Un carro de la compra mide aproximadamente un metro de largo. Con uno por delante como parapeto, es fácil mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros, a la que obliga la nueva normalidad tras la crisis del coronavirus, mientras se pasea por los pasillos del supermercado.
En Mercadona van más allá. La cadena valenciana ha introducido una nueva norma en caja para ayudar a los clientes a respetar esa separación mínima. Consiste simplemente en darle la vuelta al carro a la hora de colocar los productos en la cinta e ir a pagar.
El carro va por delante mientras se está en la cola, pero al vaciarlo se debería colocar por detrás de nosotros. De este modo, el siguiente cliente no podría pegarse nunca al que está pagando, incluso si va con cesta.
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La medida, de la que informan los propios cajeros como se puede leer en el tuit explicativo de Mercadona, no convence demasiado a los clientes ya que consideran que hay que hacer malabarismos para poder cumplirla.
Algunos ni siquiera la ven práctica.
Esta reciente norma se suma a la lista de cambios que la cadena ha introducido durante estos meses. El último llegó el 1 de junio con la ampliación de horario, que se restringió en las semanas más duras del estado de alarma.