Todas las dudas sobre el documental de Michael Jackson, resueltas
'Leaving Neverland' (HBO) plantea cuestiones sobre la supuesta pedofilia del cantante. Las explicamos todas.
Leaving Neverland, el documental de HBO emitido en dos partes el domingo y el lunes, ha expuesto en pantalla el caso más detallado de abusos sexuales hasta la fecha en plena era del Me Too. Dando voz a dos hombres que aseguran que Michael Jackson se entrometió en su infancia solo para abusar sexualmente de ellos en repetidas ocasiones y luego relegarlos al olvido, el documental de Dan Reed muestra cómo corteja y manipula un presunto depredador sexual a sus blancos más vulnerables, dejando en estos heridas emocionales que son difíciles de cicatrizar.
Pero por muy exhaustivo que sea el documental, deja muchas preguntas sin responder. Dan Reed tenía mucho terreno que cubrir para armar un compendio de las experiencias de Wade Robson y James Safechuck y, aunque el documental dura cuatro horas, quedan muchas ideas en el tintero.
La edición estadounidense del HuffPost ha completado las lagunas más importantes. También puedes saber más sobre Leaving Neverland mediante esta entrevista (en inglés) realizada días después del estreno en el Festival de Cine de Sundance.
Hace muy poco, en enero. En una entrevista para el podcast Inside of You with Mathew Rosenbaum, Culkin aseguró que no pasó nada inapropiado con Michael Jackson, algo que ha afirmado una y otra vez a lo largo de los años y que llegó a defender durante el juicio a Michael Jackson en 2005 por abusos sexuales. "Casi es fácil decir que era incómodo o algo por el estilo, pero a fin de cuentas éramos amigos", declaró Culkin ante Rosenbaum y definió su amistad como "normal" y "ordinaria".
A tenor de lo que se sabe por el testimonio de Culkin en 2005, muchas de sus experiencias con Michael Jackson (largas llamadas telefónicas, interminables jornadas de compras, juegos infantiles) se parecen mucho a las de Robson y Safechuck, los dos protagonistas del documental. La diferencia es clave, según lo expresa Culkin: la cama que compartían era "platónica".
"Le gustaba mi juventud", explicó Culkin en WTF with Marc Maron a comienzos de 2018. "Le gustaba actuar como un niño conmigo. Nunca me pareció raro. Nunca me resultó incómodo. Simplemente era su forma de ser".
Al contactar con la agente de Culkin para preguntarle si el actor de Solo en casa estaría dispuesto a hablar sobre Leaving Neverland, con la promesa de manejar la entrevista con cuidado por lo sensible del tema, la agente respondió: "Recibimos miles de peticiones que nos prometen que 'manejarán el tema de forma responsable'. Apreciamos tu interés, Matt, pero no, gracias''.
Es Karen Faye, que trabajó para Michael Jackson durante casi tres décadas hasta que este murió en 2009. Era tremendamente leal y atenta, hasta el punto de que la prensa del corazón especulaba que quizás tuvieran una aventura mientras él estaba casado con Lisa Marie Presley. Faye testificó en un juicio de 2013 por una presunta negligencia médica en su fallecimiento y habló de la dependencia que desarrolló Jackson a los analgésicos después de que su pelo se prendiera en llamas durante el rodaje de un anuncio de Pepsi en 1984.
Parece que esa lealtad sigue completamente intacta. En su cuenta de Twitter no verificada, Faye ha pasado las últimas semanas defendiendo a Michael Jackson frente a Robson y Safechuck.
Michael Jackson's name, art and legacy will live on forever. The accusers and con artists will disappear into obscurity when we stop saying their names.
— Karen Faye (@wingheart) February 25, 2019
Aquí mismo.
Es Blanca Francia y trabajó para Michael Jackson de 1986 a 1991. Francia declaró en el juicio de 2005 que había visto a Jackson duchándose con un joven Robson de solo 7 años, algo que ya había mencionado años antes en una entrevista para el programa de televisión Hard Copy.
El hijo de Blanca Francia, Jason, también sufrió presuntamente abusos sexuales de Michael Jackson en tres ocasiones, dos en el Rancho Neverland y una en la casa de Michael Jackson en Los Ángeles, que también ha recibido el nombre de "el escondite". En 1996, la familia de Blanca Francia alcanzó un acuerdo extrajudicial por 2 millones de dólares, según se cree. Jason testificó en su contra en 2005.
