Un paseo por Embajadores, el barrio más 'cool' del mundo
Guía para visitar el vecindario favorito de la revista 'Time Out': dónde comer, dónde comprar y qué hacer.
El contraste de la vida diurna y las flores de la plaza de Tirso de Molina con la fiesta y las colas a las puertas de Medias Puri. La actividad cultural de centros como la Casa Encendida o Tabacalera, el ambiente del Rastro, la variedad de comida internacional, el arte callejero y el estilo art déco del Teatro Kamikaze... Son algunos de los aspectos del madrileño barrio de Embajadores que han llamado la atención de la prestigiosa revista Time Out, referente en ocio y cultura, que lo ha elegido como el más cool del mundo en 2018.
Embajadores constituye un distrito propio cuyos límites están en la calle Toledo (oeste), Atocha (este y norte) y Ronda de Valencia (sur). La diversidad de este emblemático barrio, en el que más del 40% de la población es extranjera, según el censo de 2017, llegan a tal punto de que a la etiqueta de barrio cool se suma la de delincuencia y peligrosidad. Lleva años luchando por lavar esta imagen y el galardón de la revista Time Out podría darle ese impulso definitivo, aunque no a todos los comerciantes de la zona les convence el premio.
En El HuffPost hemos elaborado una guía con los sitios dónde comer, dónde comprar y qué visitar para conocer en profundidad el barrio más guay del mundo.
Para no perderse
La antigua Biblioteca de las Escuelas Pías. Leer o estudiar en una iglesia es posible. Esta biblioteca está en la antigua iglesia de las Escuelas Pías, construida por el arquitecto de la orden Gabriel Escribano entre 1763 y 1791 y reformada en los 90 tras su quema en la Guerra Civil (1936-1939). Junto a ella, y al Mercado de San Fernando, se encuentra derruida el resto de la iglesia de la escuela, que también es uno de los enclaves más reconocibles del barrio.
El Rastro. Es una visita imprescindible un domingo o festivo. Este mercado al aire libre nació hace más de 400 años y en él se pueden encontrar de objetos de coleccionista a animales, artesanía o libros antiguos. Dentro hay algunas zonas especializadas: la calle Fray Ceferino González estuvo dedicada a la venta de animales, la de San Cayetano es conocida como la calle de los pintores, donde se pueden encontrar pinturas o materiales para pintar; y la zona de la Rodas y la plaza del General Vara del Rey está dedicada a la venta de juegos de cartas, cromos o sellos.
Esta es una plaza. Al pasear por la calle Doctor Fourquet, una de las cosas más llamativas es un mural muy colorido que muestra pies de niños de distintas culturas con el lema: "Esto es una plaza". Hay que entrar, lo que hay dentro es más que una simple plaza, es un huerto urbano con parque infantil, gestionado por vecinos del barrio como espacio libre de humos para que los niños también puedan jugar en la ciudad en contacto con la naturaleza.
Para no pasar hambre
Mercado de Antón Martín. Ubicado cerca de la estación de Atocha, aquí se pueden encontrar los mejores productos frescos de la capital. Los puestos de carne, verduras y frutas se mezclan con pequeños stands de comida de todos los países e incluso con una escuela de flamenco en la parte superior. Su comida colombiana, mexicana o japonesa no tienen desperdicio.
Baobab. Este local cercano a la Plaza de Nelson Mandela es uno de los mejores restaurantes senegaleses de la capital. En él ofrecen sabrosísimos platos africanos, hechos en su mayoría con arroz, carnes y pescados marinados acompañados de salsas con base de frutos secos. Entre los platos más recomendables está el Thiebou Yapp, con arroz senegalés, carne muy jugosa y verduras.
Juan Raro. No es un bar, ni un restaurante, ni una taberna, ni una cafetería. Al Juan Raro podemos ir a cualquier hora buscando lo que más nos apetezca. Se definen como un lugar de "comida ecléctica", su carta incluye platos tradicionales y modernos con buen producto en un local decorado con mucho gusto donde también se mezcla la esencia cultural del barrio con actuaciones en directo o exposiciones.
