Un año después del Aquarius, el Mediterráneo sigue siendo un cementerio
Las ONG inciden en que son muertes "evitables" que ponen de manifiesto el "fracaso de las políticas europeas".
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha advertido este miércoles de que las políticas europeas ‘siguen cobrándose vidas’ en el Mediterráneo central, tras cumplirse un año del cierre de los puertos italianos a los barcos humanitarios el pasado 10 de junio, y del desembarco en el puerto de Valencia de los 629 migrantes y refugiados a bordo del Aquarius el próximo 17 de junio.
“Se cumple un año de la decisión de Italia de cerrar sus puertos a los barcos humanitarios y del primer bloqueo político sobre el destino de personas rescatadas en el Mediterráneo central”, han avisado desde la ONG, que ha señalado que desde entonces “al menos 1.151 hombres, mujeres y niños vulnerables han muerto en esta zona y más de 10.000 han sido obligadas a regresar a la fuerza a Libia y expuestas a sufrimientos innecesarios”.
Tanto Médicos Sin Fronteras (MSF) como SOS Méditerranée han incidido en que estas muertes son “evitables” y ponen de manifiesto “de forma trágica el fracaso de las políticas migratorias europeas y de un sistema europeo de asilo roto”.
“La respuesta de los Gobiernos europeos a la crisis humanitaria en el Mediterráneo y Libia ha sido una carrera hacia el abismo”, ha afirmado el presidente de MSF, David Noguera. Según ha destacado, a pesar de que hace un año las organizaciones rogaron a los Gobiernos europeos “que pusieran la vida de las personas antes que la política’ y pidieron una ’respuesta humana”, un año después “la respuesta europea ha alcanzado nuevos mínimos desoladores”.
El bloqueo en el Mediterráneo es la “normalidad”
Según las ONG, desde que hace un año Italia impidió el ingreso a los puertos italianos del Aquarius ―buque de búsqueda y rescate operado conjuntamente por MSF y SOS Méditerranée― “las situaciones de bloqueo en el Mediterráneo central se han convertido en la nueva normalidad”. De hecho, sostienen que en estos 365 días “se han documentado, al menos, 18 incidentes de esta naturaleza”.
Para las organizaciones, estos escenarios de parálisis “se han traducido en que durante más de cuatro meses 2.443 hombres, mujeres y niños vulnerables han quedado varados en el mar mientras que los líderes de la UE debatían su futuro”.
Asimismo, han avisado de las repercusiones de la criminalización del salvamento de vidas en el mar, que “no solo afectan a los buques humanitarios sino que, sobre todo, erosionan el principio mismo de la prestación de auxilio a quienes están en peligro en el mar”.
“Hace un año advertimos que estos bloqueos políticos en el mar, peligrosos e inhumanos, no debían sentar un precedente. Sin embargo, esto es exactamente lo que ha sucedido”, ha manifestado el coordinador general de MSF para Libia y el Mediterráneo, Sam Turner.
Desde las ONG ha apuntado que en las últimas seis semanas la cifra de personas vulnerables que han tratado de huir de Libia “han aumentado significativamente”. En este periodo, más de 3.800 se han subido a embarcaciones precarias para tratar de salir del país en dirección a Europa, según han denunciado.
Aumento de las devoluciones a Libia
De igual modo, han avisado de que el número de personas interceptadas y devueltas a Libia por los guardacostas libios “dobla al de personas evacuadas”. “Los líderes europeos apoyan estas devoluciones siendo plenamente conscientes del ciclo de explotación, tortura, violencia sexual y detención arbitraria al que estas personas vulnerables están expuestas en Libia”, han defendido desde las organizaciones.
“La realidad es que aun cuando cada vez hay menos embarcaciones humanitarias, las personas con pocas alternativas continúan emprendiendo esta ruta mortal independientemente de los riesgos. La única diferencia ahora es que hoy tienen casi cuatro veces más probabilidades de morir, en comparación con el año pasado”, ha insistido el director de Operaciones de SOS Méditerranée, Frédéric Penard.
Con todo, ha pedido a los estados miembros de la UE que proporcionen “de forma urgente” una capacidad proactiva y suficiente de búsqueda y rescate “para evitar la pérdida innecesaria de vidas” en el mar, al tiempo que les ha reclamado que pongan fin a las acciones punitivas contra las ONG “que tratan de brindar asistencia y salvar vidas”.
También ha exigido que retiren el “apoyo político y material al sistema de devoluciones forzadas de refugiados, solicitantes de asilo y migrantes a Libia” y establezcan “sistemas de desembarco sostenibles, fiables y predecibles que faciliten lugares seguros” para los supervivientes.