También está Adrian McManus, otra empleada doméstica, que defendió a Michael Jackson en una declaración por temor a las consecuencias pero que se retractó en 2005 en su testificación. A McManus no la mencionan directamente en el documental, pero recientemente afirmó en el programa de televisión 60 Minutes que vio al cantante "besando" y "acariciando" a niños en Neverland, incluido a Culkin y a Jordan Chandler, cuya familia resolvió de forma extrajudicial una demanda civil contra Michael Jackson en 1994. Los investigadores optaron posteriormente por no presentar cargos penales porque Chandler no quiso testificar. En el proceso encontraron a otras dos presuntas víctimas que tampoco quisieron testificar, según Los Angeles Times.
McManus comentó que había firmado un contrato de confidencialidad que también estaba "condicionado" a no cuestionar el comportamiento del cantante. "Estaba bajo amenaza. Sus guardaespaldas me dijeron que si alguna vez se me ocurría aparecer en la tele, contratarían a un asesino a sueldo, me sacarían, me rebanarían el cuello y jamás encontrarían mi cuerpo. Viví muchos muchos años con miedo", reveló en el programa.
Thomas Mesereau, que contribuyó a la absolución de Michael Jackson en 2005, ha forjado su carrera defendiendo a famosos acusados de delitos como conducta sexual inapropiada o asesinato. El listado incluye a Bill Cosby, Mike Tyson, Suge Knight y Robert Blake.
"Estoy convencido al 100% de que Michael Jackson nunca ha tratado mal a un niño, nunca ha hecho daño a un niño y, desde luego, nunca ha abusado sexualmente de un niño", aseveró en el mismo episodio de 60 Minutes en el que aparece McManus. "Son paparruchas".
Muchas cosas, incluido el testimonio de Martin Bashir, el periodista responsable del documental de 2003 Living with Michael Jackson, que se convirtió en una prueba del juicio porque mostraba imágenes de Gavin Arvizo, un joven de 13 años, acurrucado con Jackson (el agente de Bashir también rechazó en su nombre participar en Leaving Neverland).
Si hay algo con lo que quedarse de las denuncias de 1993 y 2005 es lo mucho que se parecen los testimonios de Chandler y Arvizo a los de Robson y Safechuck en Leaving Neverland, incluidas las tácticas que usaba Michael Jackson para prepararlos y la progresión de sus presuntos actos sexuales.
Puedes ponerte al día del juicio de 2005 con esta noticia de Esquire (en inglés).
Dan Reed, el director, ha tenido que responder muchas veces esta pregunta. En el Festival de Cine de Sundance, el cineasta señaló que veía poco valor a incluir perspectivas de gente que, a diferencia de Safechuck y Robson, no sabían lo que pasaba tras la seguridad de la puerta del dormitorio de Michael Jackson. Al parecer, Dan Reed habló con diversos investigadores legales y con empleados del Rancho Neverland y estos solo podían ofrecer "corroboraciones circunstanciales".
"Lo que tenemos en el documental proviene de testigos directos", defiende. "Tenemos al niño hablando de lo que le sucedió a él y no sé cuánta credibilidad habríamos ganado si hubiéramos incluido a una empleada del hogar diciendo: 'Esto..., sí, vi a Wade'. No me he encontrado con un solo investigador que no pensara que Michael [Jackson] era culpable y nunca me encontré con nada que me hiciera dudar de Wade o de James".
Para responder a las acusaciones de parcialidad, Reed dobló su apuesta la semana pasada en CBS This Morning recordando que Leaving Neverland incluye la perspectiva de Michael Jackson a través de las declaraciones de la estrella del pop negando las acusaciones en grabaciones de 1993 y 2005. "Este no es un documental sobre Michael Jackson. Es un documental sobre Wade Robson y James Safechuck, dos niños a los que les pasó algo horrible hace mucho tiempo. Es una historia en la que van aceptando a lo largo de dos décadas lo que les sucedió y la historia de sus familias", aclaró.
Sí. Es imposible deducir con exactitud cuánto sabía cada persona de su entorno sobre los presuntos abusos sexuales que tenían lugar en el Rancho Neverland o en otros lugares, pero no cabe duda de que Michael Jackson tenía muchos trabajadores que hacían la vista gorda o justificaban su comportamiento como meras excentricidades. Cada vez que los Robson o los Safechuck eran llamados al Rancho Neverland, es evidente que no era Michael Jackson quien reservaba sus vuelos, los llevaba en coche de un lado a otro o recogía sus cosas. Por comparar, un aspecto sorprendente de la docuserie Surviving R. Kelly del año pasado fue descubrir la extensión de la red de colaboradores del músico R. Kelly, acusado de abusos sexuales a menores.
