Todo lo que los padres (y alumnos) deben saber sobre el cierre de escuelas
¿Puedo teletrabajar? ¿Me devuelven las tasas de la guardería? ¿Qué dice la Ley?
Este lunes, cuando el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció que desde este miércoles se suspendían las clases en todos los niveles educativos en la Comunidad de Madrid, Vitoria y Labastida, entre las familias afectadas se vivieron dos escenarios totalmente diferentes que podrían resumirse así:
Por un lado, los hijos -de cero a veintitantos años- celebraron, en general, esta nueva medida de “contención reforzada” frente a la epidemia de coronavirus. Por otro, sus progenitores se echaron las manos a la cabeza, sobre todo si sus criaturas son menores. “¿Con quién dejamos a los niños?” es, probablemente, la pregunta que más se repitió anoche en las casas -y en los grupos de WhatsApp- de estas familias.
Estas son las claves de una medida de contingencia que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, describió como “imprescindible”; “aunque sabemos que no va a gustar”, reconoció:
¿A qué poblaciones afecta?
A toda la Comunidad de Madrid, a las localidades vascas de Vitoria-Gasteiz y Labastida (Araba) y, desde este martes, también a La Rioja.
¿A cuántas personas va a afectar?
En la Comunidad de Madrid hay un millón doscientos mil alumnos entre educación preescolar, infantil, primaria, secundaria, bachillerato y FP, contando escuelas públicas, concertadas y privadas. Al sumar a los universitarios, la cifra asciende a 1,5 millones.
En Euskadi, afecta a 63.000 alumnos, incluidos los 8.000 estudiantes universitarios del campus de Álava de Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
La Rioja cuenta con casi 60.000 alumnos, entre los que se incluyen casi 5.000 estudiantes de la Universidad de La Rioja (UR).
¿Cuánto tiempo va a durar el cierre de centros escolares?
Dos semanas.
En la Comunidad de Madrid y en La Rioja se aplica desde el miércoles 11 de marzo, por lo que no habrá clases ni actividades extraescolares hasta el jueves 26.
En Euskadi, desde el martes 10 de marzo hasta el martes 23.
Pasados esos 15 días, que coinciden con el período recomendado de cuarentena para el Covid-19, se reevaluará la situación para determinar si conviene extender, modificar o dar por finalizada esta medida.
¿Qué opciones tienen los padres y madres para el cuidado de sus hijos e hijas?
La primera opción, llamar a los abuelos, a priori se descarta al tratarse estos de población de riesgo con el coronavirus. A partir de ahí, se amplían las dudas de los progenitores en función de su situación laboral y personal: ¿Quedarse trabajando desde casa es una posibilidad? Y en ese caso, ¿cómo se teletrabaja con uno o más niños revoloteando por la casa? ¿Puedo cogerme una baja para cuidarlos esas dos semanas (extensibles)?
Según Jaime Cedrún, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) de la Comunidad de Madrid, el escenario que afrontan ahora las familias es similar al de “unas vacaciones”. Esto es: “Cada cual tendrá que buscar su fórmula para atender a sus hijos e hijas”. “Y a sus mayores”, añade, ya que en Madrid también se han cerrado los centros de ancianos.
¿Qué garantías laborales tienen los padres (que trabajan)?
De momento, pocas. Las autoridades han recomendado el teletrabajo en Madrid, Vitoria y Labastida, y en general han pedido flexibilidad a las empresas, sobre todo en cuanto a horarios de entrada y salida del trabajo y a petición de vacaciones.
El ministro Illa dará este martes más detalles sobre la nueva estrategia de “contención reforzada” y el lunes, el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que lanzará un “plan de choque” frente a esta crisis del coronavirus. No obstante, mientras tanto, todo lo demás queda a la especulación.
Desde CCOO, defienden que el Gobierno central apruebe un decreto ley en el que se recojan y regulen todas las situaciones derivadas del coronavirus: los aislamientos, la cuarentena, los cierres de centros… “Se necesitan garantías jurídicas para los trabajadores”, afirma Cedrún. Unas garantías que, a día de hoy, no existen.
Cedrún propone, entre otras medidas, que se apliquen “fórmulas flexibles para los empleados y permisos retributivos para quienes tengan que quedarse en casa cuidando”. Para ello en su sindicato piden “que se cree un fondo estatal para estas necesidades”. Y que “el empresariado facilite esta situación”, añaden. “Siendo una crisis extraordinaria se requieren medidas extraordinarias”.
