El nacionalismo toma la Asamblea General de la ONU
Los discursos de Donald Trump, Jair Bolsonaro y Recep Tayyip Erdogan marcan una tendencia política proteccionista en la primera jornada.
“El mundo pertenece a los patriotas”. La frase, de Donald Trump, resume a la perfección el carácter ultranacionalista que ha imperado en la primera sesión de la 74ª Asamblea General de las Naciones Unidas. Jornada de respuestas locales a problemas globales: el Brexit, la cuestión ambiental, las tensiones en Oriente entre Israel y Palestina o la problemática en relación a Irán, las guerras comerciales...
La sede de la ONU en Nueva York ha acogido este martes las intervenciones del líder estadounidense y sus homólogos brasileño, turco y egipcio, como principales actores. Ni elegidos por guion para la causa “patriota”. Él único que ha roto esta coincidencia de alegatos ha sido el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron.
Trump, un alegato del nacionalismo
El gran ausente de la Cumbre Climática celebrada este lunes ha sido el gran esperado en la jornada inaugural. Su discurso no ha cogido a nadie por sorpresa: pleno de referencias nacionalistas y lejos de cualquier perspectiva internacionalista.
Desde su defensa de la Seguridad Nacional a sus políticas económicas y comerciales, Trump no ha abandonado el tono proteccionista en ningún momento. Así, ha pasado de su estrategia de sanciones contra Irán -“en su nivel más alto”- tras responsabilizar al país asiático del ataque a las petroleras saudíes a las veladas amenazas a China de cara a conseguir un acuerdo comercial ventajoso: “No aceptaremos un mal trato. Queremos estabilizar las relaciones, pero seguiremos de cerca la situación en Hong Kong, y su comportamiento será decisivo”.
La cuestión migratoria ha sido otro de los ejes de su largo parlamento, en el que ha dedicado un mensaje a los migrantes que tratan de entrar en EEUU: “No paguen, porque no van a entrar aquí mientras yo sea presidente de los Estados Unidos de América”. En este contexto, ha aprovechado para criticar a ONG´s y otros organismos por lo que ha considerado la “promoción” de la trata de personas: “Sus políticas son crueles y empoderan a organizaciones delictivas que atacan a hombres mujeres y niños, socavando la dignidad humana y los derechos humanos”.
El socalismo, el comunismo, Maduro y Cuba, han sido otros de los blancos de sus iras como enemigos del sistema democrático. Del líder venezolano ha llegado a señalar que es “la marioneta del país cubano”.
A la espera de la intervención del ‘premier’ británico, Trump ha reforzado su posición común con Boris Johnson ante el previsiblemente cercano Brexit. Los dos excéntricos mandatarios trabajan desde hace tiempo en un pacto comercial “sumamente beneficioso” para ambos países, ha reiterado, como ya hiciera en la pasada reunión del G-7.
Bolsonaro y la “falacia” del Amazonas
El turno de Donald Trump ha sido el segundo de una jornada que se ha abierto conforme a una tradición de 1955. El líder brasileño es el encargado de la primera intervención de los gobernantes. El populismo de ultraderecha de Jair Bolsonaro hecho discurso de media hora. El carioca ha defendido su gestión económica y hasta medioambiental sin que faltasen las referencias a los opositores y a los “países que se comportaron de forma colonialista contra nuestra soberanía”.
Se esperaban las palabras de Bolsonaro tras el verano de incendios y emergencia natural en la Amazonía. “Mi gobierno se ha comprometido con la defensa medioambiental y el desarrollo sostenible”, ha afirmado al comienzo de su ‘speech’, antes de defender el sistema de privatizaciones que ya “es el día a día del país”.
“Y ahora vamos a hablar del Amazonas”, ha puntualizado retador. “Brasil es uno de los países que más protege su medio ambiente. Nuestra Amazonía es mayor que Europa occidental y permanece casi virgen”, antes de culpar al “clima seco y los vientos” como los principales factores de causa de “los incendios espontáneos y los criminales”.
Por supuesto, no podían faltar referencias a sus críticos, a los que ha calificado de “ataques sensacionalistas que han instigado nuestro sentimiento patriota. Aquellos que nos atacan no están preocupados por los indígenas como seres humanos sino por las riquezas de las reservas”, ha añadido.
Bolsonaro ha llegado a asegurar que “decir que el Amazonas es un patrimonio de la humanidad y un pulmón del mundo es una falacia por las cuales algunos países se comportaron de forma colonialista contra nuestra soberanía”, una referencia que lleva indirectamente a Emmanuel Macron, presidente francés, con el que ha tenido sonados enfrentamientos en los últimos tiempos.
Macron, en clave internacionalista
Precisamente este último ha sido otro de los protagonistas de la sesión inicial. El líder galo ha señalado de inicio que “no estamos a la altura de las exigencias ni los objetivos que nos hemos marcado en la lucha contra el calentamiento global”.
