La UE endurece sus sanciones contra Bielorrusia por la "instrumentalización política" de migrantes
Extiende las represalias contra los "individuos y entidades que facilitan el cruce ilegal de fronteras exteriores comunitarias".
La UE endurece más su política contra Bielorrusia y ha aprobado un nuevo marco legal para llevar a cabo su quinta ronda de sanciones al régimen de Lukashenko por la “instrumentalización con fines políticos” de migrantes en la frontera europea.
Este lunes, el Consejo de la UE se ha reunido en su formación de Asuntos Exteriores, con los representantes de Los Veintisiete. De esta cita ha salido el compromiso de sancionar a “individuos y entidades que organizan o contribuyen a actividades del régimen de Lukashenko que facilitan el cruce ilegal de las fronteras exteriores de la UE”.
La decisión comunitaria supone ir más allá en los destinatarios y la severidad de esas sanciones, que actualmente han llegado a 166 personas, entre ellas el presidente, Alexandr Lukashenko, y su hijo y asesor de Seguridad Nacional, Viktor Lukashenko, así como a 15 entidades. Hasta ahora, su carácter se había limitado habían consistido en prohibiciones de viajar a territorio comunitario y la congelación de los activos que tengan en la UE.
“La decisión de hoy refleja la determinación de la Unión Europea de hacer frente a la instrumentalización de los migrantes con fines políticos. Estamos rechazando esta práctica inhumana e ilegal. Al mismo tiempo, seguimos subrayando la inaceptable represión por parte del régimen contra su propia población en el país, y responderemos en consecuencia”, declaró el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
Ante las acciones del régimen bielorruso, que promueve vuelos desde Oriente Medio a Minsk para después llevar a los pasajeros hasta las fronteras de Bielorrusia con Lituania, Polonia o Letonia, la UE ha decidido hoy dar un paso más.
Lukashenko tira de amenazas
El régimen de Lukashenko advirtió recientemente con corta el tránsito de gas hacia la UE en caso de nuevas sanciones y ordenó supervisar los “movimientos de tropas” de la OTAN y Polonia en la frontera.
“El Ministerio de Exteriores debe advertir a todos en Europa. Si aplican nuevas sanciones contra nosotros, debemos responder”, manifestó la pasada semana el líder bielorruso. “Han empezado a asustarnos con el quinto paquete (de sanciones)”, ha dicho, antes de pedir al primer ministro, Roman Golovchenko, que “no se perdone nada” al bloque.
A finales de octubre, los líderes de la UE ya dijeron que no aceptarían “intentos de terceros países de instrumentalizar migrantes con fines políticos” y condenaron “todos los ataques híbridos en las fronteras de la UE”. También aseguraron que responderían “de manera acorde”.
Este lunes, el ministro lituano de Exteriores, Gabrielius Landsbergis, fue más allá y pidió hacer del aeropuerto de Minsk una “zona de exclusión aérea”. “Al menos por el momento tenemos que asegurarnos de que ningún avión que pudiera potencialmente traer a personas con la intención de migrar, de cruzar la frontera ilegalmente, pueda aterrizar en Minsk o en ningún aeropuerto bielorruso. Es crucial hacer eso”, recalcó.