Un artículo en 'The New York Times' habla muy claro (y no del todo para bien) sobre Fernando Simón
Dedica unas pocas líneas, pero muy rotundas, al experto español.
La popularidad de Fernando Simón ha pasado desde casi el anonimato a ser una de las personas más famosas de España en unos pocos meses. Eso, según él ha admitido, le abruma en ocasiones hasta el punto de salir poco a la calle para que no le reconozcan.
De hecho, su figura ha traspasado fronteras y son muchos los medios de comunicación extranjeros que han analizado su figura. Casi todos coinciden: el experto español ha conseguido generar tantas simpatías que se ha convertido casi en un icono pop, pero también ha provocado grandes críticas y detractores.
El prestigioso diario estadounidense The New York Times le dedicó hace meses unas elogiosas líneas, pero ahora un artículo de opinión firmado por el periodista Diego Fonseca y publicado en la edición en español del periódico se muestra duro con Simón.
En el texto se analiza la figura de Hugo López-Gatell, el portavoz de México en el combate contra el coronavirus. El autor señala que ese experto comenzó la crisis con una gran imagen puesto que, “educado y elegante, presentaba cifras y traducía conceptos complejos”.
“Tres meses después, el mismo López-Gatell luce agotado, a veces huraño, en no pocas ocasiones condescendiente, como una estrella en horas bajas”, señala Fonseca.
La referencia a Fernando Simón llega a mitad del texto, cuando subraya que López-Gatell no es Fernando Simón, “el portavoz de la estrategia española, quien también subestimó al virus —no estuvo solo— y cometió errores trágicos hasta que miles de muertos lo obligaron a cambiar el rumbo y los contagios y las fatalidades cayeron”.
Al contrario que Simón, se dice en el artículo, “López-Gatell rara vez reconoce errores, un fenómeno llamativo en un científico”. “Da vueltas, es errático, pivotea, juega con la retórica en sus largas conferencias. Pero no retrocede”, se subraya en el texto, en el que se afirma que “López-Gatell es un peón que disfraza como científicas decisiones políticas: caerá cuando la necesidad política lo determine”.
Hace unos meses, The New York Times aseguraba que “en España, el país europeo más afectado después de Italia, el doctor Fernando Simón se ha revelado como una figura adorable de científico heroico”.
En el texto se subrayaba que el experto “ha ofrecido actualizaciones y observaciones sobre la crisis con su voz ronca, haciendo casi de psicólogo para unos ciudadanos ansiosos que le hacían llegar todo tipo de preguntas online”.