Trump compara a los policías que disparan con jugadores de golf que se equivocan
"La gente se atasca, la gente se atasca", insiste el republicano, ante una entrevistadora afín totalmente anonadada
Sigue de burrada en burrada. Lo grave es que ahora lo que hay en juego son vidas humanas, aunque unas importan, parece, más que otras. El presidente de EEUU, Donald Trump, ha comparado esta madrugada a los policías que usan la fuerza letal sin que esté justificado -como aquellos que en los últimos meses han disparado a negros desarmados-, con jugadores de golf que se “atascan” y no consiguen hacer un putt (“golpe dado a la pelota desde el green para meterla en el hoyo”, dice el diccionario Oxford).
Durante una entrevista con la cadena televisiva Fox News, Trump dijo que los policías a veces “se atascan” y se equivocan, y que eso hace que los medios de comunicación se fijen sólo en eso y no en las “10.000 cosas buenas” que pueden haber hecho.
“Disparar muchas veces al tipo por la espalda... ¿No podrían haber hecho algo diferente, no podrían haber forcejeado con él? Pero se atascan”, afirmó Trump en referencia al caso de Jacob Blake, paralizado de cintura para abajo después de que un policía le disparara siete veces en la espalda en Kenosha (Wisconsin).
“Se atascan. Es como en un torneo de golf, cuando no aciertan un putt a tres pies (de distancia)”, agregó.
La presentadora -Laura Ingraham, una de las mayores defensoras del presidente- le pidió entonces, anonadada, que aclarara si estaba comparando las dos situaciones, y Trump no lo negó, al insistir: “Estoy diciendo que la gente se atasca, la gente se atasca”.
Trump ha defendido sin apenas matices a los policías en medio de la ola de indignación en EEUU por los numerosos casos de negros que mueren o resultan heridos a manos de agentes blancos, y el lema de “ley y orden” se ha convertido en una de las banderas principales de su campaña de reelección.
En la entrevista, el mandatario también equiparó la pobreza con la criminalidad, al asegurar que la oposición demócrata “está tratando de destruir los suburbios y el sueño americano” porque “quieren que haya viviendas para gente de bajos ingresos, y eso trae muchos otros problemas, incluido el crimen”.
Justificando a los supremacistas
Trump ha defendido estos días las acciones de Kyle Rittenhouse, un joven que la semana pasada mató a dos manifestantes e hirió a otro durante las protestas en Kenosha, y ha justificado a los grupos de derecha que el sábado participaron en choques en Portland (Oregón). El 25 de agosto, en una rueda de prensa, se negó a condenar a Rittenhouse, quien se presentó en Kenosha armado con un fusil de asalto para patrullar con un grupo de milicianos armados y coordinados con la Policía, y que mató a dos manifestantes además de dejar herido a un tercero.
“Estamos evaluando eso, pero ustedes vieron el mismo video que yo y él estaba tratando de escaparse de ellos (los manifestantes), supongo, y se cayó y le atacaron muy violentamente. Probablemente lo hubieran matado”, respondió Trump a la pregunta de por qué no condena a Rittenhouse.
“Creo que él estaba en muchos aprietos, y que probablemente lo habrían matado”, añadió el mandatario. El momento al que se refería Trump -aquel en el que Rittenhouse cayó al suelo- se produjo después de que el joven hubiera matado ya a uno de los manifestantes, Joseph Rosenbaum, según muestra un video del incidente y corroboran los documentos judiciales.
El joven, que era simpatizante de Trump y acudió a uno de sus mítines en enero, huía de los manifestantes que pedían detenerlo porque había disparado a Rosenbaum, y en un momento se cayó y apuntó con el rifle a quienes lo perseguían, que trataron de desarmarle.
Uno de los manifestantes, el joven blanco Anthony Huber, intentó golpear a Rittenhouse con su monopatín para quitarle el arma, pero el adolescente le disparó en el pecho y lo mató; antes de herir en el brazo a un tercer manifestante, Gaige Grosskreutz, quien llevaba una pistola, según los documentos judiciales.
El presidente va a visitar Wisconsin, pese a lo caliente del ambiente, y ha confirmado que no piensa reunirse con la familia del afroamericano cuyo caso provocó las protestas en esa ciudad, Jacob Blake.
Del muerto blanco del sábado en Portland, que pertenecía a un grupo supremacista, sí hubo condena en sus redes sociales.
Las “sombras oscuras” tras Biden
Trump también alegó que ciertas personas en las “sombras oscuras” del país están controlando a su rival en las elecciones de noviembre, el candidato presidencial demócrata Joe Biden, sin dar detalles ni pruebas. “Gente de la que nunca has oído hablar, gente que está en las sombras oscuras”, respondió Trump a la pregunta de quién cree que controla a Biden.
La presentadora le dijo entonces que eso sonaba a teoría de la conspiración, y el presidente replicó únicamente que se trata de la misma gente “que está controlando las calles” durante las manifestaciones que ha vivido el país este verano.
“Este fin de semana hicimos que alguien se subiera a un avión desde cierta ciudad. Y el avión estaba casi completamente lleno de matones, vestidos con uniformes oscuros, uniformes negros, con equipos y esto y aquello. Mucha de esa gente estaba en el avión para hacer un gran daño”, afirmó Trump, que no dio más detalles y dijo que el caso estaba bajo investigación.
No está claro si su mención de las “sombras oscuras” que controlan a Biden fue un guiño a aquellos de sus seguidores que creen en la teoría de la conspiración de QAnon, pero Trump ya dejó claro en agosto que no quiere disputar las ideas de ese grupo.
QAnon es un grupo formado en foros de Internet que cree que el mundo está dirigido por una organización de pedófilos satánicos que, entre otras cosas, conspiran para derrocar a Trump, y a la que supuestamente pertenecen políticos como Barack Obama o Hillary Clinton y estrellas como Tom Hanks u Oprah Winfrey.