Tras el fracaso electoral del partido laborista, ¿quién sustituirá a Jeremy Corbyn?
El Partido Laborista ha registrado su peor resultado en 40 años con 203 asientos en el Parlamento, 59 menos que en 2017.
Tras el batacazo del Partido Laborista en las elecciones del Reino Unido, Jeremy Corbyn ha anunciado que dimitirá como líder del partido.
Estos son los principales nombres que suenan para ocupar su puesto a partir de ahora.
Gran defensora de Corbyn. Esta diputada por la circunscripción de Salford y Eccles ha sido la secretaria de Hacienda en la oposición durante los dos últimos años y ha actuado en nombre de Corbyn en diversas ocasiones.
Es la segunda favorita en las apuestas y a sus 40 años tiene mayor presencia que otros candidatos más jóvenes situados a la izquierda del partido, como es el caso de Laura Pidcock.
Si el partido busca un equilibrio entre la era de Corbyn y la de Blair, Rayner, de 39 años, podría ser la mejor posicionada, ya que es una política con una gran historia de fondo, a diferencia de la mayoría de los diputados.
Hija de una mujer con trastorno bipolar, se quedó embarazada a los 16 y dejó los estudios sin acabar. Ha hablado en diversas ocasiones sobre cómo el programa Sure Start, de Tony Blair, la ayudó a recuperar el rumbo de la vida mientras criaba ella sola a su hijo. Tras estudiar a tiempo parcial, empezó a ejercer de trabajadora social y fue representante del sindicato Unison antes de ser elegida diputada por Ashton-under-Lyne en 2015.
Al ser cuestionada por los motivos de la posible derrota del partido en una entrevista con la edición británica del HuffPost, respondió: “No creo que se deba a que seamos demasiado socialistas ni tampoco a que no seamos suficientemente socialistas”.
El exdirector de la Fiscalía Pública es el claro favorito para ocupar el puesto de Corbyn. Las casas de apuestas así lo reflejan y vaticinan que tiene un 33% de probabilidades de hacerse con el liderazgo del partido.
Starmer, de 57 años, no se ha caracterizado por defender a Corbyn, ya que apoyó a Andy Burnham y a Owen Smith en las últimas dos primarias de su partido, pero aun así ha formado parte de la cúpula del partido y fue secretario para el Brexit en la oposición.
Los esfuerzos de este diputado por Holborn y St Pancras para que Corbyn apoyara un segundo referéndum sobre el Brexit ganó los aplausos de los laboristas partidarios de permanecer en la Unión Europea. Se empezó a comentar entonces que él sí que podría unificar a las facciones discrepantes del partido.
Sin embargo, el desplome del apoyo laborista en las áreas favorables al Brexit hace que Starmer se haya convertido en una decisión poco sensata para algunos.
La secretaria de Asuntos Exteriores en la oposición es una conocida aliada de Corbyn desde hace mucho tiempo, pero su defensa abierta de la permanencia tras las elecciones europeas le hizo perder el favor del líder. Ha rehuido en reiteradas ocasiones las preguntas sobre si quiere aspirar a liderar el partido.
Su postura abiertamente contraria a dejar la Unión Europea podría ayudarle con las bases del electorado en unas primarias, pero como diputada por Islington South (Londres), Thornberry podría tener problemas para demostrar que el partido debería escoger a otro diputado londinense como líder.
Esta diputada por Birmingham Yardley nunca ha ocultado su desagrado por el liderazgo de Corbyn. En 2015, dijo que lo acuchillaría “de frente, no por la espalda”, si percibiera que está llevando al partido a la derrota. En octubre, Phillips comentó que “igual” se presentaba a las primarias si Corbyn dimitía. Y en marzo, comentó para The Times: ”¿Por qué no? Creo que sería una buena primera ministra”.
Si el batacazo electoral significa la vuelta del partido al centro político y retoma el rumbo de Blair, Yvette Cooper podría volver a presentarse.
Fue ministra en el Gobierno de Gordon Brown (2007-2010) y secretaria del Interior en la oposición. Cooper, de 50 años, se ha ganado muchos elogios por su papel destacado como presidenta de un selecto comité de asuntos internos, especialmente durante la investigación del escándalo Windrush, que provocó la dimisión de la ministra de Interior en 2018 por una polémica sobre inmigración.
Esta diputada por Normanton, Pontefract y Castleford sonó como candidata a primera ministra en funciones como parte de un plan para convencer a los conservadores de que pusieran fin a su Gobierno para evitar un Brexit sin acuerdo.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido y adaptado del inglés por Daniel Templeman Sauco.