Trump vuelve con furia: rompe negociaciones para el nuevo y anhelado plan de rescate ante la pandemia
Dice que no lo va a aprobar antes de las elecciones, mientras hace gala de buena salud y confirma que habrá segundo debate con Joe Biden
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto fuerte a la Casa Blanca. Esta pasada noche, ha publicado una sesentena de mensajes en Twitter, entre propios y retuits, en los que ha dicho de todo. Entre otras cosas, que rompe las conversaciones con la oposición demócrata sobre un nuevo plan de ayuda para mitigar el impacto de la pandemia de coronavirus, suspendiéndolas hasta después de las elecciones del 3 de noviembre.
“He dado instrucciones a mis representantes para que dejen de negociar hasta después de las elecciones”, dijo en Twitter el mandatario republicano, acusando a la interlocutora del gobierno, la presidenta de la Cámara de Representantes y líder demócrata Nancy Pelosi, de no negociar “de buena fe”.
“Inmediatamente después de que gane, aprobaremos un importante proyecto de ley de estímulo que se centra en los estadounidenses trabajadores y las pequeñas empresas”, prometió Trump, en carrera por un segundo mandato.
A finales de marzo, cuando la pandemia golpeó con dureza el empleo y la producción en EEUU debido a las medidas para prevenir el coronavirus, republicanos y demócratas pactaron un plan de rescate, que fue rubricado por Trump, por un valor total de 2,2 billones de dólares, el mayor de la historia del país, pero que fue insuficiente ante la gravedad de la crisis, por lo que se amplió en 500.000 millones de dólares.
En un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Pelosi, dijo este martes que con esta decisión el presidente “ha mostrado su verdadera cara: se pone a sí mismo primero a expensas del país con toda la complicidad de los miembros del Partido Republicano del Congreso”.
“Fraude” de Rusia
En su tanda de tuits, el magnate también dijo que ha autorizado la publicación de documentos relacionados con lo que él llama “el fraude de Rusia” y el “escándalo de los correos electrónicos de Hillary Clinton”. “He autorizado completamente la desclasificación total de todos y cada uno de los documentos relacionados con el mayor CRIMEN político en la historia de Estados Unidos, el Engaño de Rusia. Del mismo modo, el escándalo de los correos electrónicos de Hillary Clinton. ¡Sin redacciones!”, publicó en su cuenta de Twitter.
Por ahora no hay detalles de lo que suponen estos documentos ni cuándo se podrán publicar, indica la CNN.Tampoco está claro qué implicaciones de seguridad nacional puede tener la orden.
La semana pasada, el exdirector de la Policía Federal de Estados Unidos (FBI) James Comey declaró ante un comité en el Senado que la investigación sobre si personas cercanas a Trump conspiraron con Rusia para interferir en las elecciones de 2016 se llevó a cabo “siguiendo las reglas”, pero que había aspectos específicos de la investigación que “se quedaron cortos”, según informa la citada cadena de televisión.
Irá al debate
Trump también anticipó esta madrugada su participación en el próximo debate programado para el 15 de octubre en Miami, pero su rival demócrata, Joe Biden, respondió que no debería celebrarse si el mandatario sigue enfermo de Covid-19. Por primera vez desde que Trump confirmó el pasado viernes su positivo por coronavirus, este martes, su médico, Sean Conley, informó que el presidente “no muestra síntomas” de la enfermedad, que en EEUU se ha cobrado ya 210.874 vidas.
“Tuvo una primera noche reconfortante en casa y hoy no muestra síntomas”, dijo Conley en referencia a la primera noche del mandatario en la Casa Blanca tras una hospitalización exprés para tratarse de la enfermedad.
Trump celebró su diagnóstico anticipando su participación en el debate presidencial del 15 de octubre, un cara a cara que a día de hoy está en duda dado que habrán pasado apenas 14 días desde que el presidente fue diagnosticado.
“Estoy esperando el debate de la noche del jueves 15 de octubre en Miami. ¡Será genial!”, escribió Trump, que necesita un golpe de efecto en los días que quedan de campaña para darle la vuelta a la tendencia favorable a Biden de las encuestas. El presidente usó Twitter, como es su costumbre, para difundir sus mensajes.
Sin embargo, preguntado al respecto, el que fuera vicepresidente de Barack Obama entre 2009 y 2017 no se mostró tan convencido de la celebración del cara a cara. “Creo que si todavía tiene COVID-19, no deberíamos tener un debate”, afirmó Biden, que tiene 77 años, en declaraciones a periodistas.
El demócrata dijo que “espera” debatir con Trump en esas fechas, pero también que deben seguirse “protocolos muy estrictos”. “Demasiada gente se ha contagiado. Es un problema muy grave, así que me guiaré por los protocolos”, aseguró el demócrata, cuya campaña anunció que volvió a dar negativo en una nueva prueba a la que se sometió este martes.
La cautela de Biden coincidió con la expresada por el alcalde de Miami, el republicano Francis Suárez, quien indicó que no cree que esa visita “sea segura ni para él (Trump) ni para nadie más”.
¿Plexiglás como solución?
A falta todavía de algunos días para ese hipotético debate, este miércoles se celebrará el vicepresidencial entre el republicano Mike Pence y la demócrata Kamala Harris.
El vicepresidente ha dado negativo en todas las pruebas a las que se ha sometido pese a que estuvo en contacto con Trump en las horas previas a su diagnóstico, pero aún así la campaña demócrata ha pedido barreras separatorias de plexiglás durante el cara a cara.
Sin embargo, el jefe de Gabinete del vicepresidente, Marc Short, apuntó este martes que su equipo no ve necesaria ninguna barrera en torno a Pence, dado que se aplicarán otras medidas como una separación de 12 pies (unos 3,7 metros).
“Si ella (Harris) lo quiere, (estamos) más que encantados de que se rodee de plexiglás si eso la hace sentir más a gusto”, indicó Short, citado por el diario The Washington Post y agregó que “no es necesario”.
Más positivos en la Casa Blanca
El brote de coronavirus de la Casa Blanca no para de crecer y ya supera los 20 infectados desde que Trump y la primera dama, Melania Trump, anunciaron el pasado viernes de madrugada sus positivos.
Este martes fue el turno de Stephen Miller, el principal asesor en inmigración de Trump, que tras aislarse algunos días en su casa regresó a la Casa Blanca a trabajar previo conocimiento de su diagnóstico.
“Durante los últimos cinco días he estado trabajando en remoto y aislado, dando negativo todos los días hasta ayer. Hoy, di positivo por Covid-19 y estoy en cuarentena”, dijo Miller en un comunicado.
El del asesor en inmigración es el positivo número 23 vinculado al brote en la Casa Blanca, que forzó la hospitalización de Trump durante el fin de semana pasado.
Además del presidente y la primera dama también se han contagiado la asesora Hope Hicks, la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, cuatro miembros de su equipo, dos senadores, varios periodistas o el vicecomandante de la Guardia Costera, Charles Ray, entre otros.
Aunque es complicado determinar el origen del brote, la mayoría de los infectados asistieron el 26 de septiembre a la ceremonia de nominación de la jueza Amy Coney Barrett para el Tribunal Supremo, casi todos sin mascarillas.