Ucrania denuncia un incendio en la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa
El incendio ha afectado a un edificio de entrenamiento y no al perímetro de seguridad nuclear: los niveles de radiación permanecen estables.
Un bombardeo ruso ha provocado un incendio en la noche de este jueves en la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, a orillas del río Dniéper, aunque por el momento “no se han registrado cambios en los niveles de radiación”, según la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
“A las 05.55 horas (hora local), se ha localizado un incendio en el edificio de entrenamiento de la central nuclear Zaporiyia en Energodar en un área de 2.000 metros cuadrados. No ha habido víctimas ni heridos preliminares”, ha asegurado en un informe el Servicio de Emergencias de Ucrania.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ha publicado en su cuenta de Twitter un mensaje alertando de un ataque ruso a la planta nuclear. “El Ejército Ruso dispara contra Zaporizhzhia desde todos los frentes, es la central nuclear más grande de Europa. Han provocado un fuego. Si explota, será 10 veces peor que Chernóbil. Los rusos deben cesar los disparos inmediatamente, permitir el paso de los bomberos y establecer un perímetro de seguridad”.
Minutos después, la cuenta oficial de Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, compartía una emisión en directo de YouTube del canal oficial de la planta nuclear, en la que se ha podido ver un grupo de personas abriendo fuego contra edificios, seguido de un incendio.
Ante la gravedad de la situación, Zelenski ha mantenido una ronda de contactos y ha hablado con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para recibir una actualización de la situación en la central nuclear, mientras la Casa Blanca estaría vigilando el incendio registrado, confirmado en un primer momento por el portavoz de la central, Andriy Tuz, quien ha advertido de un posible peligro real de amenaza nuclear.
El inquilino de la Casa Blanca ha hecho hincapié en que Rusia debe “cesar sus actividades militares en la zona y permitir a los Bomberos y al personal de emergencia acceder al lugar”, según ha informado la Casa Blanca en un comunicado.
Zelenski también ha hablado con el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, que también ha condenado el ataque y ha solicitado “permitir el acceso sin restricciones de los servicios de emergencia a la planta”, según un comunicado del Gobierno de Reino Unido.
Por su parte, la Agencia Internacional de Energía atómica ha confirmado en su cuenta oficial de Twitter que se encontraban en contacto con los reguladores nucleares de Ucrania, y que no se había detectado un aumento de radiación en los alrededores de la planta.
La agencia Reuters ha confirmado con posterioridad que el incendio no ha afectado al perímetro de seguridad de la planta nuclear, sino a una zona de entrenamiento próxima. Las autoridades locales habían afirmado en un primer momento que las tropas rusas habrían impedido el paso de los bomberos, aunque posteriormente han confirmado que la central nuclear “está asegurada”, según han destacado las agencias de noticias Unian y Ukrinform.
El pasado 1 de marzo, la Agencia Internacional de la Energía (OIEA) perdió el contacto con las estaciones de monitorización radiológica automáticas ubicadas en la ciudad, que es el mayor de los emplazamientos nucleares de Ucrania.
Allí albergan seis de sus 15 reactores. Especialistas ucranianos tratan de determinar la causa de la pérdida de la transferencia de datos de la central nuclear de Zaporiyia y de restablecerla. Además, la AIEA ha aprobado una resolución en la que condena la toma de varias centrales nucleares ucranianas por parte de las fuerzas rusas.
Las Fuerzas Armadas ucranianas afirmaron este jueves que “continúan los esfuerzos” por parte de Rusia para llegar a las afueras de Zaporiyia y Mariupol, dos enclaves estratégicos que permitirían a Rusia cerrar el cerco y avanzar a otros puntos como Dnipro y Odesa.
Estos últimos días, los residentes de Energodar y Zaporiyia han intentado bloquear las carreteras para retrasar el avance de las tropas rusas que finalmente han entrado en el territorio.