Una exdiputada de Vox, sobre la formación de Abascal: "No es un partido político, sino un movimiento extremista”
Malena Contestí ha reconocido sentirse traicionada.
La exdiputada nacional de Vox por Baleares Malena Contestí ha decidido renunciar a repetir en las listas electorales del 10 de noviembre, y además, darse de baja del partido, al que tilda de “movimiento extremista y antisistema”.
Contestí fue diputada hasta la disolución de las Cortes el pasado 24 de septiembre; no forma parte de la Diputación Permanente del Congreso, el órgano que gobierna la Cámara en periodos electorales, y de ahí su condición ya de exparlamentaria.
Llegó al Congreso como número uno de Vox por Baleares gracias a una coalición electoral con la formación Actúa, que abandonó el pasado mes de agosto tras detectarse una serie de irregularidades contables. Pero no dejó Vox, sólo Actúa, y por ello, ese mismo mes se sumó al partido que lidera Santiago Abascal.
Ahora ha decidido abandonar una organización con la que se siente “traicionada”, señala en el comunicado.
“Aquella ilusión inicial” con la que hace dos años dio el salto a la política “se ha tornado en una profunda decepción”, derivada, añade, de la “imposición de un dogmatismo que golpea como un yunque en todos aquellos ideales que parecieron hacer a Vox necesario”.
Cita algunas causas acto seguido, en su comunicado: “supuestas irregularidades que no sólo no se investigan, sino que se protegen”, “la exclusión y el insulto constante a los demás partidos, demagogia, homofobia, extremismos varios”.
También repara, según sus palabras, en causas como una política basada, no en “ofrecer soluciones reales”, sino en “el titular” y “hacer ruido para salir en prensa”, y para “lo que todo vale, incluida la manipulación, la criminalización de los disidentes internos o la banalización”.
Contestí, siempre según su comunicado, reconoce haber sentido “vergüenza” al verse relacionada con el exministro italiano Matteo Salvini o tras considerar que se “manipulaba” la realidad para “vincular directamente el terrorismo con la inmigración”.
Y añade: o “criminalizando a la mujer que pasa el trauma de abortar” o “irrumpiendo en minutos de silencio con pancartas políticas”.
Por todo ello, concluye que “Vox no es un partido político”, sino “un movimiento extremista y antisistema”. “Y con ello me ha traicionado”, añade antes de destacar que “el fin no justifica los medios”.
Enumeradas estas razones, constata su renuncia a liderar cualquiera de las listas de Vox cara a las elecciones del próximo 10 de noviembre y a su militancia. “Prefiero irme a mi casa que seguir en Vox”, sentencia.
Contestí ha puntualizado que ha intentado comunicar su decisión a la dirección del partido, pero ha sido en balde.
Durante la corta XIII legislatura, la exdiputada balear fue designada para ser la portavoz del grupo de Vox en las comisiones de Industria, Comercio y Turismo, y en la de Política Territorial.