La UE suavizará su plan de recorte del gas tras la presión de varios países, con España a la cabeza
El nuevo borrador contempla numerosas excepciones para mantener la unidad. Este martes, los Veintisiete ministros de energía buscarán el consenso.
Bruselas da un pequeño paso atrás para no abrir una fuga entre los ‘Veintisiete’ a cuenta del gas. La UE ha decidido suavizar parcialmente su plan energético para hacer frente a un posible corte ruso y, aunque mantiene la recomendación de reducir un 15% el consumo, se abre a numerosas excepciones para los países menos dependientes.
Entre ellos, España, que se ha puesto a la cabeza de las protestas entre los socios contra un plan “injusto”, en palabras del Gobierno.
Según adelanta El País, el último borrador de la Comisión Europea añade esas particularidades a la propuesta de ahorro energético y además elimina la facultad, hasta ahora absoluta, que tenía este órgano para declarar el estado de alerta. De ello se habla este lunes, en una reunión previa al Consejo extraordinario de energía que se celebrará el martes y del que debería salir el acuerdo definitivo.
España alza la voz
El cruce de palabras entre Moncloa y Bruselas fue inmediata. El pasado miércoles, Von der Leyen presentaba un borrador que llamaba a la necesidad de reducir el consumo de gas ante un nada descartable corte del grifo desde Moscú de cara al invierno. De hecho, la presidenta de la Comisión hablaba de un plazo de recortes entre agosto y marzo de 2023. Ocho meses en los que los estados debían apretarse el cinturón.
España, de inmediato, negó la mayor. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, contestó dejando claro que ni las familias ni las industrias nacionales notarían “corte de luz ni de gas”. Asimismo, califica de “injusto” el plan comunitario, acusando a la UE de imponerlo sin un debate necesario.
Horas más tarde, Moncloa lanzaba una contraoferta. No reducir el consumo de los estados miembros, o al menos de los menos dependiente del gas ruso, a cambio de exportar tres veces más de cantidad de gas natural licuado de los que recibe y almacena España. Aquí se administra más de un tercio de todo el material que llega a la UE.
Unidad, sobre todas las cosas
El tira y afloja, al que se han sumado otros países del sur como Portugal y Malta, y del norte como Irlanda, ha llegado hasta la mesa de Bruselas. Este lunes los socios debaten el texto que debe regir el comportamiento europeo ante un escenario que nadie puede descartar, el de que Putin rompa lazos energéticos con la UE. Ya lo ha hecho con varios estados miembro, como Polonia, Bulgaria, Dinamarca o Países Bajos, mientras que ha reducido el suministro con potencias como Alemania o Italia.
Lo que se busca por encima de todo lo demás es mantener la unidad del bloque, un debate que vuelve a poner al límite las posturas en el seno de los Veintisiete.
El doble discurso de Rusia
El Kremlin no es ajeno a las tensiones internas de la UE. Este lunes, su portavoz, Dimitri Peskov, ha insistido en que Rusia “no está interesada” en cortar el grifo como dice Bruselas, pero con las mismas ha advertido de que esto podría pasar si siguen las sanciones.
“Rusia es un suministrador de gas responsable y no importa lo que se diga. Rusia era, es y sigue siendo un país que garantiza en gran medida la seguridad energética de Europa”, ha espetado Peskov, con el siempre presente ‘pero’ por el comportamiento del bloque comunitario.
En paralelo a sus palabras, la gasística Gazprom ha anunciado que reducirá aún más el flujo de gas por el gasoducto Nord Stream, a solo un 18% de su capacidad total a partir del miércoles.