Distrito Vegano. Este restaurante cuenta en su carta con platos griegos, colombianos, mexicanos y españoles. Aquí hay desde hamburguesas a salchichas o quesadillas, todas aptas para veganos.
Sala Equis. Esta antigua sala de cine erótico situada junto a la Plaza de Tirso de Molina combina bar de picoteo, bar de copas y cine. Cuenta en su planta baja con un bar en el que tomar algo, en la parte superior un lugar perfecto para tomar un cóctel y en la entreplanta un cine al que se puede subir comida o bebida. La sala tiene una programación orientada al cine de culto y de autor, nada que ver con el género que le da nombre.
Para ir de tiendas
Kling. Esta firma alternativa argentina tiene su sede más grande de España en este barrio. De hecho, posee dos locales en Embajadores: uno junto a la Sala Equis, y otro junto a la Plaza de Lavapiés. Independientemente de la ropa, las tiendas están ambientadas en los 80 con una decoración muy colorida y llamativa.
Bajo el volcán. Los locos de la música y la lectura tienen aquí su sitio. En este local de Lavapiés encontrarás dos plantas llenas de libros, discos y revistas. En sus estantes guardan más de 10.000 vinilos de todos los estilos y épocas, ya que también venden productos de segunda mano.
La tiendina. Para complementos alternativos y prendas confeccionadas a mano, esta pequeña tienda de Lavapiés es el sitio ideal. La mayoría de los productos están hechos con tejidos naturales y son asequibles para todos los bolsillos.
Wanderer. Esta tienda de moda sostenible es digna de una visita. En ella se venden complementos modernos y urbanitas y ropa hecha con nuevas técnicas de confección de diseñadores modernos e innovadores. Además, el taller de confección está a la vista.
Un lugar lleno de ocio y cultura
Teatro para todos los gustos. Si de algo está lleno Embajadores es de espacios teatrales, a grande y a pequeña escala. Entre los grandes, encontramos el Teatro Apolo, donde se pueden ver musicales, grandes producciones teatrales y conciertos, y el Teatro Valle-Inclán, con las principales obras del Centro Dramático Nacional.
De menor tamaño es el Teatro Kamikaze, un espacio cultural galardonado con el Premio Nacional de Teatro en 2017 en el que dan charlas y talleres, se organizan tertulias y, por supuesto, hay representaciones teatrales. También su mítica cafetería es un lugar icónico donde pasar una tarde o hacer tiempo antes de entrar al espectáculo. Otras salas de teatro off son la Cuarta Pared o la Escalera de Jacob, donde además se dan clases de interpretación y se realizan espectáculos de magia.
Arte a lo grande y a pequeña escala. Aunque las calles de Embajadores, llenas de murales y grafitis, son arte en sí mismas, también se puede disfrutar de arte contemporáneo en espacios culturales. Desde el mediático Reina Sofía, el principal centro de Arte Contemporáneo de España con cuadros de Picasso, Dalí o Miró, a las quizás menos reconocidas galerías de la calle Doctor Fourquet, como la icónica Galería Helga de Alvear —la galería decana de la zona—, la Casa Sin Fin o Alegría, regentadas por jóvenes emprendedores.
Otros espacios culturales. La Casa Encendida y Tabacalera ofrecen actividades alternativas como conciertos, recitales de poesía, exposiciones o mercadillos. También se puede ir a tomar algo.
Música de todo tipo. Prácticamente en cualquier calle de Embajadores hay dónde escuchar música en directo, desde cantautores a grupos de rock o tablaos flamencos. El Calvario es el sitio para asistir a recitales de poesía y cantautores y en el que cada lunes hay una sesión de micros abiertos, y a Bodegas Lo Máximo se va a escuchar boleros.
El flamenco más tradicional se encuentra en Casa Patas, una escuela y tablao donde también se puede cenar.
Un barrio de cine. Además de la mencionada Sala Equis, los amantes del cine pueden echar un ojo a la programación de La Filmoteca o de los míticos Cines Doré, en Antón Martín, donde proyectan películas de autor y de culto, y que son tanto arquitectónica como históricamente unas de las salas más míticas de Madrid.