Una guardia civil denuncia acoso laboral por negarse a reducir el nivel de protección de una mujer maltratada en Chipiona
La agente lleva un año de baja laboral y amenazada con la incapacidad permanente por no atender a la exigencia de sus superiores ante la falta de personal.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado el acoso laboral que sufre una agente de Chipiona (Cádiz) que fue apartada del servicio y se enfrenta a la "amenaza velada" de verse alejada del cuerpo por negarse a reducir la vigilancia sobre una mujer maltratada.
En un comunicado de prensa hecho público, la AUGC explica que la agente se negó a rebajar el grado de protección a una víctima de violencia de género en riesgo extremo "tal y como pretendían sus superiores ante la falta de personal".
La agente, que se ocupaba de proteger a esta víctima y había sufrido ella misma acoso por parte "del entorno" del maltratador, se negó a reducir la vigilancia y cuestionó "la arbitrariedad de órdenes dictadas por razones ajenas al compromiso con la seguridad pública que se ha de prestar a los ciudadanos", según relata la AUGC.
En un "flagrante intento de quitar de en medio" a esta trabajadora, la agente Luisa María Flores "fue apartada de su trabajo a través de la imposición de una baja por estrés".
Tras un "calvario de un año apartada de su trabajo sin motivo para ello" la agente se ha sometido por su cuenta, "y pagado de su propio bolsillo", a un chequeo para el informe pericial forense, psiquiátrico y psicológico en el que "se acredita que se encuentra en plenas facultades psicofísicas para realizar su trabajo como guardia civil".
"Sin embargo, y pese a esta evidencia, Luisa María se enfrenta además a un expediente por falta grave y a la amenaza velada de verse apartada definitivamente del servicio activo al aplicársele la incapacidad definitiva", lo que supone "una amenaza de expulsión en toda regla a una trabajadora con un currículo intachable hasta la fecha", prosigue la AUGC.
La asociación también lamenta que las denuncias de la agente por el acoso que ha recibido por parte "del entorno" de la mujer a la que protegía han sido archivadas.
Al hilo de este caso la AUGC, que representa a más de 31.000 miembros del Instituto Armado, expresa su "indignación porque este tipo de actuaciones sigan vigentes en un cuerpo policial que debería dar ejemplo de rigor y respeto" y que , "lejos de ello aplica sistemáticamente represalias entre sus trabajadores".
En este caso, añade, "agravado" por "tratarse de una clara situación de acoso laboral a una agente que solo pretendía cumplir con un trabajo de protección establecido por el propio protocolo policial hacia una víctima de violencia de género".
En la misma nota, la AUGC denuncia "la discriminación que padecen las mujeres guardias civiles", algo que "da lugar con frecuencia a situaciones de acoso laboral que, sin embargo, desde la Dirección General se empeña en negar".