Un lunes muy lunes y mucho lunes: las claves de la declaración de Rajoy en el Congreso por la 'Kitchen'

Este lunes será un lunes muy lunes (y mucho lunes) para Mariano Rajoy. El expresidente del Gobierno está citado a declarar en la Comisión del Congreso que investiga la llamada ‘operación Kitchen’, uno de los casos de corrupción en el que se vio implicado su Ejecutivo y que más escándalo ha generado en los últimos años.

Rajoy deberá dar cuenta de las implicaciones que tuvo el Ministerio del Interior y su máximo responsable, el entonces ministro Jorge Fernández Díaz, en un caso que ha salpicado a la cúpula policial de entonces.

Estas son las claves de la declaración de Rajoy en el Congreso y de lo que ha sucedido en los nueve meses que llevamos de Comisión de Investigación:

¿Qué es la ‘operación Kitchen’?

Se trata de una pieza separada del caso Villarejo en la que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón investiga el presunto espionaje a Luis Bárcenas, extesorero del PP, por parte del Ministerio del Interior durante la época en la que era ministro Jorge Fernández Díaz en el Gobierno de Mariano Rajoy.

El objeto de tal espionaje, que se habría llevado a cabo entre 2013 y 2015, era ocultar la documentación que Bárcenas pudiera tener que demostrara la financiación ilegal del PP a través de una caja B. Una información que podría incriminar a altos cargos del partido.

Para dicho espionaje, Interior contó con la colaboración de Sergio Ríos, chófer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, quien, según las sospechas del juez instructor, sería el encargado de robar la documentación.

García Castellón cree que ”órganos superiores y directivos” del Ministerio del Interior montaron un “operativo parapolicial” para llevar a cabo la sustracción de los documentos.

¿Qué investiga la Comisión?

Precisamente esto último es lo que investiga la Comisión del Congreso, “la utilización ilegal de efectivos, medios y recursos del Ministerio del Interior, con la finalidad de favorecer intereses políticos del PP y de anular pruebas inculpatorias para este partido en casos de corrupción”.

Conviene recordar que una Comisión de Investigación no es un tribunal de justicia, pero sí que obliga a los comparecientes a decir la verdad, según el artículo 502 del Código Penal, que impone penas de cárcel de seis meses a un año y multa de 12 a 24 meses para quien “faltare a la verdad en su testimonio”.

También permite a la Comisión que, si considera que “de las manifestaciones del compareciente se dedujeran indicios racionales de criminalidad para alguna persona”, esto sea indicado a la Mesa del Congreso, que lo podrá trasladar a la Presidencia y esta, al Ministerio Fiscal.

¿Cuándo comenzó?

La Comisión se abrió en marzo de este año con la declaración de Luis Bárcenas. Durante meses, se han sucedido las comparecencias de varios de los implicados, imputados o no, en esta trama corrupta.

Se cerrará este lunes con la última declaración, la de Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno y jefe del Ejecutivo en el momento de los hechos investigados.

¿Quiénes han declarado?

Como ya hemos dicho, el primero en hacerlo fue Bárcenas, pero por allí han pasado, entre otros, el comisario Villarejo, en dos ocasiones; el exdirector de la Policía, Ignacio Cosidó; Sergio Ríos, exchófer de Bárcenas; Rosalía Iglesias, la mujer del extesorero del PP; el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos; el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz; quien fuera su mano derecha, Francisco Martínez; y hasta María Dolores de Cospedal, ex secretaria general del PP.

¿Qué se ha contado?

En los nueve meses de Comisión ha habido de todo. Por un lado, quienes han guardado silencio, como Cospedal, su marido, Ignacio López del Hierro, y Rosalía Iglesias.

Por otro, los que sí que hablaron, pero para negarlo todo. Tal es el caso de quien era el máximo responsable de Interior en aquella etapa, Jorge Fernández Díaz, imputado por este asunto.

El exministro negó haber tenido conocimiento de la operación de espionaje a Bárcenas y dijo que, “si se realizó” se hizo sin su “consentimiento”. También afirmó estar “profundamente decepcionado” con quien fuera su ‘número dos’ en Interior, Francisco Martínez, ex secretario de Estado de Seguridad, y aseguró que los nombramientos de los principales cargos policiales implicados en el caso fueron cosa del entonces director de la Policía, Ignacio Cosidó.

Los propios Cosidó y Martínez mantuvieron la misma línea que Fernández Díaz y negaron conocer nada de la operación Kitchen, pese a ser los responsables máximos, junto al exministro, de la cúpula policial durante los hechos investigados.

Sin embargo, hubo quienes sí que aportaron novedades y dejaron grandes titulares durante sus intervenciones.

