Un destacado semanario alemán da un 'palo' a un líder español: "Su partido ya no es tan fuerte"
"Nunca despegó".
El semanario alemán Die Zeit ha dedicado recientemente un artículo a analizar la figura y la trayectoria del líder de Podemos, Pablo Iglesias, del que dice que como vicepresidente del Gobierno no ha terminado de despegar. Además, apunta que la formación morada ya no es tan fuerte como era hace unos años.
El medio de comunicación asegura que el político se ha despedido de la escena nacional de una forma sorprendente, concede que ha “cambiado la política española en los últimos años” y afirma que llegó a impresionar a muchos líderes de izquierdas europeos. Explica que Iglesias es controvertido y que su balance general es “heterogéneo”.
“Iglesias y sus compañeros se propusieron nada menos que dar la vuelta al Estado español: acabar con la monarquía, acabar con el sistema de partidos establecido, acabar con las viejas élites en los negocios y la política”, dice Die Zeit, que afirma que esa revolución prometida no se ha materializado a pesar de que Podemos ha conseguido llegar al Gobierno.
“La pasión de Iglesias por el conflicto y su falta de consenso llevaron una y otra vez a disputas en la coalición. Con sus duras críticas a la familia real y sus quejas sobre el ‘déficit democrático’ de España, aparecía en ocasiones más como un político de la oposición que como un miembro del gobierno. En su papel de vicepresidente, nunca despegó”, asevera el semanario.
Así, se asegura que Podemos “ya no es tan fuerte” y pone como ejemplo las encuestas del CIS: el 24,5% de los españoles confiaba en Podemos en enero de 2015, mientras que ahora esa cifra ha bajado hasta el 9,6%. En Madrid, añade, Podemos se ha visto amenazado con llegar a ser insignificante políticamente.
Por eso, Die Zeit advierte de que las posibilidades de éxito de Iglesias en Madrid “son inciertas” a pesar de que las políticas de Ayuso con “controvertidas”. En este sentido, afirma que sus políticas sobre el coronavirus se basan principalmente “en consideraciones económicas”.
“Pero a no pocos españoles parece gustarles su apariencia segura de sí misma y sus medidas excéntricas”, admite el semanario.