Un cura de Madrid anima a denunciar a Ada Colau por colaboración en los atentados de Barcelona
"Menos lágrimas y más hacer cosas", recomienda el sacerdote a la alcaldesa de Barcelona.
El sacerdote de Madrid Santiago Martín animó durante la misa del pasado domingo a denunciar a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por "colaboración" en los ataques terroristas del pasado jueves en Barcelona.
A su juicio, "una parte" de la responsabilidad de los 15 muertos que por el momento se llevan contabilizados recae sobre Colau por haberse negado a colocar elementos disuasorios —como bolardos y grandes maceteros— en las principales calles barcelonesas: "Una parte de culpa es de la alcaldesa de Barcelona. Los culpables son los asesinos, por supuesto, pero una parte de la culpa la tiene la alcaldesa. Menos lágrimas y más hacer cosas".
Colau no está sola. El cura también mete en el mismo saco a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena —ambas, subraya, son "comunistas radicales"—, por no prestar la más mínima atención a la seguridad de sus ciudadanos, aunque sí por no coartar la libertad de los asesinos: "Con la que está cayendo, que estén desprotegidos sitios en los que hay miles de personas paseando tranquilamente, es colaborar con el crimen", señala para apuntalar poco después que tanto Colau como Carmena sí son "respetuosas con la libertad de los asesinos".
El propio cura relata en la misa cómo el sábado por la noche fue a dar un paseo por la Plaza Mayor y la Puerta del Sol de Madrid: "Si un asesino hubiera querido hacer alguna matanza la podría haber hecho igual".
Para el cura todo pasa por la afiliación política de Colau y Carmena, que son "extrema izquierda, comunistas y radicales": "¿Qué habría ocurrido si el gobierno municipal hubiese sido de derechas? Todos los periódicos habrían pedido dimisiones. Pero como son comunistas... pueden hacer lo que quieran y no pasa nada", insiste para instar a los fieles a que, como ha hecho él, manden cartas a los directores de los principales periódicos de España denunciando la falta de bolardos y maceteros en las principales vías de las grandes ciudades.
Aunque "nuestras oraciones son importantes" el cura anima "a hacer algo más": "No puede ser que nos convoquen solo para rezar por las víctimas", se queja.
Colau apuntó un día después de los atentados que no tenía sentido "hablar ahora de lo que se hubiera podido evitar con un bolardo puesto en La Rambla". 'Los autores del atentado querían matar, y si no hubieran podido entrar por La Rambla, lo hubieran hecho por otro sitio", adujo.
Decisiones de este tipo se toman en reuniones tripartitas entre el Estado, Cataluña y la ciudad de Barcelona, aunque Colau no se mostró partidaria de "llenar una ciudad como Barcelona de barreras".