Trump no tiene quien le quiera en la OTAN
La cumbre termina con marcadas diferencias entre Estados Unidos y el resto de países, acusaciones de "dobles caras" y con la mirada puesta en los avances del 'impeachment'
La cumbre de la OTAN termina como empezó: con el presidente de EEUU, Donald Trump, en el centro de todas las miradas. Las tensiones con las que arrancó la cita de los líderes mundiales no han hecho sino incrementarse y, por si todo esto fuera poco, al magnate republicano también le esperan malas noticias en casa: el ‘impeachment’ está cada vez más cerca. Así que Trump tiene pocas ganas de hablar y ha cancelado la rueda de prensa prevista antes de regresar a Estados Unidos.
Aunque claro, no dar la rueda de prensa no significa que haya desperdiciado la oportunidad de contraatacar a la que ha sido una de las noticias de la cumbre: el vídeo que se ha filtrado en el que se ve a los mandatarios de Reino Unido, Boris Johnson; Canadá, Justin Trudeau; Francia, Emmanuel Macron; y Holanda, Mark Rutte, presuntamente burlándose de él. En las imágenes, emitidas con subtítulos por la cadena canadiense CBC, se escucha a Johnson preguntando al presidente francés, Emmanuel Macron: ”¿Es por eso por lo que llegaste tarde [a la reunión con el resto de miembros de la Alianza]?”. En ese momento Trudeau toma la palabra: ”[Macron] Llegó tarde porque su rueda [junto a Trump] de prensa duró 40 minutos”. Como ya sucedió la reunión de la OTAN del año pasado, el mandatario estadounidense había rechazado el protocolo de la cumbre y ha utilizado sus apariciones públicas con aliados para responder a decenas de preguntas de los periodistas. “Acabas viendo a su equipo (el de Trump) boquiabierto”, insiste Trudeau.
Esta filtración ha echado más leña al fuego: el martes la cita de la OTAN había arrancado con Trump calificando de “desagradable” e “irrespetuosa” la afirmación de Macron sobre la “muerte cerebral” de la OTAN, hecha el pasado noviembre, y la consideró un “insulto”. Las tensiones entre ambos fueron evidentes cuando comparecieron ante los medios tras su encuentro bilateral. En ese escenario no disimularon sus diferencias sobre el rumbo y los objetivos de la OTAN, dado que Macron se manifestó partidario de objetivos más transparentes para atender otros problemas, por ejemplo, en Siria o Irak.
Pero contra quien ha ido más directamente Trump al término de la cita de líderes ha sido contra el canadiense Trudeau: “tiene dos caras”, ha sentenciado. Así, aunque lo considera “un buen tipo”, ha dado por hecho que el líder canadiense no está conforme con sus peticiones para aumentar el presupuesto en Defensa. Y de esta manera el líder estadounidense ha hilado fino para volver a poner sobre la mesa la que es su gran demanda desde que asumió la presidencia de Estados Unidos: que los estados miembro gasten más en Defensa.
Tasas, tasas y más tasas
De paso, todas estas polémicas le sirven para seguir con la que es su estrategia: demostrar al mundo su dureza a base de afirmaciones rotundas y a golpe de tasas, que se han convertido en su gran arma en lo que a política exterior se refiere. Porque sí, durante esta cumbre de la OTAN el líder estadounidense ha vuelto a amenazar con tasar los vinos y los quesos franceses, entre otros, en respuesta a un impuesto digital adoptado por París, una decisión que ha aumentado la tensión con toda Europa, un día después de anunciar la imposición de aranceles al acero y aluminio de Argentina y Brasil.
La suma de todos estos factores—polémicas con Macron, Trudeau, las tasas...— le sirven para el que es su último gran fin: el de desviar los problemas que tiene en casa. Cuando aterrice en Washington al líder estadounidense le esperan malas, muy malas noticias.
La investigación de los demócratas para abrir un juicio político contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha entrado en una nueva fase con la aprobación de un informe que servirá como base para su probable imputación en el Congreso. El informe, elaborado tras más de dos meses de investigación por el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, que ha liderado hasta la fecha las pesquisas contra Trump, se ha aprobado con 13 votos a favor (todos demócrata) y 9 en contra (todos republicanos).
El texto consta de unas 300 páginas y ayudará al Comité Judicial del hemiciclo, que este miércoles celebrará su primera sesión sobre la materia, a decidir si redacta cargos contra el presidente y recomienda que se inicie un juicio político en su contra.
“Las pruebas de la negligencia del presidente son abrumadoras, y también lo son las pruebas de su obstrucción al Congreso”, indica el informe, redactado por la oposición demócrata.
No obstante, la disciplina de voto de los republicanos presagia que Trump superará sin problemas el juicio político en el Senado, cuyo inicio se prevé para principios de 2020.