Como el comisario José Luis Olivera, exjefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), quien reconoció que se referían a Rajoy como “el Barbas” y “el Asturiano”, un mote, este último, que aparece en un informe de Asuntos Internos donde se asegura que el entonces presidente conocía el espionaje.

También Enrique García Castaño, quien fuera jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), quien aseguró que informaba al entonces secretario de Estado, Francisco Martínez, de los avances de la operación Kitchen.

De hecho, durante la última de sus dos intervenciones en la Comisión, García Castaño señaló que fue el entonces Director Adjunto Operativo, Eugenio Pino, quien le encargó montar la operación porque, aseguró, había algunas “lagunas pendientes” en las pesquisas realizadas por “otra gente” sobre Bárcenas.

“El DAO puede mandar trabajos operativos a todos, supongo que alguien por encima tenía que saberlo”, agregó García Castaño sobre Pino, quien en su declaración se negó a contestar “ni a un saludo” de los diputados. Eso sí, protagonizó este comentado momento con Gabriel Rufián:

Otro momento llamativo de las declaraciones que se han escuchado en la Comisión fue el que protagonizó Enrique Luis Báez, policía nacional que relató cómo sus superiores le ordenaron dejar su puesto dedicado a perseguir a terroristas yihadistas, concretamente a ‘lobos solitarios’, para vigilar al chófer de Bárcenas, primero, y a su mujer, después.

Algo que el agente vio “extraño”. “Las tres semanas que estuve participando en este servicio estaba muy incómodo. No me cuadraba, nosotros no estamos para eso. Estamos para vigilar a personas bastante relevantes y peligrosas, no la mujer de un extesorero que está en la cárcel”, afirmó.

Pero si hubo una declaración por encima de las demás fue la del excomisario José Manuel Villarejo, quien ha acudido en dos ocasiones al Congreso a hablar ante la Comisión.

La primera, en mayo, donde aseguró que se enviaba mensajes telefónicos con el entonces presidente, Mariano Rajoy. “Había un número de teléfono donde, en ocasiones, por mensajes, me preguntaba cosas, además de por el circuito oficial”, explicó.

En dicha comparecencia, Villarejo afirmó que fueron Cosidó y Pino quienes le encargaron poner en marcha esta operación para averiguar la información con la que contaba Bárcenas sobre la corrupción en el PP.

Meses después, en su segunda intervención en octubre, Villarejo llegó a afirmar que tuvo varios encuentros personales con Rajoy, aunque negó que hablasen “sobre este tema”.

Sí lo hicieron en una reunión que mantuvo con el entonces presidente del Gobierno en su despacho de la sede del PP en la calle Génova de Madrid. El motivo de dicho encuentro era que Villarejo quería saber “quién estaba detrás de las órdenes y que no era una invención de los enlaces”

¿Por qué está citado Rajoy?

Por ser presidente del Gobierno durante los hechos que se investigan y por haber sido señalado por varios de los comparecientes, tanto en sede judicial como en la propia comisión, como conocedor de la operación de espionaje.

El ya expresidente fue uno de los nombres que pactaron PSOE y Unidas Podemos para que compareciera en la Comisión, por donde no pasarán finalmente ni Pablo Casado, actual líder del PP, ni la que fuera vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Estos dos nombres, junto al de Félix Sanz Roldán, exdirector del CNI, eran los que quería Podemos que se sentasen ante los diputados, pero finalmente no hubo acuerdo con el PSOE.

¿Qué se espera que aclare Rajoy?

Los diputados esperan que Rajoy responda a las muchas cuestiones que han dejado sobre la mesa los implicados en este caso.

¿Fue conocedor de la operación de espionaje a Bárcenas? ¿La ordenó él? ¿Mantuvo contactos, tanto personales como por mensaje, con Villarejo para estar al tanto de la operación?

Son algunas de las preguntas que, a buen seguro, escucharemos este lunes en el Congreso y a las que Rajoy ha dicho que estará encantado de contestar.

En declaraciones este viernes a Onda Cero, donde fue entrevistado con motivo de la promoción de su libro Política para adultos, el expresidente ha dicho que él no hará como Cospedal y que responderá a lo que se le pregunte. “Si ella consideró que no debía responder, hizo muy bien. Yo voy a responder porque no tengo ningún problema en responder”, ha afirmado.

De hecho, en esta entrevista, ya dio contestación a alguna de las preguntas sobre Villarejo, asegurando que es “absolutamente falso” que tuviera un teléfono con el que se mensajeaba y agregando lo siguiente: “Yo no he visto a ese señor en mi vida. Esa es la única verdad. Y naturalmente lo voy a decir. En mi vida”.

También negó ser conocedor “en absoluto” de la operación de espionaje a Bárcenas. “No voy a elucubrar, porque está precisamente sub iudice, pero tengo muy serias dudas de qué es realmente lo que pasó ahí”, agregó.