científicos señalaron hace unos días en una carta publicada en la revista de referencia Science que existe una “evidencia abrumadora” del riesgo de contagio del coronavirus por el aire a través de la inhalación de aerosoles. Aunque la OMS no lo ha reconocido todavía así, lo cierto es que son muy numerosos los expertos que lo dan por hecho.
Por eso, dos especialistas españoles han pedido ahora a la población que adopten una medida cuando vayan a estar en un interior con mala ventilación: utilizar mascarillas FPP2.
En una entrevista en La Voz de Galicia, el prestigioso epidemiólogo Juan Gestal ha insistido en que la ventilación natural es imprescindible, así como la separación, estar con la menor cantidad de gente posible en un interior. “Habría que estar en lugares cerrados poco tiempo, pero cuando hay que estar en interior varias horas y no se cumplen condiciones de ventilación, para tener una protección habría que utilizar una mascarilla FFP2”, ha asegurado.
En su opinión, si hay buena ventilación y suficiente distancia, podría ser suficiente con utilizar una quirúrgica, pero sin ventilación ni distancia no.
“En una oficina, como en un aula, habría que estar abrigados y tener las ventanas abiertas todo el tiempo. Respiramos continuamente y, simplemente, con respirar, estamos lanzando aerosoles, si hablamos todavía más, si tosemos o estornudamos muchísimo más. Debe ventilarse y procurar no hablar en voz muy alta”, ha explicado.
En el mismo sentido, Xavier Querol, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC, ha propuesto en Espejo Público actuar con el principio de precaución y abrir ventanas y que el aire se mueva y se ventilen los interiores.
Además, ha señalado que cuando no se puede ventilar las estancias se usen mascarillas FPP2 y estas medidas no excluyan las de distanciamiento social, higiene de manos y uso de mascarillas.
Los científicos plantean ahora que cualquier persona contagiada, incluidas las asintomáticas, liberan miles de aerosoles contaminadas y algunas pequeñas gotas (diferencian entre ambos conceptos), y apuntan que “es mucho más probable que uno inhale aerosoles que una gota, por lo que la atención debe centrarse en la protección contra la transmisión aérea”, aseguran.
Según los expertos, los virus en gotas (mayores de 100 μm) generalmente caen al suelo en segundos a dos metros de la fuente y pueden rociarse como pequeñas balas de cañón sobre individuos cercanos. Debido a su rango de recorrido limitado, el distanciamiento físico reduce la exposición a estas gotas. Sin embargo, los virus en aerosoles (menores de 100 μm) pueden permanecer suspendidos en el aire durante varios segundos a horas, como el humo, y ser inhalados. Están muy concentrados cerca de una persona infectada, por lo que pueden infectar a las personas más fácilmente en las proximidades.