Un psiquiatra de Harvard desvela por qué los carbohidratos restan energía y concentración
Igual que el alcohol, la falta de ejercicio o el insomnio.
Chris Palmer, profesor de psiquiatría de Harvard y autor del libro Brain Energy, lleva más de 25 años como investigador en neurociencia, profundizando en las conexiones entre nuestra salud mental, física y cerebral.
A partir de sus conocimientos, a nivel personal ha adquirido ciertos hábitos en su vida con los que asegura mantenerse “alerta, con energía y saludable” y haber mejorado el síndrome metabólico que le diagnosticaron, una combinación de trastornos que aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes.
En un artículo publicado en el portal cnbc.com, Palmer ha desvelado las seis cosas que hace para mantener a raya su salud y su cerebro:
1. Adiós carbohidratos
Médicos y expertos en salud no se cansan de repetirlo: la dieta juega un papel fundamental en nuestra salud, especialmente en la obesidad, la diabetes y la salud del corazón, pero también tiene efectos profundos en el cerebro.
“Revertí mi síndrome metabólico comprometiéndome con una dieta baja en carbohidratos”, afirma el doctor en psiquiatría que prácticamente eliminó el consumo de granos, productos horneados, dulces y frutas con alto contenido de azúcar o almidón.
“Normalmente como huevos para el desayuno. A lo largo del día como verduras, frutas y una buena cantidad de carne, pescado y aves. Esto me ha ayudado a mantener un peso saludable y mantener mi nivel de azúcar en la sangre bajo”, explica.
2. No estar más de dos días sin hacer ejercicio
Son numerosos los estudios que avalan los beneficios de hacer ejercicio para la salud mental.
“Para mí, el entrenamiento óptimo es de 45 minutos. Además de los ejercicios de estiramiento y básicos, levanto pesas, corro, ando en bicicleta, nado y doy caminatas rápidas”, admite Palmer, que también asegura que no hace deporte todos los días, pero si tres o cuatro veces por semana.
3. Dormir al menos 7 horas por la noche
La falta de sueño afecta al estado de ánimo y contribuye a la aparición de la depresión y la ansiedad. Además, puede desembocar en un deterioro cognitivo que podría implicar mayor riesgo de padecer Alzheimer.
“Cuando duermes, tu cuerpo entra en un estado de ‘descanso y reparación’. El cerebro sufre muchos cambios en las neuronas que desempeñan un papel en el aprendizaje y la consolidación de la memoria. Sin sueño, las células pueden caer en un estado de deterioro y comenzar a funcionar mal”, explica el especialista.
Y aunque cada uno necesita unas horas de sueño para sentirse descansado y recuperado, el doctor admite estar en la cama al menos 7 horas, y acostarse y levantarse temprano.
4. Nada de alcohol
En junio de 2020, Palmer dejó de tomar alcohol durante un mes y enseguida comenzó a notar que su sueño y productividad mejoraban, así que decidió dejar de beber definitivamente.
“Esto no significa que deba dejar de beber por completo, pero ahora se cuestionan los beneficios que alguna vez pensamos que confería el alcohol”, argumenta y confirma que en un estudio de más de 36 000 personas, el consumo de uno o dos tragos al día se asoció con la atrofia o el encogimiento del cerebro.
5. No dar por terminado el crecimiento personal
“Explorar su salud emocional a través de la psicoterapia puede cambiarle la vida”, sostiene el psiquiatra para el que la psicoterapía puede tener efectos muy positivos.
“Enfocada en la empatía, las relaciones, las habilidades sociales o la mejora de las habilidades cognitivas puede fortalecer los circuitos cerebrales que han estado subdesarrollados”, declara.
6. Propósitos de vida como motor del día a día
Según la opinión del médico, todo el mundo debería aspirar a tener al menos un papel en la sociedad que le permita contribuir y sentirse valorado. Y no necesariamente tiene que ser un papel profesional, puede ser personal, familiar, social, en el hogar...
“Cuando las personas carecen de un sentido de propósito, esto puede inducir una respuesta de estrés crónico y conducir a una función cognitiva deficiente”.