Por qué bautizamos las variantes del coronavirus con letras griegas

Por qué bautizamos las variantes del coronavirus con letras griegas

Si todos nos vacunamos, reduciremos las probabilidades de dar la vuelta al alfabeto.

AITOR DIAGO VIA GETTY IMAGES

Cuando empezaron a surgir variantes del coronavirus, los expertos las bautizaban en función del lugar en el que habían sido descubiertas. Sin embargo, conforme fueron avanzando las investigaciones, fue necesario recurrir a un sistema más práctico para referirse a ellas sin estigmatizar a ningún país ni grupo social.

Así pues, recurrieron al alfabeto griego. Descubre a continuación qué criterios se siguen para asignar una letra a una variante, por qué se han saltado (o quizás no) varias letras, qué pasará si se alcanza el final del alfabeto y por qué deberías vacunarte.

Por qué cada variante del coronavirus tiene su propio nombre griego

Primero, hay que explicar por qué es necesario distinguir entre las variantes. Los virus son organismos vivos que evolucionan, igual que los demás organismos vivos del mundo. De hecho, existe un comité dedicado en exclusiva a categorizar y crear taxonomías de virus: el Comité Internacional de Taxonomía de Virus (ICTV, por sus siglas en inglés). 

El ICTV tiene la misión de desarrollar formas de “clasificar organismos y agruparlos en función de sus propiedades similares”, expone Elliot J. Lefkowitz, secretario de datos del ICTV. 

A menudo, estas clasificaciones consisten en una mezcla de números y letras. (Es posible que hayas visto nomenclaturas como B.1.1.7 para referirse al coronavirus).

Aquí es donde entra en juego el alfabeto griego. Como el coronavirus es altamente contagioso y puede mutar muchas veces, los científicos han tenido que buscar otra forma de categorizar sus variantes.

Según Lefkowitz, en la actualidad solo hay un puñado de virus diferentes con linajes en desarrollo y propiedades únicas que causen enfermedades generalizadas.

“Y de todos los que me vienen a la mente, no recuerdo ningún virus con el que se use la convención del alfabeto griego”, añade.

Básicamente, estamos abriendo nuevos caminos con las variantes. 

Por qué se saltan algunas letras del alfabeto griego al bautizar las variantes

A medida que se descubren variantes, se va avanzando en orden por el alfabeto griego, pero llama la atención que los científicos se hayan saltado tantas letras.

Solo que se han saltado menos letras de las que la gente cree. En algunos casos, era una simple variante de interés (una variante notable y en aumento, pero no tan transmisible o peligrosa). Así pues, aunque recibieron su correspondiente nombre en griego, no alcanzaron suficiente tracción para popularizarse entre el público general. Fue el caso de las variantes lambda y mu.

Sin embargo, hay dos letras griegas que sí que se saltaron antes de llegar a ómicron: nu (para evitar confusiones con la palabra inglesa new [nuevo]) y xi (por ser un apellido oriental muy común), según explica la OMS.

Qué pasará si se acaban las letras del alfabeto griego

Sucederá algo similar a lo que ocurre cuando se acaba el listado de nombres de huracanes: se empieza de nuevo con otro alfabeto o listado.

En las anteriores ocasiones en las que se usó el alfabeto griego para denominar a los virus, tuvieron que recurrir a prefijos cuando se acabó el primer listado, explica Lefkowitz, que piensa que esa será la ruta que seguirán si vuelve a ser necesario. Solo el tiempo lo dirá. Sigue habiendo muchas cosas que todavía no se saben sobre el coronavirus, pese a que ya llevamos dos años investigándolo y conviviendo con él.

“Un hecho importante que no se enfatiza lo suficiente es nunca hemos seguido tan de cerca ningún virus como estamos siguiendo el coronavirus”, señala Lefkowitz. “Por eso los científicos estamos pensando en nuevas formas de comunicar la información y de hacerla comprensible para el público general”.

La mejor forma de asegurarnos de no llegar al final del alfabeto griego es protegernos. El virus va a seguir mutando siempre que encuentre un huésped al que parasitar. Si todos nos vacunamos, llevamos la mascarilla y seguimos cumpliendo las medidas sanitarias, reduciremos las probabilidades de dar la vuelta al alfabeto.

Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.