Desmontando el alarmismo ante la variante Delta
Israel vuelve a hacer obligatoria la mascarilla y en Europa crece la preocupación, pero ¿qué hay que saber de esta mutación del virus con síntomas distintos?
Mientras el proceso de vacunación avanza imparable en los países de la Unión Europea y algunos países comienzan a relajar las restricciones ante la pandemia, empiezan a surgir voces que alertan de la expansión de la variante Delta del coronavirus. No obstante, ¿cuánto hay de real en la amenaza de una quinta ola?
Entre los principales motivos de su veloz irrupción se encuentran los de unos síntomas ligeramente distintos, que dificultan su identificación. Sin embargo, ni la variante Delta es más peligrosa ni es imposible de combatir con las vacunas. Estas son las claves de lo que está ocurriendo con la nueva cepa.
Bajo la nomenclatura B.1.617.2 se halla la doble mutación del virus que se originó en la India. La variante Delta está copando los titulares de distintos medios desde que se convirtió en la predominante en Reino Unido y forzó al Gobierno de Boris Johnson a retrasar la desescalada hasta el 19 de julio.
La situación del territorio británico ha llevado a las autoridades alemanas a pedir “máxima prudencia” y desaconsejar a sus ciudadanos de que viajen allí, sobre todo de cara a los partidos de la Eurocopa. Este lunes, el Gobierno de Israel ha anunciado que da marcha atrás y vuelve a hacer obligatorio el uso de la mascarilla en espacios interiores. Es especialmente llamativo porque este país ha destacado por su rápido sistema de vacunación, que le había permitido retirar la práctica totalidad de restricciones.
El temor también se ha extendido en Portugal. Coincidiendo con el proceso de desescalada, el Gobierno luso ha decretado el cierre perimetral de la capital, Lisboa, tras el aumento disparado de los contagios, que acumula el 60% de todos los del país. Esta ciudad era una de las pocas que no habían visto aliviadas las restricciones de cierre de hostelería. La ministra de la Presidencia de Portugal, Mariana Vieira da Silva ha achacado esta tendencia a la variante Delta.
En España ya se ha detectado transmisión comunitaria de la variante Delta en cuatro comunidades autónomas: Madrid, Cataluña, Valencia y Castilla y León. No obstante, el Ministerio de Sanidad apuntaba que en España no supone más del 1% de los contagios, desde que comenzó a aparecer en los cribados hace cuatro semanas.
Uno de los factores que está acelerando la transmisión de la variante Delta se corresponde con sus síntomas, ligeramente distintos a las anteriores cepas de al covid. En Reino Unido, donde esta cepa copa el 90% de las nuevas infecciones, los estudios están más avanzados se pone de manifiesto que la tos deja de ser el rasgo característico.
Tim Spector, profesor de epidemiología genética de la universidad King’s College de Londres, ha recogido los síntomas más frecuentes de dicha mutación, como son el dolor de cabeza y de garganta o la fiebre. La variante Delta también se caracteriza por provocar más secreciones nasales y mucosidad.
De igual forma, Spector ha advertido en su investigación que una de las formas más extendidas entre la ciudadanía para identificar el coronavirus no se encuentra entre la lista de principales síntomas de esta mutación. Se trata de la característica pérdida de olfato que sufren muchos de los infectados con la covid.
En esta línea también se ha pronunciado el presidente del Colegio de Médicos de Alemanica, Frank Ulrich Montgomery. “Lo pérfido de esta variante es que se contagia con rapidez extrema, antes incluso de que el infectado tenga los primeros síntomas”, ha detallado el experto.
Otra de las grandes dudas sembradas en torno a la variante Delta es la efectividad de las vacunas que se están administrando sobre esta. Los sueros avalados por los organismos reguladores internacionales sirven también contra esta y las principales variantes, pero sobre todo cuando se ha recibido las dos dosis.
De hecho, una de las medidas que ha tomado esta semana la Consejería de Sanidad de Madrid es la de adelantar la vacunación de las segundas dosis de AstraZeneca, para evitar un aumento de la propagación de esta cepa. La propia compañía anglosueca ha emitido un comunicado en el que explica que su suero tiene “altos niveles” de protección contra esta variante, concretamente del 92%. Un estudio -en fase preprint- publicado en Public Health England apuntaba a que también el fármaco de Pfizer ofrece inmunidad ante la variante.
No obstante, hay expertos que apuntan a que sí existe una reducción de la protección que generan las inyecciones con la variante Delta. El jefe del servicio de Microbiología del Hospital Vall d’Hebron, Tomàs Pumarola, indicaba el pasado miércoles que las vacunas no protegen tanto, pero sí que previenen de los efectos graves.
“Con la variante delta nos podemos infectar con más probabilidad aunque estemos vacunados”, señalaba el especialista, descartando que conllevase un cuadro clínico “grave” si se está inmunizado. Con todo, Pumarola advertía de que en Cataluña la variante Delta se convertirá en mayoritaria, tras suponer actualmente el 20% de los nuevos contagios.
El director del Centro de Atención y Emergencia Sanitaria (CAES), Fernando Simón, se pronunciaba sobre la peligrosidad de esta cepa hace sólo unos días. Ante la situación de Reino Unido, el epidemiólogo señaló que “no parece haber una mayor gravedad, los datos preliminares dan la impresión de que no es más grave o podría tener algo menos de letalidad”.
La verdadera preocupación con la variante Delta es si esta puede expandirse más rápido que el ritmo al que va el proceso de vacunación, con el punto de mira puesto en los jóvenes que todavía no han sido inmunizados y en el alivio de las restricciones. El pasado viernes, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunciaba que el 26 de junio la mascarilla dejará de ser obligatoria en espacios exteriores. Hace sólo unas semanas, el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García Rojas, explicaba a El HuffPost que sería conveniente mantener medidas de prevención hasta alcanzar una tasa de vacunación cercana al 70%. Ese horizonte se contempla para mediados de agosto.
En algunos países, el crecimiento de la variante Delta se está haciendo patente, con brotes en Italia o los 145 positivos que acumula Dinamarca. Con todo, en Alemania, hace una semana su porcentaje en el total de contagios era del 3,7%, mientras que ahora es del 6,2%. En Francia ya representa entre el 2 y el 4% de los casos positivos, lo que equivale a entre 50 y 150 nuevos diagnósticos diarios. En Bélgica ya supone el 3,9% de los casos notificados y afecta especialmente a la población joven que aún no ha recibido la vacuna. Austria también ha identificado la variante en un 6,3% de los casos investigados.