Todos somos Fanchi

Todos somos Fanchi

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Creo firmemente en el poder de la energía del amor, la confianza, la oración y la compasión. En estos momentos seguro que hay miles de personas que, como mi primo Fanchi se debaten entre la vida y la muerte. Todo cambió el domingo 26 de agosto de 2018. Un aneurisma cerebral que se rompe y la vida cambia de un instante al siguiente, trastocándolo todo. Su vida y la de todo su entorno afectivo que se conecta a él a distancia, a través de la energía del amor o simplemente del deseo de que se recupere lo mejor posible. Todos somos Fanchi será el resultado de esa conexión, de esa unión que generamos a través de nuestra energía positiva, convirtiéndonos en uno solo.

No todas las personas tienen la grandísima suerte de ser tan queridas como Fanchi. Trabajador del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane en la isla canaria de La Palma, es querido por todos. Alguien que sin llegar a los 50 ha cosechado tal cantidad de amigos y familiares que ahora, todos a una, estamos conectados con él desde nuestro amor, fe, compasión, confianza ... y nuestro deseo profundo de que salga de esta, sin demasiadas secuelas.

Lo que en este caso cambia la situación es que Fanchi ha cuidado a todas las personas con las que se ha cruzado, se ha reído, ha bebido y bromeado con todos. Quiere y se hace querer y en estos casos, el entorno se lo devuelve cuando es necesario. Así está ocurriendo ahora.

En estos momentos me consta que somos muchos los que estamos pendientes de él, conectados energéticamente, cada uno desde sus propias creencias y todas efectivas.

Estoy convencido del poder de esa energía del amor que movemos entre todos

Los comunicados o "partes médicos" que su hermana Maricarmen, quizás por ser enfermera, va dando maravillosamente bien al menos dos veces al día, nos dan esperanza y datos que nos hacer confiar en que todo saldrá bien.

Los más escépticos podrán achacar simplemente a los avances de la medicina el desarrollo positivo de los acontecimientos y no les faltará razón pues sin estos, posiblemente Fanchi ahora ya no viviría. Muchos sienten dentro la prohibición de soñar. ¡Sáltatela! Yo quiero poner el énfasis en el poder de todo lo demás: en la fortaleza personal del paciente, de su deseo de vivir, de sus conexiones afectivas con su mujer, con sus hijas, con sus padres, hermanos, primos, sobrinos... y amigos, que formamos una multitud. Y todo lo que ese gran número de personas estamos ofreciendo desde la cercanía o la distancia.

Creo que podemos hacer el bien, aunque el mundo esté tan mal de noticias, la buena gente y la gente de buen corazón, somos multitud

Y TODOS estamos ahí, con él. Aportando lo que podemos para empujar en el mismo sentido. Y estoy convencido del poder de esa energía del amor que movemos entre todos. Por eso hoy me he levantado a las 4 de la mañana a escribir esto. Ayer dormía en el Hospital recién operado de columna y esta noche lo que me pedía el cuerpo en lugar de quedarme en la cama, era levantarme a escribir y publicar estas reflexiones. Que sumen y que más personas puedan saber que amando y deseando algo desde lo más profundo del corazón, siempre podemos hacer el bien para nuestros semejantes.

Yo mismo estos días he estado recibiendo ese amor a través del teléfono, Whatsapp o en persona desde casi todo mi entorno que, estoy seguro , ha sido la principal ayuda a la cirugía, para que yo esté en estos momentos tan bien y recuperado. La energía del amor es tan poderosa... Gracias a todo ese acompañamiento amoroso y a todos los que me lo han ofrecido. Creo que podemos hacer el bien, aunque el mundo esté tan mal de noticias, la buena gente y la gente de buen corazón, que somos multitud, podemos transmitir nuestras mejores energías positivas y ayudar a que el mundo en que vivimos sea un poquito mejor.

Suerte Fanchi, todos confiamos en ti.

Este post fue originalmente publicado en el blog del autor.

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