"Resultaba muy raro que Michael [Jackson] estuviera solo", explicó Robson a Oprah Winfrey durante un especial emitido el lunes después de Leaving Neverland. "Tenía la maquinaria en marcha en todo momento. Tenía asistentes que organizaban la mayoría de mis llamadas de teléfono y los coches que venían a buscarme para llevarme ante él. Siempre había guardias de seguridad fuera en la puerta. Había muchas personas ahí. Es imposible que Michael [Jackson] pudiera haber abusado sexualmente como lo hizo y de ese número de niños sin una maquinaria detrás para ayudarle a hacerlo".
Sin duda es un asunto complejo. Algo que Leaving Neverland hace especialmente bien es darle a cada asunto un perfil completo, respetando el punto de vista de todo el mundo por cuestionable que sea.
Michael Jackson no solo engatusó a Wade y a James, también engatusó a sus padres, erigiéndose a sí mismo en un miembro de la familia y colmándolos de regalos. Tal y como plantea James Safechuck, "fue todo una gran seducción". Por ello, es fácil comprender cómo estos padres de clase media con hijos talentosos cayeron en el embrujo, engañados por lo que Stephanie Safechuck describe como "la vida de los ricos y los famosos".
Pero, ¿en qué punto esa miopía se convierte en una ceguera intencionada? La negligencia infantil, al fin y al cabo, es una forma de abuso infantil.
No es imposible comprender la postura de las madres, ya que en Estados Unidos la riqueza es una adicción y la fama, un elixir. Estas madres pensaron que Michael Jackson, que tenía el control absoluto de la situación, era el mecenas de las incipientes carreras artísticas de sus hijos. La fachada de inocencia que protegía a Jackson, explicada gracias al síndrome de Peter Pan por los abusos físicos y la agitación general que sufrió en su infancia, les proporcionaba una falsa tranquilidad.
Por otra parte, ¿quién en su sano juicio dejaría a su hijo de 7 años en casa de un famoso mientras pasa una semana en el Gran Cañón? ¿Quién dejaría a su hijo en la suite de Michael Jackson para pasar la noche después de enterarse de que los trabajadores de la estrella le han reservado un cuarto bien lejos?
Fueron una versión oportunista de madres que forzaron a sus hijos a aprender el negocio en una época anterior a las Kardashian. Llega un momento en el que la empatía se transforma en perplejidad, aunque nunca lleguen a perder la humanidad, un conflicto con el que Robson y Safechuck todavía lidian en su vida adulta. Durante una entrevista en el estreno del documental en el Festival de Cine de Sundance, Safechuck dijo que su madre todavía buscaba su perdón y que a él todavía le cuesta concedérselo.
Esto difícilmente se considerará lo más interesante del documental, pero es impactante que Michael Jackson regalara al joven Safechuck una de las chaquetas rojas del videoclip de Thriller. Y es "una de las" chaquetas porque otra de ellas fue vendida por 1,8 millones de dólares en una subasta de 2011.
Safechuck también tiene un látigo de Indiana Jones y la última cruzada entregado por Harrison Ford en persona. Al parecer, cuando te pasas la mayor parte de tu vida rodeado de accesorios y trajes, al final dejas de preocuparte por una chaqueta o un látigo, aunque valgan millones.
Está en venta y lo puedes comprar por 31 millones de dólares si no te importa vivir en la casa de un presunto pedófilo. Este complejo de casi 1100 hectáreas ubicado en California fue tasado en un principio en 100 millones de dólares, pero, sorpresa, no hubo compradores interesados. Con este descuento, es inevitable que alguien piense que es una ganga, ¿no?
El Rancho Neverland, ahora llamado Sycamore Valley Ranch, fue allanado durante las protestas que hubo en 2003 con motivo de las acusaciones de pedofilia contra el cantante, pero permanece prácticamente igual, salvo por los animales silvestres y el tren.
La primera (y única hasta la fecha) institución de renombre que ha eliminado la discografía de Michael Jackson de su repertorio es BBC Radio 2, la emisora más popular del Reino Unido.
