Un millonario argelino pagará las multas por la ley antiburka en Dinamarca
"Aunque estoy en contra de esas prendas, siempre defenderé el derecho a la libertad".
Ya se han puesto las primeras multas por la ley contra el velo integral islámico, el burka y el niqab, en Dinamarca. El empresario y activista argelino Rachid Nekkaz se ha ofrecido a pagar todas las que se impongan a las mujeres que lleven esas prendas en público en el país escandinavo.
"Estaré en Copenhague el 11 de septiembre para pagar todas las multas y luego lo haré cada mes porque, aunque estoy en contra de esas prendas, siempre defenderé el derecho a la libertad en todo el mundo, a llevar un niqaby a no llevar un hiyab", ha señalado al diario danés Berlingske Tidende.
Nekkaz ya había hecho un ofrecimiento similar en marzo cuando viajó a la capital danesa, en medio del debate político sobre la nueva legislación.
El millonario, nacido en Francia y que ha sido precandidato presidencial en Argelia, creó en 2010 un fondo dotado con un millón de euros para el pago de multas tras la prohibición en su país de nacimiento del velo integral, y ha impulsado medidas similares en Austria, Suiza y Bélgica.
La ley aprobada por el Parlamento danés el 31 de mayo prohíbe el uso público de cualquier prenda que cubra el rostro a no ser que tenga "un propósito reconocido", como ropa de invierno, disfraces y máscaras de carnaval o protección para ciertos trabajos.
Se estima que solo 200 mujeres llevan velo integral en Dinamarca
La nueva normativa establece multas de 1.000 coronas danesas (134 euros), que a partir de la cuarta infracción se elevan a 10.000 (1.343 euros), y le fue aplicada por primera vez a una mujer la semana pasada en Hørsholm (noroeste del país).
La ley antiburka ha estado rodeada por la polémica desde antes de que fuese presentada en febrero, y durante su tramitación, la Alianza Liberal (uno de los tres partidos que conforman el Ejecutivo de derecha danés) dio libertad de voto a sus diputados.
El Gobierno y otros partidos sostienen que el uso del velo va contra los valores de la sociedad danesa, mientras que los detractores de la ley hablan de ataque a la libertad, además de considerarla un gesto simbólico en un país donde se estima que menos de 200 mujeres usan el velo integral.
Cientos de personas se manifestaron la semana pasada en Copenhague y en Aarhus, la segunda ciudad más poblada, en contra de la nueva ley.