Una delicia llamada 'carrot cake'
Poco o casi nada puedo aportar sobre el origen de esta receta, pero sí puedo deciros que posiblemente haya llegado desde algún país nórdico con demonización de origen vikinga. De ahí, pasaría a la época romana, y de ésta, a la Edad Media, donde ya hay incidios de recetas muy aproximadas a las actuales.
Tal vez una de las mejores recetas de este pudin la encontramos a finales del siglo XVI en A booke of Cookrye.
El carrot cake es hoy en día probablemente uno de los postres más emblemáticos de la cocina norteamericana (hasta George Washington tenía su propia receta de pastel de zanahoria, y está recogida en el New York Cookbook en 1992), aunque, como os cuento, es un postre originario de Europa, donde los cocineros mezclaban vegetales dulces en sus bizcochos como sustituto barato de las nueces y otros frutos secos.
Ahora sí, espero que disfrutéis de la receta y la compartáis.
#Sedcuriosos.
Carrot Cake con crema de mascarpone y jengibre
460g de zanahoria rallada
240g de azúcar
160g de aceite vegetal
3 huevos grandes a temperatura ambiente
15gr de extracto de vainilla
240g de harina de trigo tamizada más 15g
30g de canela molida
30g de bicarbonato de sodio
22g de sal kosher
120g de uvas pasas remojadas previamente durante 15 minutos con una onza de buen ron oscuro
120g de nueces picadas, tostadas mientras batimos la crema mascarpone.
Crema del mascarpone del jengibre
350g de queso mascarpone
120gr de queso crema a temperatura ambiente
300gr de azúcar glaseada
30g de nata
7g de extracto de vainilla
120g de jengibre picada cristalizado o escarchado
6g de sal kosher
Batir el mascarpone, el queso crema, el azúcar, la crema y vainilla juntos durante aproximadamente 1 minuto, hasta que la textura sea esponjosa. Añadir el jengibre y sal y batir durante 30 segundos más. Reservar. Se puede utilizar la batidora eléctrica
Precalentar el horno a 400 grados. Si usas moldes de cierre hermético, engrasarlos muy bien y enharinar antes de usar. El tamaño que recomiendo es de 27 cm de diámetro por 6cm de ancho.
Batir el azúcar, el aceite y huevos en la batidora a media velocidad durante 2 minutos, hasta obtener una consistencia esponjosa. Anadir la vainilla, 240 g de harina, canela, bicarbonato de sodio y sal. Repartir entre los dos moldes.
En un cuenco mediano, mezclar las zanahorias, las pasas, las nueces y los 15gr de harina. Remover en una mezcla con una espátula de goma. Dividir la masa entre los 2 moldes anteriores. Hornear durante 10 minutos, bajar el calor a 350 grados, y hornear durante 30 a 35 minutos. Para saber si está bien horneado, introducir un palillo, y si sale limpio, estará ok. Enfriar en las cacerolas durante 15 minutos, sobre una rejilla.
Abrir cada tarta por la mitad por la parte superior (no en los lados). La parte más redonda se quedará arriba. Rellenar la mitad con la crema mascarpone y volver a tapar. Cubrir con el mascarpone de jengibre y servir a temperatura ambiente. A mí me gusta acompañarlo con un quenelle de helado de crema y láminas de almendra.