En cuestiones más políticas ha mirado hacia el Golfo Pérsico, con una “llamada al valor. El valor de saber construir la paz, arriesgarse al diálogo y a dar su brazo a torcer. Eso es lo que necesita hoy Oriente Próximo”. Por ello, ha añadido, “es la hora de reanudar las negociaciones entre Estados Unidos e Irán”.
En un tono mucho más internacionalista que sus homólogos, ha pedido a sus pares “reinventar un multilateralismo fuerte, es lo que necesitamos, no podemos replegarnos en el nacionalismo”.
Su estrategia pasa por “cambiar nuestro sistema, que genera desigualdades” y ha adelanto su plan de una cumbre Francia-África para el desarrollo de una agenda política y social a favor del continente.
Emmanuel Macron hace un llamado a reducir la desigualdad y anuncia una agenda a favor de África, principalmente el Sahel. “Nuestros capitalismo contemporáneo actúa inadecuadamente, generando desigualdades. Hay que tener voluntad para luchar contra las desigualdades, decidir cambiar nuestro sistema”, dice. El presidente anuncia una cumbre Francia-África en la que se discutirán iniciativas a favor de ese continente. “Debemos tener una agenda verdadera de seguridad y desarrollo junto con África”.
Erdogan reparte críticas a los agentes internacionales
Recep Tayyip Erdogan ha aprovechado su paso por la sede de la ONU para repartir culpas y quejas a los diferentes actores internacionales por lo que ha manifestado un trato injusto con Turquía.
Su primer mensaje ha sido una mención directa al globalismo: “La organización que nos reúne hoy fue creada con el propósito de erradicar la injusticia. La comunidad internacional está perdiendo gradualmente su capacidad de encontrar soluciones a los problemas globales”.
Mostrando un mapa ha tratado el conflicto Israel-Palestina y la cuestión territorial. ”¿Dónde estaba Israel en 1947 y dónde está ahora? Israel quiere ocupar el resto del territorio”. De manera retórica ha lanzado varias preguntas: ”¿Qué pasa con el Consejo de Seguridad de la ONU y sus resoluciones? ¿Se ejecutan? No. ¿Para qué sirven las Naciones Unidas?”, nos tenemos que preguntar. Bajo este techo elaboramos resoluciones sin efecto. La ONU debe ofrecer apoyo al pueblo palestino más allá de meras promesas”, ha espetado.
El líder turco ha defendido el papel de su país en materia de asistencia humanitaria: “Se ha ganado la fama de país más generoso del mundo en esta cuestión es el país que acoge al mayor número de desplazados del mundo”. Por contra, ha indicado, “Siria se ha convertido hoy en un lugar que es un atentado contra la conciencia colectiva de la humanidad. En nuestro territorio han nacido 500.000 niños sirios en nuestro territorio”, asegura.
Turquía es el país más amenazado por el ISIS, tenemos más peticionarios de asilo que la mitad de la población de Nueva York. ¿Hemos recibido algo? De la UE únicamente a través de organizaciones internacionales 3.000 millones de euros”.
Al Sisi pide rendir cuentas a los Estados que financien terrorismo
Abdel Fattah Al Sisi, presidente de Egipto, ha defendido una “iniciativa de paz árabe” en torno a la cuestion palestino-israelí que “sigue sobre la mesa. Los árabes están dispuestos a que haya una paz justa y completa”.
El mandatario africano ha pedido ante la ONU que tengan que “rendir cuentas aquellos Estados que financian el terrorismo”. El presidente egipcio comienza su intervención relatando los retos del continente africano como presidente de la Unión Africana. ”África es un continente prometedor que puede convertirse en el nuevo motor de la economía mundial”.
Evo Morales incide en las desigualdades
El presidente de Bolivia ha puesto el foco en la emergencia natural y el desigual reparto de recursos en el planeta, un discurso que tampoco ha estado falto de reproches. Principalmente, “a los Estados que, con determinaciones unilaterales, han conseguido el deterioro del sistema multilateral”.
La madre tierra es nuestro único hogar y cada vez sufre más incendios, inundaciones, huracanes, sequías y catástrofes. El 1% de la población mundial se quedó con más del 80% de la riqueza en el año 2017. El mundo es controlado por una oligarquía gobal. Para él, la ONU es el único organismo capaz de mitigar “el origen de estos problemas: el sistema capitalista”.
Frente a esto, el líder andino ha puesto a su país como ejemplo de crecimiento sostenible gracias a la nacionalización de sus recursos naturales, “tomándolos como un derecho humano y no como un negocio”,
Para finalizar su intervención, Evo Morales, ha pedido a la Asamblea General de las Naciones Unidas que revise “la situación de bloqueo a Cuba”, que toma como “una grave violación a los derechos humanos”.
La jornada de intervenciones se ha completado con los discursos de los presidentes de Nigeria, Maldivas, Suiza, Croacia, Chile, Jordania, Corea del Sur, Burkina Faso y el emir de Qatar.
Mientras Boris Johnson y Pedro Sánchez esperan su turno a la madrugada -española- para intervenir, el nacionalismo se ha hecho poderoso este lunes en Nueva York. Mirada proteccionista en una reunión global.