Uma Thurman desvela que abortó siendo adolescente: "Nadie llega a esa camilla a propósito"
La actriz ha contado su experiencia y ha criticado la restrictiva ley del aborto que ha entrado en vigor en Texas.
“Ha sido mi secreto más oscuro hasta ahora”, asegura Uma Thurman en una carta dirigida a The Washington Post este martes en la que desvela que abortó cuando era adolescente. La actriz, musa de las películas de Quentin Tarantino, ha contado en primera persona su experiencia para criticar la entrada en vigor de una nueva ley del aborto en Texas, la más restrictiva de Estados Unidos, que le produce “tristeza” y “horror”.
La actriz, de 51 años, cuenta que comenzó a trabajar en la interpretación a los 15 años, “trabajando en un entorno en el que a menudo era la única menor de la sala”. Al final de su adolescencia se quedó embarazada accidentalmente de un hombre mucho mayor que ella: “Vivía con una maleta en Europa, lejos de mi familia, y estaba a punto de empezar un trabajo. Traté de averiguar qué hacer. Quería quedarme con el bebé, pero ¿cómo?”.
Se lo contó a sus padres; su madre estaba gravemente enferma y fue la primera ocasión en la que habló de sexo con su padre. “Me preguntaron sobre el estado de mi relación, que no era viable, y me advirtieron de lo difícil que sería criar a mi bebé por mi cuenta siendo adolescente. Mi fantasía infantil de la maternidad se corrigió profundamente mientras sopesaba las respuestas a sus preguntas”, recuerda.
“Decidimos como familia que no podía seguir adelante con el embarazo y acordamos que la interrupción era la elección correcta. No obstante, mi corazón estaba roto”, confiesa.
Abortó en Alemania y recuerda la bondad del médico, que le explicó todos los pasos del proceso y le comentó que tenía unas manos bonitas y que le recordaba a su propia hija: “Ese gesto de humanidad está grabado en mi memoria como uno de los momentos de mayor compasión que he vivido. A sus ojos, yo era una persona, era una hija, era aún una niña”.
Según la actriz, aunque ahora tiene tres hijos de los que está muy orgullosa y ha logrado una gran carrera profesional, ese aborto le sigue causando tristeza hoy en día: “No me arrepiento del camino que he seguido. Aplaudo y apoyo a las mujeres que tomen decisiones diferentes. Mi aborto de adolescente fue la decisión más dura de mi vida, que me ha causado angustia y me entristece incluso ahora [...] Elegir no continuar con ese embarazo me permitió crecer y convertirme en la madre que quería y necesitaba ser”.
Reflexiona que no tiene nada que ganar y quizá sí mucho que perder con esta revelación, pero espera poder dar “algo de luz” a mujeres y niñas que puedan sentirse avergonzadas “de no poder protegerse y no tener autoridad sobre ellas”. “Les puedo asegurar que nadie llega a esa camilla a propósito”, recalca.
Tras exponer su experiencia, Thurman opina que la ley del aborto de Texas ha entrado en vigor en parte por la “falta de diversidad ideológica”: “Es un escenario para una crisis de derechos humanos para las mujeres estadounidenses”. Defiende además que la ley es discriminatoria hacia los más desfavorecidos económicamente: “Las mujeres y niños de familias adineradas conservan todas las opciones del mundo y corren pocos riesgos”.
“A todas las mujeres indignadas por el hecho de que el Estado les quite los derechos a nuestros cuerpos, y a todas a las que el hecho de tener un útero les vuelve vulnerables y sometidas a vergüenza os digo que os veo. Tened valor. Me recordáis a mis hijas”, escribe como despedida.
Los puntos más restrictivos de la ley del aborto de Texas
El 1 de septiembre entró en vigor la conservadora ley del aborto en el mencionado estado, que impide el aborto a partir de las seis semanas de gestación, el periodo en el que grupos provida creen que se puede detectar los latidos del corazón fetal, aunque no hay base científica que lo respalde.
Ese periodo tan corto hace que las clínicas calculen que entre el 85 y el 90% de los abortos que hasta ahora se hacían en Texas ya no se van a poder realizar.
Además, no habrá excepciones ni en caso de violaciones ni de incesto. La única que se contempla es la emergencia médica, para la que se reclamará una prueba escrita de un médico que justifique el riesgo de muerte para la madre o de provocar un “deterioro considerable e irreversible de una función corporal importante”.
No acaba ahí la cosa: cualquier persona puede demandar a quien sepa que esté inmerso en un proceso de aborto, con recompensas incluidas por el chivatazo.