Si desde el punto de vista sanitario la crisis se está gestionando de forma adecuada y “con mucho consenso” -sostiene Cedrún-, ahora que “se manifiestan las consecuencias laborales”, hace falta la gestión sea igual de proporcionada. “Que no sirva para hundir empresas”, dice. Y, sobre todo, “que no sean los trabajadores los que paguen esta crisis, como siempre ha ocurrido”.
¿Qué dice la Ley?
El artículo 37.3 d) del Estatuto de los Trabajadores recoge que “el trabajador, previo aviso y justificación, podrá ausentarse del trabajo, con derecho a remuneración [...] por el tiempo indispensable, para el cumplimiento de un deber inexcusable de carácter público y personal”. Si se considera como “deber inexcusable” el cuidado de los hijos dada la situación, se aplicaría esta norma. Otra cosa es que la empresa lo reconozca como tal.
¿Se pueden pedir días libres?
Los trabajadores pueden utilizar los días de vacaciones, libranzas o días de permiso sin sueldo que establezcan los convenios colectivo, que deberán ser aprobados por la empresa. Estos días se contabilizan al igual que el resto, no ningún régimen especial establecido.
¿Qué ocurre con los trabajadores autónomos?
Su caso es más difícil. La asociación de autónomos UPTA ha pedido la bonificación del 100% de la cuota de la Seguridad Social de los autónomos, en el caso de un cese de la actividad temporal por cuarentena por riesgo de contagio, dentro de un paquete de medidas para minimizar las consecuencias.
La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) ha ido más allá pidiendo que esa exención del pago de la cuota de la Seguridad Social incluya también a los autónomos sin trabajadores a su cargo que se vean obligados a abandonar su actividad para cuidar a sus hijos o dependientes a raíz del cierre de los centros escolares y de los centros de mayores.
Si mi hijo no va a la guardería, ¿me devuelven las tasas pagadas?
“Ese es el tema”, lanza la responsable de una guardería de Madrid al descolgar el teléfono y oír esta pregunta. “Estamos en un limbo”, señala con tono de desesperación. “Nuestra intención no es devolver el dinero, pero entiendo que la de los padres tampoco sea pagar por un servicio que no se les va a ofrecer”, explica. Además, de momento son 15 días, “pero no sabemos por cuánto tiempo se va a extender esto”, admite.
“Nuestros centros son completamente privados. No recibimos dinero del Estado”, señala. Por eso la responsable echa en falta “una solución” y “apoyo” por parte de la Administración. “Nadie sabe nada, nadie nos asesora de nada. Todavía estoy esperando un comunicado de la Consejería de Educación de Madrid”, lamenta.
En su opinión, al mismo tiempo que se anunciaron los cierres de centros, se deberían haber presentado otras medidas paralelas de apoyo, especialmente “ayudas a los padres, económicas y laborales”. Ella entiende que ahora les toca a estos “pagar a alguien para que cuide a los niños”, además de afrontar “los gastos de pañales y comidas” que normalmente cubre la guardería. Algunos padres de su escuela ya han preguntado qué va a pasar con las tasas, y la directora no ha sabido qué responderles. “Si quieren dejar de pagar, supongo que también están en su derecho. Estamos desprotegidos”, dice.
¿Es factible que se implante el teletrabajo?
No mucho. “Las empresas en España no están preparadas para el teletrabajo, a no ser que lo hagan de forma habitual”, opina Jaime Cedrún. Con él coincide Eva Rimbau, profesora de Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). “España es uno de los países europeos con menor tasa de teletrabajo tanto ocasional como habitual”, afirma Rimbau. “Y es muy difícil que las empresas que no tienen prácticas de teletrabajo puedan implantarlo de urgencia”, añade la experta, ya que “requiere políticas, tecnología y una calidad directiva que no se improvisan”.
El teletrabajo de “emergencia” que se recomienda ahora a las empresas con sedes en Madrid y en Álava será “costoso y probablemente no dé los resultados esperados”, augura Rimbau. “Lo que sería deseable es que, antes de que la situación sanitaria lleve a una llamada general a teletrabajar, se comience a planificar ya en todas las empresas para implantarlo con éxito”, advierte.