Para 2020 se prevé el estreno en Broadway de un musical jukebox basado en la preparación de la gira mundial de Michael Jackson en 1992. Lo van a desarrollar los gestores del patrimonio del cantante, que, según se estima, han recaudado 2100 millones de dólares desde su fallecimiento. Al preguntarle a la dramaturga ganadora de un Pulitzer Lynn Nottage si había algún cambio de planes de producción y si el espectáculo incluiría las acusaciones a Michael Jackson, no ha habido respuesta.
Spotify y Sirius tampoco han querido responder a preguntas similares. Spotify, por su parte, apartó al músico R. Kelly de sus listas de reproducción oficiales, pero no eliminó de su catálogo al presunto pedófilo. El tiempo dirá si hace lo mismo con la música de Michael Jackson.
También hay una actuación del Circo del Sol como tributo al cantante en Las Vegas. "Debido a unos procesos judiciales abiertos que afectan a uno de nuestros socios, no realizaremos ninguna declaración sobre la situación", contestó un portavoz en un correo.
Sí, aunque es imposible saber cuántas. Reed confesó que conoce al menos a una persona más que declinó participar en el documental. Eso sin contar a las dos víctimas anónimas que la policía de Los Ángeles localizó en 1994, lo cual eleva la cifra total de acusadores a seis: Jordan Chandler, Jason Francia, Gavin Arvizo, Wade Robson, James Safechuck y el hombre anónimo que conoció Reed.
"Creo que hay más", cuenta Safechuck al programa CBS This Morning. "Pero tampoco espero que salgan a la luz ahora que los demás hemos salido. Es muy difícil hacerlo y contar lo que ocurrió. Tienes que hacerlo solo cuando estés preparado".
En fin... Tengo las notificaciones de Twitter a tope desde que tuiteé sobre el documental en Sundance. Mientras tanto, Reed ha recibido amenazas de muerte. Los fieles al cantante apuntan a las contradicciones en las historias de Robson y Safechuck, ya que los hombres previamente mantuvieron que Jackson no los había tocado de forma indecente, algo bastante habitual entre los supervivientes de agresión sexual que en algún momento han sentido cariño por sus acosadores. (Robson afirmó en una declaración jurada que no entendió la naturaleza de lo que le había ocurrido hasta que no empezó a hacer terapia en 2012.)
La coalición de superfans también opera offline. Seany O'Kane, un discípulo británico, recaudó dinero para comprar anuncios en autobuses de Londres para promover una web que proclama la inocencia de Jackson. Aparentemente, otra mujer está intentando hacer lo mismo en Los Ángeles. Casi 7.000 de los 16.000 dólares que recaudó O'Kane procedían del Club de Fans chinos de Michael Jackson, según Vice.
El rechazo de los fans a reconocer las debilidades de Jackson demuestra nuestro limitado entendimiento de los traumas sexuales y la forma en que la adoración de los héroes se convierte en un factor cegador. Jackson es casi indiscutiblemente la figura pública más querida que ha caído en medio del Me Too, ya que ha puesto banda sonora a infancias, bodas, fiestas y otros recuerdos. Aunque no es una excusa, es fácil entender que alguien pudiera caer y confiar en Jackson como hicieron sus acusadores.
Lo descorazonador es que muchos de esos fans probablemente no lleguen a ver Leaving Neverland, igual que los familiares de Jackson, que han denunciado el documental y han demandado a HBO por 100 millones de dólares pese a que se niegan a verlo.
Pero los argumentos que utilizan los hermanos de Jackson son vagos y limitados, especialmente la afirmación de que Robson y Safechuck solo buscan dinero. Un juez desestimó las denuncias de agresión sexual de Robson y Safechuck, archivadas en 2013 y 2014, no porque carecieran de credibilidad, sino porque el Estatuto de Limitaciones de California las invalidaba. Ambos casos están pendientes de apelación. Además, según Reed, los hombres —que están soportando todo el escrutinio y las críticas— no recibieron compensación por participar en Neverland.
Robson contó a Rolling Stone que él decidió participar solo para "ayudar a otros supervivientes y jugar un pequeño papel en la educación y la prevención".
Safechuck, por su parte, explica: "Nosotros empezamos este pre-Me Too, así que teníamos que ponernos expectativas realistas. Me imaginé que todo el mundo iba a echar mierda de nosotros, no esperaba que la gente nos creyera ni nos apoyara. Mi interés solo estaba puesto en las otras víctimas, en que escucharan nuestra historia y se vieran reflejadas en ella".
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.